Todos los años Estados Unidos celebra su "Columbus Day", traducido como "Día de Colón", que conmemora la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Varios países celebran esta ocasión de diversas formas: en gran parte de Hispanoamérica es popularmente conocida como el "Día de la Raza", tal y como antes se le había llamado también en España. Luego fue "Día de la Hispanidad" en España para acabar siendo también allí el "Día de la Fiesta Nacional de España".
Debido a que muchos en Estados Unidos creen que su historia evolucionó a partir de la colonización británica y no de la española, en lugar de las reclamaciones españolas de Colón y sus sucesores, durante mucho tiempo Estados Unidos no conmemoró el "descubrimiento" de Colón, aunque sí se celebraron ceremonias en 1792 y 1892.
Cierto es que los inmigrantes italianos fueron los primeros en celebrar dicha fiesta anual en ciudades estadounidenses donde se habían asentado en gran número y como fórmula para reivindicar su herencia. La primera de estas celebraciones las reclaman las ciudades de Nueva York (en 1866) y San Francisco (en 1868). Ya en 1937, el presidente Franklin D. Roosevelt proclamó el Día de Colón como fiesta nacional y a partir de ese año se celebraba cada 12 de octubre.
En 1971, el Congreso de Estados Unidos trasladó la fecha del 12 de octubre al segundo lunes de ese mismo mes a fin de dar así la oportunidad a los ciudadanos de pasar un fin de semana largo. Dicha fiesta coincide también normalmente con el cierrre del "Mes Nacional del Legado Hispano" que abarca anualmente entre mitad de septiembre y mitad de octubre. Aun así, el Día de Colón suele celebrar en Estados Unidos el patrimonio italiano e ítalo-estadounidense, ya que se considera a Colón como oriundo genovés.
En las proclamas presidenciales desde la Casa Blanca sobre el "Columbus Day" es común en casi todos los presidentes recordar la figura de Colón como italiano y pasar por alto la importancia de España en su extraordinaria gesta. Ciertamente, que ese día es una oportunidad de reafirmar las estrechos relaciones entre Estados Unidos e Italia, pero también, y en mucha mayor medida, para recordar los vínculos históricos con España que es la nación que hizo posible los viajes de Colón bajo los auspicios de la gran reina Isabel la Católica.
Porque desde que Rodrigo de Triana avistara desde La Pinta tierra americana, España tuvo una presencia clave en muchos territorios que hoy son estados norteamericanos. En particular, la toponimia del Suroeste incluye nombres de origen español (San Francisco, Santa Clara, Santa Cruz, San Diego...) por acción de los misioneros españoles. El nombre de Los Ángeles, en California, proviene de "Ciudad de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de la Porciúncula".
La crónica Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, escrita por este explorador español en sus andanzas por el sur de los Estados Unidos y el norte de México de 1526 a 1534, se considera el primer relato cuasi-ficticio escrito en lo que es hoy Estados Unidos. Por lo mismo, en 1887 el crítico literario estadounidense John Gilmary Shea afirmó que la crónica española Historia de la Nueva México (1610) de Gaspar Pérez de Villagrá era "el primer poema épico de Estados Unidos".
La primera ciudad de lo que hoy forma Estados Unidos, St. Augustine (Florida), fue fundada en 1565 por un asturiano, Pedro Menéndez de Avilés, es decir más de medio siglo antes de que los Pilgrims ingleses llegaran en el Mayflower a Plymouth Rock en 1620. En St. Augustine, además, tuvo lugar el nacimiento de Martín de Argüelles, el primer americano de origen europeo nacido en lo que hoy es Estados Unidos, es decir veintiún años antes que la celebrada Virginia Dare.
Ese mismo estado de Florida debe su nombre a la "Pascua Florida", tal y como quiso el español Juan Ponce de León cuando lo descubrió durante la Pascua en abril de 1513. Como territorio, además, Florida ha pertenecido históricamente muchos años más a la corona de España que a la Unión Americana.
En cuanto al famoso "Thanksgiving" o "Día de Acción de Gracias", su primera celebración tuvo lugar en 1513 por parte de Juan Ponce de León, más de un siglo antes de que lo hicieran los peregrinos ingleses. Y lo mismo ocurrió también en 1542 cuando el franciscano fray Juan de Padilla y los soldados españoles bajo Francisco Vázquez de Coronado comieron junto a las tribus indígenas en Palo Duro, Tejas.
Un mapa con las posesiones de España en 1762 incluía territorios desde el actual estado de Florida hasta Alaska, California y Canadá. En esos años, mientras el general George Washington luchaba contra los ingleses, España le ayudaba con dinero y capital humano para hacer posible la gran Revolución Americana. Es así como gracias a diplomáticos como Benjamin Franklin y sus homólogos españoles, además de miles de soldados luchando juntos, España y Estados Unidos juntaron fuerzas contra Inglaterra para ganar la Guerra de la Independencia en 1776. Ahí está la figura del andaluz Bernardo de Gálvez, cuyas hazañas bélicas sirvieron enormemente para el triunfo final de George Washington.
España siguió influyendo en la cultura, geografía y política americanas y esa huella se palpa aún hoy. Hay toda una lista de exploradores y líderes militares y religiosos que participaron en esta historia conjunta poco o escasamente conocida por el público general y que debería ser también parte de la memoria de este "Día de Colón".
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