Desde las elecciones del 12 de junio, Irán está sufriendo revueltas diarias y más o menos acalladas por las autoridades. Ahmadineyad no se lo esperaba. Dicen que quien olvida la historia termina siendo víctima de ella. Y éste parece ser el caso. |
En el año 2005, el propio Ahmadineyad ganaba las elecciones en la segunda vuelta, después de un primer resultado bastante ajustado. Retrocediendo un poco más, las protestas contra la dictadura teocrática de Ahmadineyad son similares a las que derrocaron al Sha, a finales de los 70. Ellos inventaron la medicina que les están aplicando ahora.
Todos parecemos olvidar que la misma persona que fue recibida por Obama el año pasado, que dio un discurso en la Universidad de Columbia y que dijo ante la ONU que Israel es la causa de todos los males, fue miembro de la asociación de estudiantes relacionada indirectamente con el episodio del secuestro de los rehenes americanos. No recordamos que en los 80 Ahmadineyad también fue instructor de los basij. Esa "fuerza de seguridad especial" entrenaba a niños de 12 años y los utilizaba para detectar minas antipersona, una vez comprobaron que los animales huían a la primera explosión. Pero unos niños sabiamente adoctrinados y con una llave de plástico al cuello, con la que creían iban a abrir las puertas del Paraíso, son capaces de cualquier cosa.
Entonces, ¿qué podemos esperar que haga Ahmadineyad ante las algaradas de los estudiantes? Ir por ellos. No porque pueda verse derrocado por demócratas, que ya sabemos que el líder de la oposición participó activamente en la revuelta contra Reza Palevi y fue mano derecha de Jomeini (el famoso ayatola a quien le dedicara una canción Siniestro Total). Sino porque Musavi es un teócrata dictador de izquierdas y tanto Jamenei, máximo líder religioso actual, como el presidente electo son teócratas dictadores de derechas.
Hace unos días discutía con un grupo de personas formadas y defensoras de la libertad si Occidente tiene que defenderse o no, y de qué. Mi idea es que si admitimos que el origen de Occidente se basa en la libertad individual, el progreso (entendido como la posibilidad de mejorar cada uno) y la capacidad de cada uno para dirigir su destino, entonces la defensa de esas tres cosas aseguraría nuestro modo de vida. Y creo que la clave que explica esa defensa es el término modo de vida.
¿Alguien se sorprende de que el dictador Chávez quiera tanto al dictador Ahmadineyad? No, incluso si el opositor Musavi es un admirador del Che. El poder establecido mediante unas elecciones corruptas se justifica defendiéndose de cualquier cuestionamiento. Los dictadores justifican a los dictadores. Y ese no es el modo de vida que quiero. No es que no haya habido dictadores en Occidente, tiranos asesinos... pero no es lo habitual. No debaten dos Hitler en unas elecciones presidenciales. Hitler fue derrotado en una guerra en la que se defendía un modo de vida frente a la dictadura militar sanguinaria, basada en la supremacía de una raza. Los países musulmanes no han hecho nada parecido para acabar con las teocracias asesinas.
Los defensores de la Alianza de las Civilizaciones miran al techo y hablan de lo que sea con tal de no poner en duda ese escandaloso fraude. Porque es un fraude. Un fraude a la democracia, forma de gobierno occidental de la que se están burlando tanto Chávez como los teócratas iraníes. Claro que Ahmadineyad y las instituciones diseñadas al efecto lo niegan, como niegan el Holocausto, con la misma sangre fría que ahorcan homosexuales.
Pero la cuestión candente en estos momentos es qué pueden hacer los países occidentales frente a la represión violenta en Irán. Los dirigentes que abrazaban al dictador hace un año deberían reconocer su error, o al menos afearle el comportamiento. Estados Unidos y el Reino Unido han retirado diplomáticos, mientras que Zapatero sigue pensando qué más impuestos subir.
¿Y la ONU debería intervenir? Personalmente, creo que no. ¿Los dirigentes son teócratas y el pueblo quiere occidentalizarse? No estoy segura. ¿Luchan contra un teócrata para poner a otro teócrata? Tampoco estoy segura. La gente ha votado a uno y a otro. Creo que el problema que tanto nos choca es que ese es el modo de hacer las cosas allá, y el nuestro es otro. Porque soy occidental y defiendo la libertad individual, denuncio la violencia, la represión, la falta de libertad de expresión y las barbaridades que está perpetrando el elegido iraní. Lo denuncio tanto como defiendo que sean ellos quienes rijan su destino.
© AIPE
MARÍA BLANCO, miembro del Instituto Juan de Mariana y profesora de Economía en la Universidad San Pablo-CEU.
http://exteriores.libertaddigital.com
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