La de Afganistán se ha convertido en una guerra más que peligrosa. Hay allí casi 70.000 soldados de 42 países bajo mando de la OTAN. Para Estados Unidos es ya el conflicto bélico más largo de su historia, pese a lo que Obama ha decidido enviar otros 30.000 soldados. Pero Barack lo tiene claro y no utiliza artificios semánticos para denominar de otra manera lo que es una guerra en toda dimensión. Una guerra civil internacionalizada por la presencia de fuerzas extrajeras y convertida, además, en guerra contra el terrorismo integrista, pues se refugian en Afganistán grupos asociados a Al Qaida a las órdenes de Ben Laden. Obama lo dice siempre que puede sin el menor problema: «Estamos en guerra en Afganistán». Zapatero y Moratinos andan sin embargo por las ramas con terminología confusa. Para no ser una guerra llevamos demasiados muertos, aunque 81 de ellos perdieran la vida como consecuencia de accidentes. Es en momentos como estos cuando más hay que decir que «estamos con el Gobierno». Con el Gobierno y con la familia del soldado catalán y español Jon Felipe Romero Meneses, de origen colombiano y residente en Mollés del Valles, al que le quitó la vida una mina de 2,5 kilos cuando transitaba en el interior de un BMR con escaso blindaje. Murió por España y por defender la libertad frente a quienes han declarado la guerra al mundo occidental a través del terrorismo.
José Antonio Vera
www.larazon.es
Nenhum comentário:
Postar um comentário