El pulpo Paul ha sido un auténtico talismán para España. El cefalópodo más famoso de la historia acertó de nuevo en su pronóstico, cuando el pasado viernes auguró que la Roja se impondría en la final a Holanda, a la que efectivamente ha vencido por 0-1.
En tan sólo tres minutos, sin mostrar asomo de dudas, Paul se lanzó hacia el mejillón que contenía la urna en la que figuraba la bandera de España, despreciando la que correspondía a Holanda. Ahí quedó sentenciada la suerte de España.
El pulpo se había manifestado ya a lo largo del campeonato como un excelente futurólogo, pero en España cobró protagonismo cuando anticipó la victoria de los hombres de Del Bosque en la semifinal contra Alemania, precisamente al patria de acogida de esta auténtica estrella de ocho patas que habita en el Acuario de Hannover.
También acertó al «determinar» que Alemania ganaría a Uruguay en el encuentro en el que se debatían el tercer y el cuarto puesto del campeonato, que acabó con victoria germana por 2-3.
El error de la Eurocopa
Afortunadamente para España, a Paul sólo se le conoce un error, el que cometió al apuntar el triunfo de Alemania frente al conjunto hispano en la Eurocopa de 2008.
El pulpo se ha convertido en un icono para la afición española, que la ha incorporado a muchas de las banderas rojigualdas e, incluso, ha hecho aumentar las ventas de este molusco, según aseguran algunos pescaderos.
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