La celebración ayer de consultas independentistas en 166 municipios catalanes no pone en riesgo la unidad de España, pero demuestra que Rodríguez Zapatero pasará a la historia por ser el mejor aliado del nacionalismo separatista desde 1978. Zapatero llegó al poder en 2004 como el pacificador de las tensiones territoriales provocadas por José María Aznar, a quien incluso reprochaba ser el responsable del «plan Ibarretxe» por su enfrentamiento con el PNV. Pero con Aznar no hubo una sola urna ilegal en las calles vascas. Ahora, gracias al PP, hay un socialista en Ajuria Enea y el PNV calienta el banco de la oposición. Antes de ganar las elecciones de 2004, Zapatero ya mostró su estrategia con el «Pacto del Tinell», esa alianza entre el socialismo español y los nacionalismos catalanes para blindarse frente a la derecha y consolidar el poder. Los socios de aquella aventura son los que ayer celebraron referendos para la independencia catalana.
La escasa participación y la irrelevancia jurídica de las consultas no empañan el problema que se le viene encima a España por culpa de aquellas decisiones oportunistas y electorales que tomó Zapatero para sacar adelante el Estatuto catalán. No cerró ninguna reivindicación soberanista, sino que las alimentó al renunciar a la defensa de principios básicos del Estado constitucional, como la unidad de la soberanía nacional y la supremacía de la Constitucional. Estas consultas de pega que se celebraron ayer en Cataluña son los fuegos artificiales que festejan el desistimiento del PSOE ante el nacionalismo catalán, tan letal para la existencia de una izquierda con sentido nacional que este proceso de excitación soberanista se produce con dos socialistas en los gobiernos central y catalán. Aquí no hay derecha a la que culpar.
Es evidente que el Estatuto catalán es sólo un peaje, pero no el punto final de una estrategia incansable de enfrentamiento con el Estado. Con o sin Estatuto, los nacionalistas siguen propiciando la inestabilidad de España, pero respecto de la etapa de Aznar hay actualmente una diferencia esencial: el Gobierno de Rodríguez Zapatero es ahora un cooperador necesario, por acción y por omisión, de esta operación de derribo del Estado y la Constitución en Cataluña. Después de haber promovido innecesarios procesos de reforma estatutaria, haber infiltrado con el Estatuto catalán un modelo confederal que vulnera la Constitución y haber legitimado con pactos y reparto de poder a los más rancios separatismos, el resultado es que no pasa día sin que el Estado reciba una nueva amenaza nacionalista.
Editorial ABC
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3 comentários:
TRAS EL ENSAYO POR LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA… EL ESTATUT.
Rafael del Barco Carreras
Cuando se flota en una romántica, para los más, e interesada para unos pocos, irrealidad, se cae de bruces… y puede que alguien haya pinchado el globo. Nuestros políticos son únicos manipulando sentimientos. Manipulaciones a tres bandas, con interesado Tripartito. Toda la trompetería en danza, incluido el miedo de LAS ANTORCHAS y el éxito del BARSA. Quizá sería elevarlo a digno de Maquiavelo atribuir a Zapatero, o a su equipo, urdir y alentar esas consultas antes de soltar el ESTATUT, que dicho sea de paso nos trae al pairo a la MAYORÍA DE LOS CATALANES. Nadie se partirá el belfo porque en ese texto haya una o varias palabras sobrantes, y menos si en el reparto del ENORME DÉFICIT PÚBLICO Y ENREDO FINANCIERO CATALÁN Y ESPAÑOL les permiten meter más mano en la caja y aumentar el agujero. Es de notar que el Estatut se aprobó y votó en plena burbuja financiero-inmobiliaria, y sus promotores pudieran no gozar del predicamento de hace tres años. Una caja que depende más de la paciencia de los europeos que de los deseos de Zapatero por contentar a quienes pueden mantenerlo en el Poder o defenestrarlo. Y los europeos ni de lejos entrarán en el juego de cuánto deben por separado españoles y catalanes. Que el agujero catalán es insostenible se desprende subliminalmente del nerviosismo de los profesionales locales de la Política cuando amenazan con la debacle (y antorchas) de no aprobarse el texto por el Tribunal Constitucional. Y aunque se aprobara, con y por la crisis, recaudarían menos de lo esperado y necesario, por lo tanto la DEBACLE es posible con y sin Estatut. Elucubraciones tan válidas como otras.
Después de lo visto en ese simulacro en que los románticos del catalanismo se han lanzado a la calle creyendo que tras ellos iban no el 30 por ciento del Pueblo sino el 100 por 100, me atrevería a asegurar que un ESTATUTO RECORTADO no provocaría mas allá de unas masivas manifestaciones de conducidos adictos. Con Barcelona, comarca y ciudades importantes, los trescientos mil, mucho para las cámaras y poco para la realidad y las URNAS. Recuerdo las de hace veinticinco años, con más o menos la misma cifra, ante la posibilidad de meter de nuevo en la cárcel a Jordi Pujol, y no por enaltecimiento del separatismo y la bandera catalana, sino porque Banca Catalana era una verdadera estafa. Perfecta manipulación. Aun guardo una póliza de compra de acciones que lo demuestra, y por lo que se condenó (condenas simbólicas) a su consejo de administración. La historia se repite, con otro disfraz y cifras multiplicando por decenas las de la Banca.
Y llevando el ascua a mi sardina, aseguraría que si esa mayoría absoluta, convertida en SILENCIOSA por una entelequia democrática, pudiera votar para barrer a TODOS LOS PROFESIONALES ACTUALES DE LA POLÍTICA, lo haría con MAYORÍA ABSOLUTA, pero por desgracia no existe el camino legal, por lo de “atado y bien atado”, y al igual que los separatistas, deberemos seguir aguantando. ¿Hasta cuándo las PRIMARIAS Y LISTAS ABIERTAS?
En vez de butifarra....¿Hace un filete de panga (peixe gato)?
El Gobierno Central, El Gobierno de Madrid ha hecho una jugada indigna (Jordi Pujol i Solei dixit, Palacio de la Generalidad, noviembre de 1986)
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