Al Gobierno le resulta «incomprensible» la decisión del régimen cubano de prohibir la entrada al país al eurodiputado Luis Yáñez. ¿Por qué incomprensible? ¿Porque se trata de un legislador español, o más bien porque la víctima del abuso es un compañero de partido? Al Gobierno no le resultó en absoluto incomprensible la expulsión del diputado del PP Jorge Moragas y otros parlamentarios europeos hace unos años. Sí se lo parece la de un cualificado militante del PSOE. El Gobierno no entiende, en efecto, que después de allanar el camino a la dictadura cubana en su propósito de obtener una mayor respetabilidad internacional sin contrapartidas los Castro le paguen con la ingratitud. Pero el refrán castellano es taxativo al respecto: cuanto más te agachas más se te ve el culo.
Cuesta creer que el empeño de Moratinos, que ha rayado en lo servil, como ocurrió en su visita de septiembre a La Habana, no obedezca a una decisión colegiada del Gobierno. Sin embargo, según informaba el lunes Luis Ayllón en ABC, hasta en Moncloa empiezan a preocuparse por la cruzada personal del ministro. Durante la presidencia europea, Zapatero, con buen criterio, no quiere entregar otras piezas más importantes para nuestro país a cambio de alterar la posición común de la UE sobre Cuba.
Moratinos asegura que esa posición es un error, porque no ha conseguido modificar la política cubana, y muchos en nuestro país piensan igual. Tal vez, pero ¿qué se ha conseguido desde que el gobierno se empeñó en su nueva estrategia? La expulsión de Yáñez. El ministro sostiene que su empeño viene refrendado por la nueva posición de EE.UU. Inexacto. Obama levantó restricciones pero subrayó que no daría un solo paso más mientras los Castro no se movieran. La misma posición que expresó hace días la nueva responsable de la política exterior de la UE, Catherine Ashton. Moratinos va desnudo.
Eduardo San Martín
www.abc.es
Nenhum comentário:
Postar um comentário