El Rey Alfonso XIII sobre una de las rotativas de ABC, presenciando la tirada de las ediciones de provincias, en presencia del director don Torcuato Luca de Tena /R. CIFUENTES
Desde 1903, ABC ha apostado siempre por la innovación. Cuando nació no había otro igual: un diario ilustrado, bien impreso, con un formato único que defendía la Monarquía Parlamentaria y el liberalismo, cobijando a grandes artistas y escritores.
«Yo pensé, desde el primer momento, en un periódico diario que se vendiera a 10 céntimos -decía don Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio, fundador de «Blanco y Negro» y «ABC», durante una entrevista concedida a «El Pueblo Vasco» en 1926-. Un célebre periodista me dijo por entonces que «ABC» no prosperaría, porque un periódico político no podía ser a la vez un periódico de «monos», fotos e ilustraciones. Le contesté que el antiguo refrán español de «La letra con sangre entra» iba a ser sustituido por otro que dijera: «La letra con monos entra». Y así ha sido, y así ha quedado demostrado por la abundancia de «monos» que publican todos los diarios españoles... Desde el primer momento me propuse -añadía más adelante- que fuera «ABC» un periódico muy bien impreso. Alentado por ese propósito estudié, y llevé a sus talleres, todas las innovaciones periodísticas».
Luego, al hablar de su ideario, don Torcuato señalaba: «Puedo decir, y digo, que sigo siendo más liberal que los que han hecho un «modus vivendi» de su «liberalismo», para después no practicarlo». También se mostraba «enemigo acérrimo, antiguo y convencido de la censura», mostrándose contrario a cualquier Ley de Imprenta. Y concluía: «No me asustan las ideas más avanzadas, sino que las comparto, por creer que los pueblos modernos deben tener leyes muy democráticas, y gobiernos fuertes que obliguen a cumplirlas». Años después, su hijo Juan Ignacio Luca de Tena y García de Torres, tras visitar a Don Alfonso XIII en su primer exilio londinense, publicó una emotiva entrevista que terminaba así: «ABC permanece donde estuvo siempre: con la libertad, con el orden, con la integridad de la Patria, con la Religión y con el Derecho, que es todavía decir, en España, con la Monarquía Constitucional y Parlamentaria».
Setenta y ocho años después, ABC sigue fielmente aquel ideario liberal en lo político y en lo social, pero también en la órbita de las Ciencias y de la Cultura, estimulando la investigación científica y la pluralidad en las letras y las artes. Y todo con el mismo ímpetu innovador de su fundación, aquel 1de enero de 1903, como así puede comprobarse en esta Hemeroteca de ABC que hoy se presenta y cuya campaña de lanzamiento patrocina La Caixa.
ABC ante la Historia
El historiador fija el acontecer del mundo desde la distancia y su objetividad necesita de la lejanía que brindan el paso del tiempo y el contraste de documentos y pareceres. El periodismo cuenta la historia general de un día... cada día. ABC ha sido testigo de todo el siglo XX y lo está siendo del siglo XXI, con sus luces y sus sombras. Sucesos cotidianos y acontecimientos extraordinarios como el atentado que sufrió Alfonso XIII el día de su boda (y que fue la primera exclusiva fotográfica universal), la Primera Guerra Mundial, el hundimiento del Titánic (cuya portada en ABC constituye la primera infografía española), la Revolución Rusa, la Semana Trágica de Barcelona, la Guerra de Marruecos, el «crack» del 29, la caída de la Monarquía y la proclamación de la II República, nuestra Guerra Civil (cuando los dos bandos imprimieron ABC: uno «nacional» en Sevilla, el otro «rojo» en Madrid, pues ni siquiera quienes más nos combatieron podían prescindir de la cabecera más popular de España), la Segunda Guerra Mundial y la posterior Guerra Fría, el franquismo, el nacimiento de la Comunidad Europea, el advenimiento de la democracia de la mano de Don Juan Carlos, por sólo citar acontecimientos históricos. Sin olvidar por ello la crónica de los grandes eventos deportivos (las copas de Europa del Madrid y del Barça, los Juegos Olímpicos de Barcelona), artísticos, literarios, teatrales, sociales o económicos... Todo el mundo pasa por las páginas de ABC.
