terça-feira, 12 de maio de 2009

Qué monstruos de la publicidad

En la foto las dos, Trini y Bibi, sonrientes, con esa cara de encantadas de haberse conocido que se les puso cuando las nombraron ministras y que aún no se les ha quitado. Son el rostro mismo de la felicidad. Se sienten como redentoras de la condición femenina. Están las dos contentísimas consigo mismas. ¿Por qué? Ah, ¿por qué va a ser? Por el máximo avance que nunca se logró para la mujer en sociedad alguna, por avanzada que fuera. Porque en España, por fin, ellas dos solitas han conseguido lo que todo el mundo pedía, lo que quitaba el sueño a la gente, lo que las pancartas solicitaban y los gritos de las manifestaciones reclamaban: la píldora del día después sin receta y sin límite de edad, ¡hala!, barra libre, ¿quienes son los médicos y quiénes son los padres para impedir este derecho de la mujer? Por eso sonríen.

Gracias, Trini; gracias, Bibi, a vosotras os lo debemos, que una chavala menor de edad no pueda comprar tabaco en el estanco, ni güisqui para la botellona, ni pueda conducir un coche o un vespino, pero ha conquistado con vuestra colaboración este supremo derecho de matarse si le da la gana y al que le dé que perdone. ¡Viva el progreso y la modernidad de la Trini y la Bibi, que poco sonríen para el avance que han conquistado para la libertad de la mujer, a carcajada limpia tenían que estar!

¿Que le parece a usted aberrante este discurso que irónicamente acabo de fingir? Pues usted es un facha, un rancio, un carca, y además un pedazo de machista. ¡So machista! ¡Maltratador! Usted se quiere oponer a las libertades, al progreso, a la conquista de la felicidad. Usted es de los que no hacen más que dar la tabarra con los cuatro millones de parados, qué pesados están ustedes con los cuatro millones de parados, y con la crisis, cuando la crisis la trajeron los suyos de usted, Bush y Aznar, que nosotros bien que estamos fomentando la política de prestaciones sociales, y no como los que quieren acabar con ella para dárselo todo a los bancos y a la derecha económica.

¿Que le parece a usted vomitivo este discurso sobre la inexistencia de la crisis que irónicamente acabo de fingir? No, si estoy viendo que usted es de los que andan hoy diciendo que Rajoy salió vencedor en el debate del Estado de la Nación. Como dijo el otro: hay gente pá tó. Hasta para negar la evidencia de que el único que puede sacarnos de la crisis económica que provocó la derecha es este gobierno de progreso.

(Moraleja, también bien despachada de ironía: le han cogido la horma al zapato de los españoles y son unos verdaderos artistas. Son unos virtuosos en el arte de poner a la derecha en el disparadero complaciendo los más bajos instintos ideológicos, morales y económicos de los más radicales, de los colectivos marginales, las zurrapas de la gentuza que en España siempre suman muchos más votos que la gente decente. No sé qué están haciendo los magnates mundiales de la publicidad que tienen su despacho en la neoyorquina Madison Avenue. Las grandes compañías, para las grandes cuentas, tenían que contratar a los publicitarios del equipo de los siete mil asesores de La Moncloa que le llevan a ZP la campaña permanente, los que le escribieron el recital del cuento de la lechera económica del Debate de la Nación.

Siempre hay 1.000 millones menos que derrochar en gasto público, rebaja fiscal para las pymes, 500 euros para el coche nuevo, birlibirloque del I+D+I, o ley del aborto con barra libre de la píldora del día después que hace olvidar que si estando como estábamos estamos como estamos, cómo estaríamos si estuviéramos como deberíamos estar. ¡Monstruos, que son ustedes unos pedazos de monstruos de la publicidad! ¡Genios, que sois unos genios de la propaganda y del arte de darle la vuelta al calcetín con zancajos de la crisis en la que ustedes mismos nos metieron!).

Antonio Burgos
www.abc.es

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