quinta-feira, 7 de outubro de 2010

Aitana Sánchez-Gijón: "¡Ya era hora!"

Vargas Llosa y Sánchez-Gijón, durante la representación de 'Odiseo y Penélope' en el Festival de Mérida. | Antonio Heredia.

El premio Nobel de Literatura también ha alcanzado a Aitana Sánchez-Gijón. La actriz, la única persona que ha compartido escenario con Mario Vargas Llosa, considera la entrega del galardón como algo muy cercano. "Es como si se lo hubieran dado a mi padre o alguien de la familia. Cuando me he enterado de que por fin se lo habían concedido me he puesto a dar saltos en la calle y hasta se me han saltado lágrimas de alegría", ha declarado Sánchez-Gijón a elmundo.es. "¡Ya era hora!, estaban tardando mucho porque es uno de los mayores novelistas del siglo XX y del XXI", ha añadido la actriz.

Con Vargas Llosa, Sánchez-Gijón ha compartido escenario en tres ocasiones. La primera fue con 'La verdad de las mentiras', obra que estrenaron en Barcelona y luego representaron en Madrid. Después llegó 'Odiseo y Penélope', un montaje para el Festival de Mérida y posteriormente representaron 'Las 1000 noches y una noche' en los Jardines de Sabatini de la capital española.

De ese trío de obras, lo que recuerda con más cariño la actriz es todo el proceso anterior a la salida a los escenarios. El primer momento fue durante los ensayos de las obras que realizaron cerca de Denia. Allí, en un refugio paradisiaco que compartieron ambos con sus familias a 34 grados -que combatían regándose con una manguera en un viejo frontón- Sánchez-Gijón conoció a un Vargas Llosa "sencillo, humilde, que pedía consejo y se sometía a las órdenes del otro vértice del triángulo, que era el director Joan Ollé". Luego, al acabar los ensayos llegaban las conversaciones sobre "vida y literatura" con las que prolongaban la jornada mientras correteaban por allí los hijos de la intérprete junto a Patricia, la mujer del escritor.

Después llegó la segunda parte del proceso, la de subir a los escenarios, que, en el caso del escritor, suponía su debut sobre las tablas. De entonces la actriz se queda con los minutos previos al inicio de las funciones, "con el pánico de entrecajas que se reflejan en los ojos". Y que desaparecía a los pocos instantes, cuando comenzaba la representación y sonaba "la voz hechizante" del ya Premio Nobel de Literatura, con el que espera hablar pronto. "Ahora es imposible, está por Estados Unidos y si yo, que no lo he ganado, estoy como estoy, imagínate él", responde cuando se le pregunta si ha hablado con Vargas Llosa.

Rafael Esteban - Madrid

www.elmundo.es

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