Como las preciosas ridículas de Molière, pero en vascuence y con vídeo a la BBC, «al que ha tenido acceso “Gara”», ¿no va a tener acceso «Gara», joé? Hablo de los ridículos encapuchados en el vídeo del viejo tinglado de la nueva farsa de la tregua de la ETA, ojo, con el artículo inculpatorio siempre por delante: «la» ETA, como «la» Mafia o «la» Camorra.
Además de asesinos, ridículos. Hagan una extrapolación para advertir lo risible de la escenografía de este fascismo. Cada fascismo tiene su estética. A unos les daba por las procesiones nocturnas de antorchas; a otros, por las camisas negras y las calaveras; a éstos les da por uniformarse de negro, encapucharse y emboinarse. Esto es lo más ridículo, y por eso quiero que echen a volar su imaginación. Supongamos que en Extremadura (Dios no lo quiera) hay una banda terrorista que pide la independencia de Montehermoso mediante la extorsión, el secuestro y el asesinato. Y que los pistoleros de esa banda comparecen en un vídeo que mandan por Seur a «La Noria». Salen con su capucha de raso, costeadísima, como penitentes de cofradía rica en Semana Santa. Mas para dar la nota autóctona, sobre la capucha se colocan el sombrero de espejitos, el típico gorro de Montehermoso. Tan ridículo como lo de la ETA. Otrosí. Supongamos que en Jerez (Dios no lo quiera), existe una banda terrorista que pide la independencia del Fino La Ina mediante el crimen, brazo armado del Sherry Batasuna. Y que los pistoleros jerezanos del barrio de la Merced mandan repicar campanas con su vídeo, y lo envían a «Se llama copla» del Canal Sur. Y que salen los mocitos pintureros con sus capuchas de reglamento, pero, sobre ellas, ese sombrero de ala ancha, por aquello de lo cañí. Como el anuncio del Tío Pepe, pero con capucha y en asesino.
Bueno, pues tan ridículo como el sombrero de ala ancha sobre la capucha es el atuendo de esta panda de asesinos cuando dan sus ruedas de prensa con sus capuchas rematadas por la boina, de negro uniforme y saludando con el puño cerrado, como ya sólo hacen ellos y Guerra y los del Sindicato de Clase Busine$$ disfrazados de obreretes en Rodiezmo. La foto de estos tiparracos, con su capucha y su boina encasquetada en todo lo alto, no da terror. Da risa. Parece que están de cachondeo. Como si le veláramos el rostro a Manolo el del Bombo con una careta de Carnaval debajo de su boina.
Y al final, pero no lo último, la protesta feminista que no existió. Cuando los insultos y vejaciones a las policías nacionales en la frontera melillense de España con Marruecos, no se oyó una sola voz de las feministas profesionales que saliera en su defensa. La que vive de la Igual Da de su ministerio inútil, Bibiana Aído, sólo habló al humo de las velas. Con el último ridículo sainete de las capuchas emboinadas o las boinas encapuchadas de la ETA, igual. Todos hablan de «los encapuchados». Pero nadie ha destacado que el comunicado de la vieja farsa lo leyó una tía, una nekane rabiosa, de éstas pelorratas teñidas de berrendo en colorado. O sea, que deben ser «encapuchados y encapuchadas», como los «trabajadores y trabajadoras» del citado Rodiezmo.
Como que si El Séneca viviera, le diría a Pemán:
—Ná, don José, que nos creíamos que la España de los uniformes fascistas había pasado a la Historia y mire usted por dónde estos tíos de negro, con su boina encasquetada sobre la capucha, nos han dicho cuál es el uniforme oficial de los asesinos y las asesinas.
Antonio Burgos
www.abc.es
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