quarta-feira, 20 de janeiro de 2010

"Retirar"- José María Pedreño, mejor retírese usted

Hay presidencias que imprimen carácter. Por ejemplo, la que disfruta don José María Pedreño, que es una presidencia que no cabe en una tarjeta de visita normal. Don José María es Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria Histórica. Chúpate ésa. Eso, más que una presidencia es un ensayo literario. Aún guardo un artículo que publicó «Abc» de Marcelino Camacho. No por su contenido, sino por el título del mismo. «Conclusiones y Estrategias a seguir en la Clausura del XXXI Congreso Intersindical de la Metalurgia Astur-Leonesa». Como la presidencia del señor Pedreño, más o menos.

El Presidente de esa cosa larguísima ha pedido «que se retire» el Arco del Triunfo sito en La Moncloa por un motivo fundamental que mucho hiere a los que viven de la Memoria Histórica. Según parece, por ahí entraron las tropas nacionales en Madrid. Lo hicieron, entre otras razones, porque no encontraron ningún tipo de resistencia por parte del Ejército republicano. Y el señor Pedreño exige que «se retire» el Arco del Triunfo. Se puede retirar una placa, una estatua y el letrero indicativo de una calle o plaza. Se retira a dormir el que se encuentra cansado. Se retira un funcionario cuando cumple la edad reglamentada para hacerlo y disfrutar de su jubilación. Se puede retirar hasta Raúl, aunque parezca imposible. Se retira un torero cortándose la coleta, y hasta se puede retirar al hotel, después de una pormenorizada visita a las pirámides, con trote de dromedario incluido, el discreto enamorado de la duquesa de Alba. Se retira un cenicero abarrotado de colillas malolientes. Y en tiempos de la posguerra se retiraba de la profesión a las vicetiples de la compañía de Celia Gámez que tenían novios celosos. También se puede retirar el saludo, un tenista lesionado de la cancha, y hasta se le puede retirar la palabra a un charlatán que ignora la existencia del tesoro de la síntesis. Y los hay que se retiran del alcohol y el tabaco por razones de salud. Pero retirar el Arco del Triunfo de La Moncloa se me antoja una retirada dificilísima.

El Arco del Triunfo, que ya forma parte del perfil de ese distrito de Madrid y no se mete con nadie, no tiene retiro sencillo. Se puede derribar, pero no retirar. Puede saltar por los aires ayudado por una explosión de dinamita, y posteriormente retirar sus restos y sus escombros, pero en pedacitos. Ese Arco del Triunfo es demasiado grande y pesado para retirarlo, a no ser que el señor Pedreño pertenezca a la familia de Obelix y hubiese caído de niño en el caldero de Panoramix. Además, que los monumentos indican los avatares históricos, y la Historia no la puede cambiar el señor Pedreño por muy mal que le caiga. Derribar, que no retirar, el Arco del Triunfo de Moncloa no entra en las altísimas responsabilidades asumidas por el señor Pedreño cuando se hizo cargo de la presidencia de esa interminable cosa que preside. Mucho más sencillo para el señor Pedreño sería proceder a su propio retiro. Pero me temo que este individuo es capaz de exigir que se «retire» el Monasterio del Escorial con tal de permanecer en la presidencia de su subvencionada Federación de tal y tal. Tontín.

Alfonso Ussía

www.larazon.es

Nenhum comentário:

 
Locations of visitors to this page