sexta-feira, 4 de janeiro de 2008

El espejo y la máscara


Las sedes, en Madrid, de la Fundación Thyssen-Bornemizsa (Paseo del Prado, 8) y de la Fundación Caja Madrid (Plaza de San Martín, 1) acogen la exposición El espejo y la máscara. El retrato en el siglo de Picasso, una muestra de retratos del arte vanguardista que va de 1890 a 1990, con las obras de Picasso como hilo conductor.

«Todo retrato pintado con sentimiento es un retrato del artista, no del modelo», dice el personaje de Basil Hallward en la novela de Orcar Wilde El retrato de Dorian Gray. Está escrita en 1890, pero la frase describe con exactitud profética lo que sería el género del retrato en el arte moderno de finales del siglo XIX y el XX.

De hecho, puede pensarse que esta época significaría el fin del encargo del retrato como costumbre social, en la que, durante horas, la persona retratada posaba para que su fiel reflejo fuera plasmado en un lienzo. Sería lógico que así se imaginase, pues el siglo XX fue el siglo de la llegada de la fotografía -reflejo más fiel imposible-, y de la sociedad industrial, y de los cambios que dieron la vuelta a la Humanidad. Ya no había horas para posar, cuando con un clic podían obtenerse cuantos retratos se desearan.

En cambio, el retrato sobrevivió. A su manera, pero se quedó, y se quedó de tal modo que vivió un período de plenitud donde el artista aprendió a expresarse con nuevas técnicas y métodos que evolucionaban a gran velocidad, sin ningún tipo de compromiso entre el arte y la realidad. El expresionismo, con su carga psicológica, la utilización de colores puros, el cubismo que retrata a las personas como si se vieran desde un espejo roto en mil pedazos, el surrealismo que parecía querer huir de la realidad del fascismo que se extendía por Europa...

La exposición que aquí presentamos demuestra esta nueva realización del retrato moderno, al reunir alrededor de 150 retratos de 60 artistas, de la talla de Cezanne, Gauguin, van Gogh, Munch, Juan Gris, o Modigliani, Diego Rivera, o Andy Warhol, con el hilo conductor de Picasso. En el Catálogo, se explica que esta exposición «no es sólo una antología de espléndidas obras maestras. Si el retrato sobrevivió en el siglo XX fue a costa de una mutación dramática que alteró su naturaleza esencial. La verdad como mímesis (el espejo) se vio desplazada por los múltiples valores de la máscara. El hermetismo de la máscara, pero también su elocuencia expresiva (porque, como observaba Oscar Wilde, una máscara nos dice más que un rostro). (...) A través de unas metamorfosis tan sorprendentes como las del artista que mejor las encarna, Pablo Picasso, la exposición nos revela un lado oculto del desarrollo del arte del último siglo, el envés de la trama de la modernidad».

Las fuentes que han proporcionado la materia prima de la exposición han sido el Museo Thyssen-Bornemizsa y El Kimbell Art Museum, de Forth Worth, en Texas, dos colecciones privadas que han contando con la ayuda de la Fundación Caja Madrid, y que han estado comisariadas conjuntamente por Paloma Alarcó y Malcolm Warner.

A. Llamas Palacios

http://www.museothyssen.org/thyssen/
http://www.museothyssen.org/thyssen/exposiciones/WebExposiciones/2007/retratos/index.htm
http://www.fundacioncajamadrid.es

Nenhum comentário:

 
Locations of visitors to this page