Eliécer Ávila Sicilia es un estudiante cubano de 21 años que la semana pasada cometió la imperdonable osadía de preguntar a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, por qué los jóvenes cubanos no pueden salir del país y por qué, dentro de la propia isla, no pueden alojarse en sus hoteles. La respuesta del jerarca castrista, un refrito de lugares comunes del paleocomunismo a la cubana, fue lo de menos. Lo de más, que un compañero de Eliécer se encontraba grabando el turno de preguntas y tuvo la felicísima idea de subir a un conocido servidor de vídeos de internet la “impertinencia” del estudiante.
Miles de personas han podido ver el vídeo desde todos los rincones del globo y, aunque la pregunta fue formulada muy educadamente y el propio Eliécer se autodefinió como joven revolucionario, eso es algo que el castrismo no puede tolerar. Cuba, que hoy por hoy es la quintaesencia de país comunista con el que sueñan políticos como Gaspar Llamazares o los líderes del movimiento antiglobalización, se sustenta sobre un estado policial tremendamente represivo. En Cuba nada pasa desapercibido y quien se atreve a cuestionar al régimen, ya sea en público o en privado, lo paga con la cárcel, la incomunicación, el escarnio público o, directamente, la propia vida.
Esta ecuación tan sencilla –quien critica lo paga– es bien conocida por cualquier cubano y, naturalmente, por todos los gobiernos del mundo libre, incluido el nuestro. A pesar de ello, con Castro son todo paños calientes y nadie, a excepción de los Estados Unidos e, intermitentemente, la Unión Europea, hace nada al respecto. Muy al contrario, a Castro y a su infame régimen se le reconoce legitimidad plena y se le trata obsequiosamente en todas las cumbres internacionales a las que asiste. Este doble rasero con el que la diplomacia trata a Castro respecto a otros dictadores, y este mirar hacia otro lado cuando se habla de Cuba va a terminar pagándolo Eliécer Ávila quien, muy probablemente, ya haya dado con sus jóvenes huesos en la cárcel.
www.libertaddigital.es
Nenhum comentário:
Postar um comentário