sábado, 5 de janeiro de 2008

Un Rey para la Historia

Más allá de su significado histórico, la figura de Don Juan Carlos I resulta singularmente próxima para los españoles, que muestran hacia su persona el máximo respeto y la identifican con el progreso y el desarrollo registrado en nuestro país a lo largo de sus treinta y dos años de reinado. Pocas veces en la historia de España, un Rey ha simbolizado tanto las esperanzas de futuro de la sociedad y sus anhelos más profundos. En estas tres últimas décadas, el Monarca ha sabido ganarse las simpatías de una sociedad que le confió la responsabilidad inmensa de conducir los destinos de un país que ahora celebra con sentido afecto y agradecimiento general el 70 cumpleaños de su Rey.

Sus gestos y expresiones en los acontecimientos deportivos o en las recepciones oficiales le han generado a lo largo de los años una fuerte corriente de simpatía. Don Juan Carlos combina la gravedad y la mesura que requiere su función institucional con una especial sensibilidad hacia los problemas reales de sus interlocutores. Miles de ciudadanos que han sido recibidos en actos oficiales o que se han aproximado a la Familia Real en un ámbito público son conscientes de que siempre hay una palabra amable para ellos, ya sea de felicitación o de consuelo o simplemente de interés hacia sus inquietudes. Por eso existen unos lazos tan profundos entre la Corona y la sociedad, producto de una perfecta comprensión del papel que juega la Monarquía en una democracia contemporánea. En efecto, Don Juan Carlos es «el Rey de todos los españoles» precisamente porque su personalidad le permite escuchar las múltiples voces de una sociedad dinámica y plural.

A partir de la Transición, nuestro país estaba deseoso de abrirse a Europa y al mundo, después de una larga etapa de actuar en segundo plano. Desde esta perspectiva, los españoles contemplan con legítimo orgullo el prestigio alcanzado por el Rey en los foros internacionales y en la práctica de una diplomacia de alto nivel que pasa por mantener vínculos personales muy estrechos con los grandes líderes a nivel mundial. Políticos, empresarios, deportistas, representantes del mundo cultural y profesionales de otros muchos ámbitos saben por experiencia propia que Don Juan Carlos es capaz de abrir muchas puertas, siempre al servicio del interés general de España. También su relación afectuosa con responsables políticos de muy distintas ideologías ha permitido con frecuencia reconducir situaciones complejas con una actitud ejemplar en su función como poder moderador, que no consiste -como algunos pretenden desde la inconsciencia o la mala fe- en tomar partido por uno de los bandos. Ese liderazgo moral que encarna la persona del Rey le permite saber cuándo debe expresar su posición con toda firmeza, como en el caso ya emblemático del «¿por qué no te callas?» dirigido a Hugo Chávez. Le exige también actuar con sutileza y buen sentido en todas las circunstancias, porque su opinión es escuchada con respeto e interés en los más altos foros universales, más allá de los aciertos o errores del Gobierno de turno.

La cercanía del Rey y de toda la Familia Real hacia los más débiles es una seña de identidad de la Corona. Se dirige, ante todo y sobre todo, hacia las víctimas del terrorismo, en reconocimiento de la deuda moral que la sociedad tiene contraída con ellas. También hacia los inmigrantes -como, en su caso, hacia los emigrantes españoles en el extranjero- y los perjudicados por catástrofes naturales o por accidentes imprevisibles: todos ellos han recibido del Monarca palabras de aliento y de esperanza, sin olvidar las muchas gestiones que ha desarrollado para mejorar su situación. Más allá de los formalismos jurídicos o las exigencias protocolarias, la vida social discurre por cauces emocionales por los que fluyen corrientes de simpatía. La gente sabe que puede contar con el Rey para cualquier propuesta planteada en beneficio del interés general. No está al alcance de cualquiera ganarse la confianza de una nación tan compleja como España. Por eso, ahora que Don Juan Carlos cumple 70 años, hay que destacar que el cariño de la gente hacia su persona es uno de los principales activos de un reinado que alcanza dimensiones históricas.

www.abc.es

Nenhum comentário:

 
Locations of visitors to this page