quarta-feira, 30 de dezembro de 2009

La legitimidad de la teocracia

Irán es hoy un campo de batalla en el que la teocracia imperante ha perdido -por méritos propios- toda la legitimidad que le reconocían muchos iraníes. Y la ha perdido por su propia brutalidad provocada por el pánico. Al invadir mezquitas -como el sábado, cuando el ex presidente ayatolá Jatamí fue desalojado de una mezquita en la que se dirigía a los fieles-, al atacar a familiares de clérigos destacados como el gran ayatolá Sanei, y al dar la orden de asesinar en el día de la Ashura en que los chiíes conmemoran el martirio de Hussein, el nieto del profeta. Con ello el Líder Supremo ha violado reglas hasta ahora sacrosantas. La legitimidad de la teocracia iraní se desmorona.

Pero hay más. En Youtube tenemos muchos vídeos de las revueltas. Incluidos los de Al Yasira en las últimas horas -cosas veredes, amigo Sancho... Un estudio detenido de esos vídeos nos muestra la enorme cantidad de mujeres que se ve protestando en los mismos. Podría decirse que esto es algo lógico dado el carácter claramente misógino de esta teocracia. Mas precisamente por esa misoginia es doblemente remarcable que las mujeres se hayan atrevido a salir a confrontar a los basij. Y de estos basij obtenemos otra muestra de la debilidad del régimen. Los basij son la milicia paramilitar fundada por Jomeini en 1979 y que obedece directamente al Líder Supremo, el ayatolá Jamenei. En las imágenes de televisión podemos ver cómo estos otrora todopoderosos matones ahora practican la represión enmascarados. Ya no deben sentirse cómodos cuando vuelven a sus casas cada noche. Por no hablar de lo significativo que es que los habitantes del sur de Teherán, las clases más humildes, se hayan sumado a la revuelta, que ahora tiene una base muy amplia. La teocracia iraní está herida de muerte.

Ramón Pérez-Maura

www.abc.es

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