Censuras, secuestros
Sin embargo, no siempre le fue fácil a nuestro periódico la defensa de su ideario. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, padeció los rigores de la censura en no pocas ocasiones. Durante la República llegó a ser asaltado por una multitud que luego incendiaría un centenar de iglesias, siendo injustamente clausurado entre el 11 de mayo y el 4 de junio de 1931; y no sólo en esa ocasión, sino en varias otras, apareciendo diariamente a pesar del acoso censor y de las sanciones gubernativas. A contracorriente.
Así ocurriría también durante el franquismo, cuando se llegó a tachar una mención a Alfonso X el Sabio por «propaganda monárquica», o incluso, a secuestrar una edición por una «Tercera» que reivindicaba «La Monarquía de todos». Y aún así, cuando falleció José Ortega y Gasset y la Dirección General de Información ordenó que la noticia se diera breve, ABC publicó en su portada la mascarilla mortuoria del filósofo liberal. Se ejercía un periodismo de moderada oposición, no se olvide que Franco no devolvió el Trono a Don Juan III.
Letras y Artes en ABC
Primero la revista «Blanco y Negro» y luego «ABC» nacieron con el ánimo de difundir la literatura y las artes españolas dentro y fuera de nuestras fronteras, sea cual fuere su ideología, porque ya el fundador consideraba que el pensamiento de sus colaboradores no tenía por qué coincidir con la línea editorial, y éstos podían expresarse con toda libertad. Grandes figuras de la derecha y de la izquierda -incluso personalidades incómodas y represaliadas por los gobiernos de cada época, exiliados y proscritos- así lo han hecho siempre en estas páginas. Disculpen, se haría interminable dar cuenta de tan extensa nómina.
Estas colaboraciones artísticas y literarias no sólo han ido apareciendo en las páginas diarias de «ABC» -«Terceras» y «Tribunas Abiertas»- sino que fueron creándose a lo largo de los años diversos suplementos para darlas cabida. En 1980 nacía «Sábado Cultural»; en 1987 comenzó a editarse «ABC de las Artes» bajo la dirección de nuestra actual presidenta-editora, Catalina Luca de Tena; dos años después surgía «ABC de la Música». Los tres suplementos habrán de reunirse en 1991 en «ABC Cultural», que hoy se llama «ABCD las Artes y las Letras» y que es el centro de referencia por su pluralismo y altura crítica entre todos los suplementos culturales de habla española.
A estas publicaciones hay que sumar otras de diversa naturaleza como «ABC de la Educación» (1984), «Ciencia y Futuro» (1985), «ABC de la Economía» (1987), «Los Análisis de ABC» (1991) y «ABC en clase» (2004).
Los premios de ABC
La búsqueda de la excelencia ha sido el norte que ha guiado la ya larga singladura de «ABC». Por ello mismo, se han ido instituyendo varios premios que se conceden anualmente. En 1920 se creaba el Mariano de Cavia, que distingue al mejor artículo literario publicado el año anterior en cualquier medio. En 1929 nacía el Premio Luca de Tena, al que concurrían artículos de opinión sin firma y que ahora señala toda una trayectoria en el periodismo. Y en 1966 se instituyó el Premio Mingote que recae alternativamente en una viñeta o en una fotografía. Los galardones de ABC están considerados los más importantes del periodismo de nuestra lengua.
En fin, «ABC» no sólo fue un diario que se ha ido innovando desde su fundación con las más avanzadas tecnologías: primero el fotograbado, luego el huecograbado, después los fotopolímeros, más tarde la informática y el «offset», y ahora llega a lo más alto de la era digital con ABC.es y esta Hemeroteca de ABC en la que ya puede consultarse toda su historia desde el primer número.
Tulio Demicheli
www.abc.es
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