Entre la marea humana que ayer anegó el centro de la capital de España para cantarle a la vida, se podían escuchar muchas voces, dispares en algunos mensajes, pero coincidentes en lo fundamental. Pese a las lógicas apreturas y algunos obligados empujones, todos nadaron a contracorriente, como acuñó en estas páginas Juan Manuel de Prada. Estos son algunos de sus testimonios.
María Pilar Alcalde: «Es mi cumpleaños, pero aquí estoy»
Esta zaragozana de 53 años y madre de tres hijos, porta el célebre cachirulo de su tierra. Son fiestas en su ciudad y, para más inri, es su cumpleaños. Pese a todo, ayer viajó a Madrid. Y se trajo consigo a familiares y amigos. «Aquí estoy porque merece la pena estar». Sin aditivos ni palabras altisonantes. Claridad y concisión.
Cristina Santos: «Esto va a merecer la pena»
Un grupo de mexicanos residentes en España desde hace años pasean sus banderas de ambos países, el original y el adoptivo. «Esta manifestación va a servir de algo seguro, por algo estamos todos aquí». «En México hay pocos abortos, y si los hay es por la pobreza, ya sabes», comenta una mujer que además destaca que «la legislación del aborto no es buena, y la quieren cambiar para peor». Tras charlar con ABC durante un minuto, vuelven a enarbolar sus banderas y, muy entusiasta con la causa, se dejan la garganta con gritos a favor de la vida.
Miguel Navarro: «No al aborto porque somos de izquierdas»
Este joven forma parte de un numeroso grupo que lleva como estandarte un cartel que niega los prejuicios sectarios y los apriorismos falaces: «Defendemos toda vida porque somos de izquierda». Este mensaje, que desde luego no parece compartido por el PSOE, dispuesto a aprobar la nueva ley del aborto, llamó la atención de muchos ayer en las calles de Madrid. Cuando se les pregunta por ello, lo tienen más que claro. «Los que defienden la justicia tienen que defender la vida, ¿no? Es incongruente defender la justicia social y acabar con las vidas de los niños que están en los vientres de las madres».
Daniel Jiménez: «No puede ser que un delito sea un derecho»
Daniel Jiménez no viajó desde otro punto de España para tomar parte en la manifestación. Vive en Madrid y se acercó, simple y llanamente, porque no puede quedarse sin alzar la voz ante lo que considera un «tremendo atropello». «No puede ser que lo que es un delito pase a ser un derecho». Apunta que «el Gobierno debe hacer que se cumpla la ley actual, no cambiarla». Y cree que se requiere una gran protesta «transversal», sin ideologías ni nada parecido que enturbien sus peticiones contra el aborto.
Familia Lázaro Sánchez: «Que vean lo que hay, que oigan estas voces»
Si algo abundaba ayer en las calles de la capital de España, eran las familias enteras que acudieron para defender que ninguna mujer opte por el aborto. «Que vean lo que hay, que oigan nuestras voces, aún hay personas que piensan en España», señala José Luis Lázaro. Su esposa, Estefanía Sánchez, se ocupa de cuidar de Sofía, de 10 años, mientras Alejandro, de 8, no para de revolotear. Es la primera vez que se animan, y si hace falta, volverán.
Alberto Lardiés - Madrid
www.abc.es
Nenhum comentário:
Postar um comentário