sexta-feira, 26 de fevereiro de 2010

Un llamamiento a la confianza

Hace apenas dos años vivíamos en el mejor de los mundos. España, como muchos otros países desarrollados, disfrutaba de la etapa más larga de crecimiento económico en décadas. Se había llegado a pensar que la globalización iba a ser capaz de acabar con la inflación y los ciclos económicos, y se creía de nuevo, como en el 2000, que «esta vez es diferente» olvidándose de la tozuda realidad.

La situación es que todos, estados, empresas y particulares, estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades. Con los tipos de interés extremadamente bajos, el crédito fluía sin restricciones, mientras los precios inmobiliarios crecían sin límite. El endeudamiento de las compañías y de las familias aumentaba día a día. Se estaban creando dos peligrosas burbujas (financiera e inmobiliaria), que pronto estallarían, generando una de las mayores crisis económicas del mundo desarrollado, desde la depresión de 1929.

El resto de la historia es de sobra conocido. Estados Unidos y las principales economías europeas entraron en recesión. La actuación coordinada de los bancos centrales, primero, y las ayudas de los gobiernos de los países desarrollados, más tarde, consiguieron frenar la quiebra financiera y empresarial en el mundo. Pero no pudieron evitar la recesión y el aumento del desempleo a niveles hasta ahora desconocidos.

Ante esta situación, los ciudadanos de los principales países desarrollados perdieron la confianza en el sistema. Especialmente, los españoles, porque nuestra economía era especialmente intensiva en mano de obra y el derrumbe del sector inmobiliario y de la construcción residencial dispararon el desempleo en muy pocos meses. En estos momentos, el paro supera la cota de los cuatro millones de personas y el índice de confianza está por los suelos.

Las principales encuestas que circulan por nuestro país sitúan el desempleo como principal preocupación de los españoles y muestran que el barómetro de la confianza de la sociedad frente a la clase política está más bajo que nunca.

Por eso, hace unos meses, un grupo de profesionales y empresarios españoles, aglutinados en torno al Consejo Superior de Cámaras, pensamos que había que actuar para frenar esa sangría de desconfianza que estaba inundando nuestro país y que impedía solucionar nuestros problemas. Y decidimos actuar en busca de una ilusión que nos ayudara a salir de la crisis entre todos.

Para sorpresa nuestra, grata sorpresa, a medida que hemos comentado el proyecto con los responsables de las principales empresas del país, la respuesta recibida ha sido rápida y positiva. Todos coinciden en que hay que actuar cuanto antes para intentar recuperar la confianza perdida y se comprometen con el proyecto.

El título de este artículo es el de nuestro lema y nuestra página web: estosololoarreglamosentretodos.org. Se trata de mucho más que una frase o un lema de campaña. Es una llamada a la sociedad civil y desde la sociedad civil, para intentar recuperar esa confianza perdida. Una acción de todos y para todos, para conseguir una actitud positiva que nos ayude a salir de la crisis.

Somos conscientes de que vivimos tiempos difíciles y de que la situación y las perspectivas económicas están afectando de manera negativa a nuestras vidas. Sabemos también que hay más de cuatro millones de personas y sus familias que viven en la desesperanza por no encontrar trabajo y que la crisis no se soluciona de un día para otro.

Pero los que tenemos más edad y experiencia sabemos que los españoles hemos pasado por situaciones igual o incluso más complicadas y que hemos sido capaces, entre todos, de salir adelante con más fuerza que nunca. Basta echar un vistazo a la historia de los últimos 35 años para comprobar que eso lo hemos logrado más de una vez. La experiencia ya nos ha enseñado que de las crisis se sale trabajando más y mejor, y aumentando la productividad, que es uno de los grandes problemas estructurales de nuestra economía.

Lo primero que tenemos que proponernos es romper ese círculo vicioso. Evitar que las emociones y los impulsos terminen imponiéndose a la razón y a la realidad, para que esta no empeore día a día. La falta de confianza es nuestro peor enemigo, porque nos conduce a ver las cosas con pesimismo y a sentirnos impotentes para afrontar los problemas. Y, lo que es peor, nos atenaza, y nos hace incrédulos ante las iniciativas que plantean las instituciones, las empresas y las personas.

Ante estas circunstancias hay una realidad incuestionable: esto sólo lo arreglamos entre todos; con esfuerzo, compromiso, talento y confianza en que podemos hacerlo. Nadie nos va a sacar las castañas del fuego. Sólo entre todos saldremos de ésta.

Por eso, porque no podemos permanecer ni un solo día más de brazos cruzados, hoy iniciamos en toda España una campaña que invita a actuar, sin excepciones, ni diferencias de clase, color político o territorio. Es una campaña de todos y para todos. Pretendemos llegar hasta el último rincón de la geografía española con nuestros mensajes y que éstos reboten una y otra vez y se multipliquen creando un eco ensordecedor. Que nadie se quede sin oír el mensaje: esto sólo lo arreglamos entre todos.

Contamos con un equipo muy profesional e ilusionado, que ha diseñado una campaña de comunicación y publicidad muy ambiciosa; contamos con el apoyo económico directo de las principales empresas del país y con la colaboración de los medios de comunicación; contamos con la participación de importantes figuras de la vida social, cultural y deportiva española, que están colaborando desinteresadamente en la campaña, además de los testimonios de ciudadanos anónimos que esperamos ampliar a todos los que estén dispuestos a sumarse a esta iniciativa.

Por ello las redes sociales serán una de nuestras prioridades. La web estosololoarreglamosentretodos.org está ya abierta al público y confiamos en que va a ser un gran altavoz en nuestro empeño. Queremos provocar un debate social sobre la actitud que tenemos cada uno de nosotros ante la crisis, recibir y lanzar ideas e iniciativas para recuperar esa confianza colectiva que actúe de palanca y motor de la recuperación económica y social en España.

Tenemos que ser capaces de contagiar la confianza de la misma manera que se ha contagiado el pesimismo. Y los que nos digan que es imposible, es que no nos conocen. Porque si tú, y tú, y tú... nos convertimos en nosotros, no habrá nada que no podamos arreglar.

Porque esto solo lo arreglamos entre todos.

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