En Sables y utopías, de Mario Vargas Llosa, encontré un ensayo, titulado "Entre tocayos", en el que el escritor peruano respondía a un ataque del poeta Mario Benedetti publicado por El País de España en 1984. |
Me llamó la atención el hecho de que las críticas que Vargas Llosa recibía hace 26 años se parezcan tanto a varias de las que recibimos hoy quienes opinamos a favor del liberalismo económico y político.
La doble moral
Vargas Llosa señala en su contestación la particular selectividad de Benedetti a la hora de presentar intelectuales objeto de persecución: "Olvida mencionar a un solo cubano, como si no hubieran pasado escritores por las cárceles de la isla y no hubiera decenas de intelectuales de ese país en el exilio". Esa es la doble moral que todavía se aplica hoy. Los abusos contra los derechos humanos son malos si los comete un gobierno no izquierdista; pero suelen ser perdonables o, lo que es peor, ignorados si los comete un gobierno de izquierda.
Lo que irritó principalmente a Benedetti fue que Vargas Llosa señalara al intelectual como "un factor del subdesarrollo político" de los países latinoamericanos. Está el caso de Pablo Neruda, cuya poesía Vargas Llosa consideraba en ese texto "la más rica y liberadora" de las escritas en castellano en el siglo XX, y de quien se preguntaba: "¿Cómo pudo ser la misma persona que revolucionó de este modo la poesía de la lengua el disciplinado militante que escribió poemas en loor de Stalin y a quien todos los crímenes del estalinismo (...) no produjeron la menor turbación ética?".
Ellos y nosotros
En el 84 Benedetti enmarcaba así el debate. El reproche que Vargas Llosa hacía a los intelectuales como el uruguayo no incidía en que fueran comunistas o socialistas, sino en que lo fueran "sin imaginación o espíritu crítico, abdicando del primer deber del intelectual: ser libre". No intentaron confirmar sus teorías con la realidad.
Todavía muchos no lo hacen. Es más fácil repetir lo popular y los clisés.
De izquierda o de derecha
El maniqueísmo evidente en el artículo de Benedetti, así como en las críticas que he leído a las posturas liberales durante los últimos años, presenta una falsa disyuntiva para América Latina, que Vargas Llosa mencionaba así hace más de un cuarto de siglo: "La reacción y la revolución". Como si cualquiera que se oponga a la dictadura en Cuba (o en Ecuador) fuera un fascista o un militarista.
Vargas Llosa dijo: "A diferencia de él [Benedetti], que puede dedicar sus artículos a explicar lo que es y lo que quiere en política, yo debo dedicar mucho tiempo, tinta y paciencia a aclarar lo que no soy y a rectificar las tergiversaciones y caricaturas que me atribuyen los que se niegan en América Latina a distinguir entre un sistema democrático y una dictadura de derecha".
Me da mucha pena que, en el 2010, aquellos que pensamos que la libertad individual es un valor que se debe aplicar no solo a la política, también a la economía, sigamos teniendo que hacer lo mismo.
© El Cato
GABRIELA CALDERÓN, editora de El Cato.
http://revista.libertaddigital.com
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