sábado, 2 de janeiro de 2010

El arte de no gobernar

Según un sondeo de NC Report para LA RAZÓN, una mayoría absoluta de españoles censura la gestión del actual Gobierno en este año que se ha marchado. Y en el 2006, 2007, y en el 2008, etc. Somos un pueblo que tarda mucho en caerse del guindo y siempre llegamos tarde a todas las citas. Fuimos impuntuales dejando tanto tiempo a Adolfo Suárez, no nos atrevimos a terminar con los catorce años de Felipe González, y Mariano Rajoy hubiera sucedido a José María Aznar de no ser por la «Matanza de Atocha» y las maragaterías electorales de la dirección socialista. Necesitados psicológicamente de estabilidad, nos da pánico el cambio y agotamos legislaturas y gobiernos claramente periclitados.

Alfonso Guerra tildó a Rodríguez Zapatero de «Bambi» (luego corregiría por «Bambi de hierro») y es verdad que tal como Disney humanizaba a los animales y los continúa haciendo su factoría, ZP ideologiza los problemas en vez de resolverlos y habita un paisaje de dulces fantasías. No es verdad que vivamos el ocaso de las ideologías, tal como proclamaba Gonzalo Fernández de la Mora, o que se haya terminado la Historia, como pontificó «el cabeza de huevo» estadounidense-nipón de Fukuyama, pero la política ha derivado hacia la gestión de los problemas de la sociedad, reduciéndose notablemente la teología de los partidos. A Zapatero, probablemente por haber dedicado toda su vida al partido, sin haber pasado por la Administración ni para romperla ni mancharla, le encantan la ingeniería social, la ingeniería de almas y le privan desde un nuevo aborto que ni siquiera llevaba en su programa electoral al lavado de cerebro de los infantes, el crucifijo (¿por qué no quitar también el retrato del Rey?), la tensión con la Iglesia o la Alianza de Civilizaciones; todas ellas que no dan para comer. Si la economía mejora se le volverá a votar…

Martín Prieto

www.larazon.es

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