Ya puede verse por todas partes otra campaña publicitaria a favor del Gobierno. Gómez Navarro, Garrigues Walker, Guillermo de la Dehesa y Miquel Roca Junyent han ideado este engendro, según ellos, para solucionar la crisis económica. Falso. Detrás de todo este cuento, está el dueño de la finca. Dice el portavoz de la cosa, Gómez Navarro, que cuenta con las Cámaras de Comercio y 18 grandes empresas. Este periódico, sin embargo, considera que semejante montaje, más allá de la fiabilidad moral que nos merezcan los personajes que le ponen rostro, lejos de ayudar a resolver la crisis, sólo quiere salvar a su gran protector, Rodríguez Zapatero. Está, pues, muy bien titulada la noticia: Grandes empresas quieren salvar a Zapatero.
En efecto, a pesar de presentar la campaña como algo ajeno a Zapatero y su Gobierno, los falsos "mediadores" del montaje han tenido que reconocer que, además de los 600.000 euros que ponen los organizadores para mejorar la imagen de España en el extranjero, el Gobierno destinará una ayuda significativa para promocionarnos en Londres y Nueva York. "Esto lo arreglamos entre todos", lema castizo donde los haya, será repetido por tierra, mar y aire para levantar el ánimo de los ciudadanos, pero, sobre todo, pondrá presión al PP por no colaborar con el Gobierno, y dará oxígeno a Zapatero.
Zapatero, sí, compra aire a cualquier precio para sobrevivir. Ahora le ha tocado el mundo de los negocios y las grandes empresas. No creo que en este caso le haya costado mucho, entre otras razones, porque pastorea a la mayoría de esas 18 empresas a su antojo. Y es que Zapatero, según nos tiene acostumbrados, no para a la hora de idear maldades a su favor. Ganar tiempo. Eso es todo. Mantenerse más o menos cómodo en el poder, hasta que se acabe la etapa de la presidencia europea, es lo que busca esta campaña. Para entonces ya tendrá decidido si adelanta o no las elecciones.
La prolongación de su poder es la única preocupación de Zapatero. El resto, la sociedad y la crisis, le importa una higa. Ahora, ha movilizado a 18 grandes empresas a su favor. Ninguna le ha rechistado. He ahí al hombre más poderoso de España ejercer el poder de modo implacable. Ni Caja Madrid se ha negado a colaborar en tal engendro y, por supuesto, las primeras en prestar su colaboración han sido las empresas más politizadas, por ejemplo, Telefónica. El poder que Zapatero ha desarrollado sobre las grandes corporaciones empresariales es, sin duda alguna, muy superior al ejercido por anteriores presidentes de Gobierno.
Valga un ejemplo: Javier de Paz, el gran amigo de Zapatero, controla con mayor precisión e inteligencia política a Telefónica que en su tiempo hiciera Juan Vilallonga, el compañero de pupitre de Aznar; incluso, según dicen las malas lenguas, Zapatero y Paz han puesto, casi con precisión maquiavélica, a un hombre del PP en un puesto ejecutivo de Telefónica. Sí, sí, del PP y, quizá sea verdad, que está al servicio de La Moncloa, o mejor, para trazar "puentes" entre unos y otros, entre malos y peores. Vida.
Agapito Maestre
http://www.libertaddigital.com
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