sexta-feira, 5 de fevereiro de 2010

Pobres obamitas

Si los europeos hubieran podido votar a Obama, en lugar del 54% hubiera sacado más del 80% de apoyo, tal era el entusiasmo hace un año por su persona. Pero tanto los infantiles de izquierda como el resto de anti-Bush que apoyaban al presidente norteamericano deben andar muy decepcionados. No sólo no hace lo que esperaban, sino que marcha por un rumbo que no les puede satisfacer.

La prensa europea, tan suave aún con Obama como la propia norteamericana, no ha despertado, pero los líderes de la UE parece que sí: ya saben que Obama de proeuropeo, poco. No sólo no viene a la cumbre EE.UU.-UE, sino que negocia a espaldas nuestras importantes acuerdos, como durante la cumbre de Copenhague. Con Rusia y China, incluso hasta con Irán, Obama sí está dispuesto a negociar, pero de los europeos ni se acuerda.

Y cuando lo hace no es más que para exotismo, como el cacareado Desayuno de la Oración. Mucho debe ansiar nuestro presidente esa foto con el mandatario norteamericano para estar dispuesto a desoír a sus voceros laicistas y a sacrificar lo que hasta ahora decían eran sus principios.

Y en cuanto a los anti-Bush de todo signo, tampoco es que puedan estar más contentos: poco ha cambiado en Irak; no se ha ido de momento de Afganistán y por poca pasión que le ponga, no ha enclaustrado a América en su burbuja continental.

Y lo que es peor para todos, la persona que recibió el Nobel por lo que pudiera hacer en el futuro, está perdiendo más deprisa que nadie el apoyo de sus votantes que, como afirmó en Londres, es a quien en realidad se debe.

Aprovechando la oración, unos y otros deberían encomendarse a Dios, porque estos dos hombres no tsólo no ienen arreglo sino que son los responsables directos de mucho de los males que nos aquejan. Ni a Bush, ni a Blair ni a Aznar se les puede achacar la culpa ya. Pobres Obamitas.

Rafael L. Bardají

www.abc.es

Nenhum comentário:

 
Locations of visitors to this page