Pese a la idealización del grupo resistente respaldado por la población que en muchas ocasiones nos transmite la prensa europea, la realidad de una organización terrorista como Hamas se presentó este miércoles en el Congreso de los Diputados, de la mano de un israelí, pero también de un palestino.
Mohammed S. Dajani Daoudi es un profesor universitario palestino que ha fundado un movimiento social llamado Wasatia, una palabra árabe que significa moderación y balance; mientras que David Oman es el director de comunicación de Impact – SE, una organización que se dedica a estudiar los libros de texto de los países árabes y de Oriente Medio y señalar si educan a niños y jóvenes en una cultura de tolerancia o si, por el contrario, forman parte de un adoctrinamiento en el odio hacia "el otro", sea ese otro el que sea.
Además, participaron en el acto dos diputados de los grandes partidos españoles: Jesús Cuadrado, parlamentario socialista y presidente de Diálogo Europeo; y el portavoz popular en la Comisión de Exteriores del Congreso y experto en Oriente Medio, Gustavo de Arístegui.
Probablemente el testimonio del profesor Dajani fue el más impactante, ya que no siempre se pueden escuchar las palabras de un palestino que ataque a Hamas, aunque él defendió que "los moderados son una mayoría en la sociedad palestina" y lo que casi todos quieren es poder desarrollar su vida con tranquilidad y prosperidad.
Dajani contó el desengaño que para muchos palestinos ha supuesto la acción de gobierno de Hamas, que antes de las elecciones que ganó no les dijo a sus compatriotas que iba a seguir sin reconocer a Israel y que no iba a respetar los acuerdos previamente firmados por la Autoridad Nacional Palestina con el estado hebreo.
Además, relativizó la victoria electoral de Hamas: "En realidad, Hamas obtuvo menos votos que Al Fatah en las elecciones, lo que pasa es que el voto de los primeros se concentró en menos candidatos, unos 170, mientras que los de los segundos se repartieron entre más de 400". De hecho, aunque muy poca gente lo recuerda el voto total por Al Fatah superó el 40% de los sufragios mientras que el de Hamas se quedó en el 30 %.
Aún así, que un 30% de los votantes apuesten por una organización como Hamas es llamativo y preocupante. Dajani nos da algunas razones que pueden ayudar a comprenderlo: la galopante corrupción de Al Fatah, el fracaso de esta organización en mejorar la vida de su pueblo, incluso hubo quién veía la alternancia como un ejercicio sano de democracia.
Educar en el odio
David Oman, por su parte, presentó a los asistentes el estudio que su organización ha realizado sobre la página web que Hamas ha creado para los niños palestinos, Al-Fateh. Habitualmente los estudios de su organización se centran en libros de texto, pero en este caso la organización terrorista no tiene su propios libros de texto (utiliza los de la ANP), por lo que su material "educativo" más significativo es esta web.
Y como cabría esperar, la página es poco menos que escalofriante: racismo, judeofobia, odio a occidente y a todo lo que provenga de allí… Por poner un ejemplo, la página está "adornada" por tareas infantiles que llevan el tradicional "pinta y colorea" a un impensable grado de abyección: dar color a la típica caricatura antisemita de un judío que ha asesinado o que ha quemado una mezquita son tareas que se proponen a los pequeños.
Esa ideología y ese odio impregnan toda la página según Oman, que se preguntó si los terroristas de Hamas "pueden ser un socio para la paz", a la vista de los muchos ejemplos de odio visceral que incluía su presentación su respuesta es claramente negativa: "Sólo podrá serlo si cambia su ideología y su forma de educar a los niños, y para ello será fundamental la presión internacional".
"La paz es posible"
Gustavo de Arístegui señaló en su breve intervención que "escuchando discursos así de moderados se llega a creer que la paz es posible". En su intervención el diputado popular señaló una vez más que "el Islam es una religión de paz y tolerancia" y que, precisamente "los musulmanes moderados como el profesor Dajani son las primeras víctimas del fanatismo".
Arístegui cerró su intervención con un perfecto resumen de lo que se había visto en el acto: "Dos hombres seria, profunda y tenazmente comprometidos con la paz".
C. Jordá - Libertad Digital
www.libertaddigital.com
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