¡El sueño se ha hecho realidad! ¡España es campeona del mundo! Hemos sufrido, como siempre, pero esta vez para ganar. Apareció Iniesta a cinco minutos del final de la prórroga para acabar con la resistencia de Holanda (0-1) y dar el Mundial a la selección española. ¡Por fin!
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Audio: ¡¡¡¡Somos campeones del Mundo!!!!
- Especial: Mundial 2010
- Narración de Guillermo Domínguez
- Juanma Rodríguez: El sueño cumplido
- Así ha jugado, y ganado, España
Las lágrimas de Iniesta, las de Casillas, Xavi, Vicente del Bosque... eran las lágrimas de 44 millones de españoles. España está por fin en el Olimpo del fútbol. Aunque cueste creerlo, ya tiene un Mundial en su palmarés. Sólo siete países –Uruguay, Italia, Brasil, Alemania, Inglaterra, Argentina y Francia– pertenecían hasta ahora al selecto club que ha ganado el campeonato en alguna ocasión. Ahora hay que hacerle un hueco a España, que llevaba 80 años esperando este momento. El fútbol le debía una a nuestro país, y por fin nos hemos podido abrazar la gloria en esta mágica noche del 11 de julio de 2010. Uno de los días de nuestras vidas, una fecha que nunca olvidaremos.
La racha comenzó hace poco más de dos años, el 29 de junio de 2008, cuando la selección española, entonces con Luis Aragonés al mando, se proclamó campeona de Europa en Viena. Esa generación de jugadores, con alguna que otra pincelada –ya no están Marcos Senna o Dani Güiza, pero se han incorporado Sergio Busquets, Fernando Llorente, Javi Martínez, Jesús Navas o Pedro Rodríguez, entre otros–, ha seguido comulgando con la excelencia. Está claro que un Mundial no siempre lo gana el mejor, pero si eres el equipo que mejor juega al fútbol tienes mucho ganado.
España se citaba con la gloria en el Soccer City Stadium, pero había que sufrir. Como no podía ser de otra manera. Hemos estado al borde del infarto, casi se nos ha salido el corazón por la boca. Pero ha merecido la pena.
Tanto Vicente del Bosque como el seleccionador holandés, Bert van Marwijk, salieron con sus onces de gala en la gran final. El técnico español apostó por el mismo equipo que, cuatro días atrás, había deslumbrado ante Alemania en semifinales, con Pedro en el campo en detrimento de un Fernando Torres que se quedó en el banquillo, mientras que el entrenador de la Oranje recuperaba a Van der Wiel y Nigel de Jong, que se perdieron la semifinal frente a Uruguay por sanción.
España salió más enchufada y comenzó llegando con serio peligro a los dominios de Stekelenburg. A los cuatro minutos, Sergio Ramos pudo haber marcado el 0-1 de cabeza, aunque se lució el meta holandés con un paradón, mientras que Villa tuvo el gol en sus botas sólo siete después en un remate de volea, pero echó el balón fuera. El equipo de Vicente del Bosque, que jugaba de azul en esta final, era mejor, infinitamente mejor que Holanda.
Y Holanda sacó la guadaña
El conjunto de Bert van Marwijk, viendo que no le podía hacer sombra a los campeones de Europa jugándoles de tú a tú, se dedicó entonces a sacar la guadaña y a repartir hachazos por doquier a su rival. España había caído en la trampa de la Oranje, que había conseguido frenar la avalancha de fútbol que se les venía encima. Van Bommel, de sobra conocido por su dureza, jugaba con fuego, pero el árbitro Howard Webb, que tuvo una actuación lamentable, optó por no expulsarle. Más dura si cabe fue una patada de karate de Nigel de Jong a Xabi Alonso en el pecho. Era de roja, pero el colegiado inglés le indultó sacándole sólo la amarilla.
Quien seguía a lo suyo era Pedro Rodríguez, una de las revelaciones de la selección española en este Mundial. El joven futbolista canario, que ya había brillado en la semifinal contra Alemania, fue generoso en el esfuerzo y bajaba constantemente a recibir balones al centro del campo. Cada vez que tocaba la pelota, ponía en serios aprietos a la defensa holandesa. Al menos para quien les escribe, fue el mejor de la primera mitad. Holanda, mientras tanto, se amparaba en la inspiración de sus musas, Robben y Sneijder, para tratar de sorprender a un Casillas que tuvo que emplearse a fondo en la última acción de la primera parte, al desviar a córner un tiro de Arjen Robben. Con el empate sin goles acabó la primera mitad, bastante brusca, en Johannesburgo. Hubiera sido un premio demasiado grande para Holanda irse por delante en el marcador.
El guión no cambió tras el paso por vestuarios: España seguía a lo suyo, tocando y tocando, mientras Holanda continuaba ofreciendo un juego sucio para frenar a los pupilos de Vicente del Bosque. A la escasez de ideas de Holanda se le añadía que el partido estaba más tiempo parado que en juego.
Apareció "San Iker"...
El partido olía a prórroga. Vicente del Bosque dio entrada en el campo a Cesc Fábregas en lugar de Xabi Alonso, pero España no consiguió marcar tras los 90 minutos reglamentarios, más los tres que descontó el impresentable de Howard Webb. El tiempo extra estaba servido.
... y también Iniesta
España perdonó en la prórroga, ¡y de qué manera! Después de que el colegiado se tragara un clarísimo penalti de Heitinga a Xavi cuando el barcelonista iba a rematar, Cesc, Iniesta y Jesús Navas tuvieron nuevamente en sus botas el gol, pero no lo encontraron. Del Bosque se jugó su última baza en el descanso de la prórroga dando entrada a Fernando Torres en lugar de Villa, que hizo un encomiable esfuerzo y ha acabado como máximo realizador del Mundial con cinco tantos; eso sí, igualado con Sneijder, Diego Forlán y Thomas Müller.
Las cosas se le ponían bien a la selección española, pues Heitinga fue expulsado a diez minutos del final de la prórroga por un claro agarrón a Iniesta. El ex jugador del Atlético de Madrid debió irse a las duchas mucho antes, como también Van Bommel, De Jong, Van Bronckhorst y tantos otros.
Holanda empezaba a frotarse las manos viendo que se acercaba la tanda de penaltis. Era la consigna que le había dado Van Marwijk a sus muchachos: aguantar como fuera. Pero entonces surgió nuevamente la figura de Andrés Iniesta para fusilar a Stekelenburg y dar a la selección española la mayor alegría de su historia. La Oranje no supo reaccionar al tanto del manchego, que ya ejerció de héroe el año pasado en la vuelta de semifinales de la Liga de Campeones contra el Chelsea en Stamford Bridge.
Pero, ¡qué importa eso ahora! Apareció Iniesta, como antes apareció "San Iker". Y han aparecido también los 21 miembros restantes de la selección española, aunque algunos de ellos no hayan jugado, para darnos esta maravillosa Copa del Mundo. Nosotros, al menos, les estaremos eternamente agradecidos por escribir esta página tan gloriosa del deporte español.
Guillermo Domínguez
http://www.libertaddigital.com
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