Federico y César analizan las horas decisivas del alzamiento del 17 y 18 de julio y a quién pidió ayuda cada bando. Relatan además factores determinantes como la actuación de Queipo de Llano en Sevilla o la decisión del gobierno de la República de destinar a Franco a Canarias.
El 17 de julio estalló el alzamiento en el norte de África. Con él comenzaba una guerra civil que se extendería durante tres años y que muy pocos previeron. Federico y César, tras haber analizado los motivos que llevaron a los sublevados a rebelarse y el factor determinante que hizo posible el acuerdo entre ellos, repasan cuáles fueron los puntos fundamentales que hicieron posible que el alzamiento triunfara.
El 17 de julio se produce el alzamiento, pero no el que había preparado el general Mola. Éste creía, según sus escritos, que él éxito dependería de la toma de Madrid, la teoría del centro de gravedad. César Vidal explica que "para Mola era indispensable controlar Asturias y Cataluña para asegurar la caída de la capital, ya que en esos lugares habían milicias que podían hacer peligrar el triunfo del alzamiento". Federico recuerda el precedente de la revolución de octubre del 34 en Asturias.
Mola también consideraba importante controlar Baleares, Canarias y Marruecos para evitar que el gobierno trajera las tropas destinadas allí. Paralelamente, había que controlar a la Marina para que ésta no trasportase dichas tropas y hacerse con las regiones militares en torno a Madrid para marchar sobre la ciudad en caso de que el alzamiento fracasara en la capital, relata César Vidal. Una vez triunfado el alzamiento se establecería una Junta Militar que dirigiría Sanjurjo, una vez llegara desde Portugal.
Sin embargo, el golpe se vio alterado "para bien de los alzados" cuando Franco fue destinado a Canarias. "La idea del gobierno era mandar a generales como Franco lo más lejos posible, no lo mandaron a Puerto Rico porque ya no estábamos allí", bromea César Vidal. "No contaron sin embargo con que estando Franco en Canarias el general podía aparecer fácilmente en el norte de África haciéndose con el ejército".
El alzamiento
El 17 de julio se produce el alzamiento en Melilla y "en las siguientes horas va triunfando en todas partes hasta tal punto de que el día 18 el gobierno, pensando que es una revuelta parcial norteafricana, ordena el primer bombardeo de una ciudad", relata el director de Es la noche de César, que subraya que "se suele hablar del bombardeo de Guernica y parece que fue el único. El primero fue Tetuán con muy mal éxito porque tres bombas cayeron en el barrio moro". Esto hizo, según César, que "fuese muy fácil reclutarlos para vengarse de quienes los habían bombardeado".
Determinante fue también, apunta César, que "cuando Franco llegó a Tetuán el día 18 impuso al Gran Visir la laureada de San Fernando, provocando que definitivamente los moros afluyeran al ejército de África". En cuestión de unas horas "cambiaron así los planes del general Mola de forma muy positiva para los alzados", sentencia César. El Gobierno mantiene mientras "que aquello era una asonada en África y que iba o ya había sido sofocada".
A continuación César Vidal desmenuza cómo el alzamiento fue extendiéndose por la península a partir de las dos de la tarde del 18 de julio:
"Se subleva la región militar de Andalucía bajo el mando de Queipo de Llano, que se alza con la bandera de la República. Lo hace con poco más de un centenar de hombres. Como sabía que así no podía hacer nada, los sube a un camión y los hace circular constantemente por las calles sevillanas creando la sensación de que la ciudad estaba tomada por un ejército inmenso.
A Queipo le siguen en Córdoba el Gobernador Civil, en Cádiz el Comandante Militar, Granada tras un breve titubeo y Almería, fracasando en Málaga y Jaén desde el principio. Más al norte, se alza en Zaragoza la 5ª División a la que se suman otras guarniciones como Huesca, Calatayud, Jaca y Soria. También lo hace la 7ª división con sede en Valladolid a la que imitan las guarniciones de Salamanca, Segovia, Zamora, buena parte de Ávila y Cáceres y la 6ª división de Burgos".
El día 17 y 18 el propio Gobierno no sabe lo que pasa, sobre todo porque Mola aún no ha salido a la calle. "Incluso el día 19, subraya César, le preguntan qué pasa en el norte porque en Vitoria se han echado a la calle apelando a órdenes del director que nadie sabía quién es y era precisamente Mola".
