El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegó el viernes a Honduras portando una dura resolución de la Asamblea General que él mismo se encargó de promover, redactar y conseguir que se aprobara. |
En ella se exigía la restauración "inmediata, segura e incondicional" de Manuel Zelaya en la presidencia de Honduras, y se señalaba que si en 72 horas no se había procedido en ese sentido, la OEA aplicaría "inmediatamente" el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana para apartar a aquel país de su seno. Ya sabemos que el nuevo gobierno hondureño se adelantó retirándose voluntariamente del organismo regional.
Dada la relevancia del cargo que desempeña Insulza en la OEA, y del papel que personal e institucionalmente está desempeñando éste en el conflicto hondureño, es importante saber de quién hablamos, para así formarnos un juicio sobre su parcialidad o imparcialidad en el asunto.
El 27 de noviembre de 2006, Insulza dictó en Madrid una conferencia en la que puso de manifiesto sus simpatías políticas. Al preguntársele si creía que podría haber elecciones libres a corto plazo en Cuba, el chileno sonrió pícaramente y, rascándose la parte posterior de una oreja, declaró: "Una de las grandes fuentes de legitimidad del sistema cubano se llama Fidel Castro, y esto lo digo con mucho respeto y casi una admiración por el personaje".
Dijo más. Esto:
Yo soy un gran convencido que el sistema cubano puede evolucionar en la medida en que respetemos lo que los cubanos quieran y, segundo, que no intentemos imponer soluciones, o crear una agitación o un proceso conflictivo dentro de Cuba. En suma, yo creo que nosotros podemos cooperar mucho en la transición en Cuba diciendo claramente que queremos una transición y que queremos que haya democracia, pero al mismo tiempo no pretendiendo imponerla desde fuera y dándole todo el tiempo que sea necesario.
Se puede ver y oír esa conferencia en internet. Aquí.
El arrogante secretario general de la OEA, que con grandes ínfulas se presentó en Honduras el viernes día 3 para "exigir" que en 72 horas se "restaure la democracia y el Estado de Derecho", es el mismo que dice que a Cuba, país que sufre una brutal tiranía desde hace cincuenta años, hay que darle "todo el tiempo que sea necesario" para que regrese a la democracia.
El Insulza que en Tegucigalpa, el viernes pasado, no quiso reunirse con el presidente Roberto Micheletti, para, supuestamente, no legitimarlo, es el mismo que considera que Fidel Castro es "una de las grandes fuentes de legitimidad del sistema cubano".
El Insulza que no escucha el clamor de los miles de manifestantes hondureños que pacíficamente aspiran a que su país se mantenga libre de las irrespetuosas y desestabilizadoras intromisiones de Hugo Chávez porque quieren vivir en libertad y en democracia es el mismo que dice que debemos "respetar lo que los cubanos quieran", como si los pobres cubanos tuviesen posibilidad de manifestar lo que quieren.
El Insulza que dijo que "no hay que intentar imponer soluciones o crear una agitación o un proceso conflictivo dentro de Cuba" es el mismo que como secretario general de la OEA está promoviendo el enfrentamiento violento y la desestabilización en Honduras.
Insulza pretendió ser el candidato socialista a la presidencia de Chile en las elecciones que se celebrarán en diciembre de este año. Al no lograrlo optó por buscar su reelección en la OEA, para lo que necesita el apoyo de Chávez. Por ello, aprovechó la crisis en Honduras para ganar puntos con Chávez y su grupo.
© AIPE
JORGE SALAVERRY, ex embajador de Nicaragua en España.
http://exteriores.libertaddigital.com
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