Con el derribo de un dominó de kilómetro y medio, la capital alemana festejará hoy los veinte años de la caída del Muro, detonante del fin del comunismo en el Este. A la fiesta popular se añade la cita de numerosas personalidades mundiales.
El centro de Berlín volvió a aparecer ayer bloqueado, casi como en tiempos de la guerra fría, pero esta vez por las celebraciones de la jornada de hoy en que aquí mismo comenzó la reunificación de Europa.
En vísperas de esta gran fecha, el grupo U2 tuvo el honor de abrir las celebraciones en la Puerta de Brandeburgo, donde el presidente Reagan lanzó su «Señor Gorbachov ¡tire abajo este muro!» con algo más de éxito que tantos otros políticos que pasaron antes. El cantante Bono dijo que todo puede rehacerse, calificando ya de historia «todo el amor y el odio que pasaron a través de esa puerta». Pero lo que ven muchos berlineses, menos entusiasmados ya y algunos en paro, es zonas de nuevo infranqueables por obras, desvíos y policía, que incluso obligan a los turistas a tomar sus fotos a distancia.
Hoy comienzan los actos oficiales en el antiguo paso fronterizo interberlinés de la Bornholmer Strasse, el primero en abrirse en la noche del 9 de noviembre, donde la canciller Angela Merkel, que pasó por allí entonces para tomarse su primera cerveza en el Oeste, se acompañará por los premio Nobel Mijail Gorbachov y Lech Walesa.
Esta tarde,el presidente de la república recibirá a invitados de todo el mundo con un pasillo de antorchas en los jardines del Palacio de Bellevue. Entre estos se esperan a los dirigentes de las cuatro potencias aliadas que, hasta hace 20 años, tenían mando sobre Berlín, el presidente ruso Medvedev, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, el presidente francés Sarkozy y el premier británico, Gordon Brown. Además estarán los jefes de estado o gobierno de los 27 países de la Unión Europea y destacados activistas de la revolución pacífica.
Cruzarán luego, simbólicamente unidos, la Puerta de Brandeburgo, tras sendos discursos de Merkel, el alcalde de Berlín y los representantes de las potencias aliadas, pero no sin antes escuchar un programa que incluye a la Staatskapelle de Berlín y el coro de la Staatsoper Unter den Linden bajo la dirección de Daniel Barenboim, el conjunto clásico Adoro, los cantantes Bon Jovi y Paul van Dyck, con su nuevo himno «We are one», los percusionistas de Stamping Feet y Christian Steinhäuser. En tanto, fiestas populares se celebrarán en antiguos barrios limítrofes como Teltow.
No hay plazas libres
El programa culminará con el derribo de un dominó gigante de 1,5 kilómetros de longitud, siguiendo el trazado del antiguo Muro de Berlín entre el Reichstag y Potsdamer Platz, pintadas por numerosos artistas, escolares y estudiantes, reflejando el efecto por el que fueron cayendo los regímenes socialistas del Este, posibilitando la reunificación del continente.
Ayer, Angela Merkel inauguró junto al legendario puente de Glienicke, en que se intercambiaban los espías y prisioneros de la guerra fría, el nuevo Museo de Historia Interalemana, que recoge los testimonios de la división.
Aunque la fiesta estallará oficialmente a partir de hoy, ayer muchos berlineses y decenas de miles de turistas participaron del ambiente festivo de la ciudad. La ocupación hotelera en la capital alemana es prácticamente del cien por cien, y desde primeras horas del sábado están abarrotados todos los puntos de la ciudad en los que hay algún trozo de muro o otro tipo de símbolo que recuerde la división del país.
Junto a la celebración popular, la diplomacia de la UE no perderá tampoco la ocasión para tratar de ganar posiciones en la complicada construcción europea.Los veintisiete primeros ministros se verán en la capital alemana por primera vez desde la ratificación del Tratado de Lisboa en la República Checa. La ocasión será aprovechada sin duda para abordar los nuevos nombramientos comunitarios que contempla el Tratado.
Ramiro Villapadierna - Berlín
www.abc.es
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