César Vidal cuenta que "termina así el día 18 dejando el gran enigma de qué va a ocurrir en zonas muy importantes desde el punto de vista industrial, político y económico como Madrid. La versión del gobierno al finalizar el día sigue siendo que se trata de una rebelión en el norte de África que ya ha sido sofocada mientras que en el resto del país reina la calma. El 19 quedaría determinadas las dos zonas de la guerra civil".
"Mola aún no se ha pronunciado porque estaba esperando a ver qué ocurría en Madrid y Barcelona. El alzamiento podría haber triunfado perfectamente en la ciudad Condal arrastrando a toda Cataluña. Madrid era más difícil. Sin embargo fracasa por la incompetencia militar de los sublevados que se encerraron en el cuartel, todo lo contrario de lo que hizo Queipo", explica Vidal.
¿Fue la ayuda extranjera determinante?
Una de las mentiras más difundidas es la de que el alzamiento logró tener éxito gracias a la ayuda extranjera recibida por los alzados. Federico señala que "dicen que la sublevación fracasó pero que Hitler y Mussolini, incluso Japón, hicieron que triunfara".
El primero que piensa en pedir ayuda extranjera es el gobierno del Frente Popular. "El mismo día 18 se la piden a Francia, donde había un gobierno de Frente Popular, y a la dictadura masónica de México, el modelo para ellos", expone César Vidal. El 19 la República también solicitó ayuda a Gran Bretaña, "que se negó porque no quería una España soviética; a la Alemania de Hitler, que tenía una gran industria; y a la Unión Soviética, que se convirtió en el gran suministrador del gobierno durante la guerra".
Realmente los sublevados pidieron ayuda a las potencias extranjeras después de que lo hiciera el Frente Popular, habiéndose producido ya el alzamiento. El motivo es que "Mola pensó que no necesitarían ayuda extranjera puesto que iba a ser un golpe clásico".
"Quien piensa en solicitar ayuda es Franco que prevé que va a ser una guerra larga y no un simple golpe", puntualiza Vidal. A la primera que recurre, continúa, "es a Gran Bretaña porque sabía que ésta no iba a ayudar nunca a los revolucionarios del Frente Popular. Tanto Gran Bretaña como Alemania llamaron a los sublevados los blancos, asimilándolos a los blancos rusos a los que dejaron abandonados frente a los rojos y que luego tanto lamentaron".
En segundo lugar a Italia porque "Franco pensó que Alfonso XIII, su padrino de bodas, iba a interceder con Mussolini. El Rey tenía predilección por Franco porque pensaba que lo iba a traer de vuelta a España". Y finalmente a Alemania el 22 de julio, tres días después de que lo hiciera el Frente Popular, "porque en Tánger había un alemán que era miembro del Partido Nacionalsocialista y le ofreció interceder con Hitler".
Los resultados llegaron el 27, según César Vidal, con la promesa de Italia de mandar 12 aviones de bombardeo. "Alemania estuvo a punto de no mandar nada y de Gran Bretaña consiguió la neutralidad benevolente, no querían intervenir en la guerra civil española pero tenían muy claro que era mucho peor la victoria del Frente Popular".
Bibliografía
César Vidal nos recomienda esta semana una historia breve de los aportes liberales a España, ¡Viva la Pepa! "Siempre se ha dicho que muchos avances se han conseguido gracias a la derecha, lo cierto es que ha sido a la derecha liberal", asegura César que nos lee "la curiosa cita de Ortega Gasset" que contiene el prólogo:
"Lo poco o mucho que este país tenga de moderno, lo hemos hecho los liberales. Lo de tradición liberal es un término al que ahora ando dando vueltas, no hay otra, porque tradición como madre sólo hay una. Y esa tradición es la nuestra, la humanista, cristiana y occidentalizante de siempre, pero en su justo momento, el del mundo liberal que arranca de la transformación del Antiguo Régimen"
César enumera algunos de los avances conseguidos por los liberales y que lista el libro:
- Ley de sufragio Universal
- Código Civil
- Ley de asociaciones
- Código de comercio
- Ley de libertad de prensa
- Ley de Accidente de trabajo
- Ley de de Condiciones de Trabajo de mujeres y niños
- Plan General de Canales de riesgo y pantanos
- Inspección de trabajo
"Estos avances ni aparecen con las izquierdas, ni con la dictadura de Primo de Rivera, ni con la dictadura de Franco, ni mucho menos con Felipe González. Aparecen con los liberales" finaliza César.
- Título: "¡Viva la Pepa!"
- Autor: Felipe-José de Vicente Algueró
- Número de páginas: 303
- Editorial: Gota a gota
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