“Los pilares de esta selección son el fútbol, la madurez, la humildad y la confianza, señalaron los tres capitanes en una entrevista a ABC antes de iniciar el Mundial. Es hora de hacer balance. La selección ha hecho un trabajo sobresaliente. Ha roto todas las barreras establecidas y ahora su proyecto responde a una realidad. Fútbol, buen juego, una generación con gusto, calidad... un premio a varios años de trabajo y que tiene una base firme. ABC resume en diez puntos los factores que han influido en el éxito de España.
1. Materia prima. Hablar de Casillas, Puyol, Ramos, Pique, Xavi, Iniesta, Torres, Villa, Cesc... son palabras mayores. Jugadores de primer nivel. Elementos de calidad exquisita, ensamblados en un patrón de juego vistoso. Hoy, España representa el mejor escaparate para el fútbol. Quiere el balón, se defiende con él y ha creado escuela. Todo bajo el principio de la asociación. España tiene ahora mismo una de las mejores hornadas del fútbol Mundial. Campeona de Europa y del Mundo con una selección que encontró la unanimidad en la crítica, aunque se quedasen fuera jugadores como Marcos Senna, Cazorla o Güiza, que tuvieron un papel muy importante en la Eurcopa.
2. Espíritu ganador. La selección ha firmado unos números increíbles en los dos últimos años. Sólo ha perdido dos encuentros (Suiza en este Mundial y Estados Unidos en la Copa Confederaciones) y logró la clasificación para la Copa del Mundo sin perder un partido. Esta dinámica ganadora ha permitido que muchos jugadores, la mayoría jóvenes, hayan entrado en un equipo que tiene el viento de cola. Ahí están los casos de Piqué, Busquets, Mata, Javi Martínez o Pedrito.
3. Unión sin fisuras. La derrota frente a Suiza se convirtió en un examen para el vestuario. La respuesta fue impecable. Todo el mundo fue consciente del momento delicado pero nadie entendió que era el momento para levantar la voz. Al contrario. Se afianzaron los lazos y no hubo fisuras. Ni siquiera en los suplentes, una casta propensa a sacar las uñas en momentos delicados. Ahí están los casos de Fernando Torres o de Cesc Fábregas, dos estrellas en la “Premier inglesa”, que no han tenido un papel destacado en este Mundial. O David Silva, que ha pasado de titular indiscutible a participar con cuentagotas. Tampoco hubo mal ambiente cuando se cuestionó la titularidad de Íker Casillas por un sector de la prensa, que intentó enfrentarle con Valdés.
4. Naturalidad. Del Bosque apostó por su modelo. Cualquier decisión desde el cariño antes que con el palo. Nada de dictaduras. Ni en el cuerpo técnico ni con los jugadores. Del Bosque se apoya mucho en Toni Grande y en Javier Miñano mientras que Casillas, Puyol y Xavi llevan el peso en la caseta, donde hay libertad absoluta para opinar. Un ejemplo del sentido común aplicado fue la visita de puertas abiertas al cuartel general de la selección, al día siguiente de haber perdido el partido contra Suiza. Otros habrían convertido el hotel en un bunker. También en el trabajo. Fernando Torres, Silva o Cesc han sido suplentes y nadie ha montado un motín.
5. Saber ganar. A la selección siempre se le criticó que cuando llegaban los partidos importantes en los grandes eventos caía derrotada por la presión del cruce. Un hándicap que se corrigió en la última Eurocopa, cuando superó a Italia en los cuartos de final y en la tanda de penaltis. Los jugadores recibieron un espaldarazo. Un plus de confianza que se ha notado en el campo. España ha afrontado varias situaciones bajo presión y las resolvió con entereza. El partido contra Alemania en semifinales refrenda esta nueva condición.
6. Roles de actores secundarios. Más o menos, la mayoría de los aficionados y enviados especiales manejan doce o trece jugadores para confeccionar el once en este campeonato. La polivalencia de los jugadores y el aumento de calidad en la lista multiplicaron el abanico de opciones para el seleccionador. Todos los que han jugado han cumplido (sólo han permanecido vírgenes Reina, Valdés y Albiol) con creces. Desde Torres, pese a su reciente operación, a Silva o Cesc, dos fijos que no han gozado de muchos minutos.
7. Varita del seleccionador. El seleccionador ha tenido buen ojo cuando se ha visto en la necesidad de buscar la solución de emergencia en el banquillo. Los planes “B” o “C” que se llaman. Jesús Navas, Fernando Llorente, Pedrito e incluso Marchena, que pese a su veteranía siempre cuenta para los seleccionadores, han entrado a los partidos en los momentos menos esperados y su trabajo ha sido decisivo para el resultado final.
8. Íker Casillas. El capitán fue puesto en entredicho por un sector de la prensa y su respuesta ha sido encomiable. Se vio arropado en el vestuario y uno de los pilares más fuertes del equipo apareció en el momento justo, a la hora exacta. Detuvo el penalti a Cardozo en el cruce con Paraguay, detalle que sirvió para espantar fantasmas y encarrilar el proyecto.
9. Los goles de David Villa. La selección siempre se caracterizó por ser un equipo goleador. Contundente. Y su máximo exponente es el ya delantero del Barcelona. Llegó al Mundial con la idea de pelear por el pichichi y no faltó a su palabra. Sus tantos han sido decisivos en la mayoría de los encuentros y es el triunfador de los delanteros en este Mundial.
10. Espíritu colectivo. España llegó a la final con dos goles en contra en seis partidos. Y los de “churro”. Uno ante Suiza después de cinco rebote, y en fuera de juego, y otro ante Chile porque Piqué desvió un balón claro para el portero. El éxito defensivo se debe al espíritu colectivo. La selección ha sido solidaria en todos las facetas.
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