quarta-feira, 11 de agosto de 2010

Superbibiana

«Dime que no es verdad lo de Bibiana. Lo del superministerio de Sanidad, Igualdad y Trabajo. Dime que no es verdad, que os lo habéis inventado. Dime que es una maldad conspirativa de Madrid. Dime que es un bulo para perjudicarnos».

Mi amigo no ha perdido tiempo ni en saludarme, apenas un gesto en el ala de su sombrero panamá. Ha sido encontrarnos en la calle, bajo la canícula, y dispararse como una ametralladora desde varios pasos de distancia. Como siempre que lo veo, le pregunto si sigue siendo socialista.

—Yo seré socialista hasta que me muera, lo que con noticias como ésta puede sucederme pronto. Lo que no soy es gilipollas, como algunos y algunas, que se dice ahora. Ni pienso perder mi capacidad de asombro.

—¿Entonces no te gusta la idea que Bibiana sea superministra?

—No me pinches. Sería una estupenda concejala de cultura en su pueblo. Supongo que ese asunto será una especulación capitalina, pero lo peor es que cuadra con todo lo que está pasando.

—¿?

—Sí, el principio de Peter que rige en este Gobierno. Todo el mundo en su máximo nivel de incompetencia. Y cuadra también con el modo enrevesado que Zapatero tiene de salir de los líos que él mismo monta. Lo de Madrid acabará en una crisis de Gobierno, ya lo verás.
—Eso se dice. Con Blanco o Rubalcaba de vicepresidente primero y Chacón de vice tercera, para manejar las relaciones con Cataluña. Y con Chaves jubilado.

—Si fuese así habría algo de sensatez. Temo cosas peores. Temo ver a Leire con una cartera. Y si yo fuese Griñán temería también que me acabasen sustituyendo por Mar Moreno como candidata en 2012. Aunque esto quizá se lo esté ganando a pulso él solito…

—¿Y lo de las primarias de Madrid cómo lo ves?

—A mí me gustan las primarias, como a ti, pero todo el mundo sabe que Zapatero no las quería. De momento ya ha fracasado al no lograr que Tomás Gómez se retire; ahora tiene que ganar Trini sí o sí. Después de haberse implicado, el presidente no puede perder ante un segundón: lo tienen que arrasar. Si ganase Gómez algunos barones no tardarían un minuto en plantear el relevo al máximo nivel. Pero no, no sueñes, no será Gómez el que acabe con el zapaterismo. Mi teoría es que si tiene posibilidades de vencer no llegará vivo a las primarias. Si no lo pueden comprar lo tumbarán como a Borrell. Si se llega a votar es porque esté derrotado de antemano.

—Lo podrían hacer ministro…

—Quizá debían de haber empezado por ahí. O lo han intentado y él no ha tragado el anzuelo. Pero mira, quizá fuese mejor ministro que la mitad de los que están. Por lo menos de sanidad entiende algo… y es socialista, ¿sabes? A lo mejor hacía falta en el Gobierno alguna gente que sepa relacionarse con la calle, que haya pisado un poco las agrupaciones…como antes.

—Un nostálgico, es lo que eres.

—Sí, un nostálgico de cuando hacíamos las cosas bien…

Ignacio Camacho

www.abc.es

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