¿Embuste o incompetencia? Neguemos toda mala fe. Asumamos que el Ministerio de Exteriores no supo hasta el lunes a última hora que Obama no participaría en la cumbre bilateral UE-USA -a pesar de que la certeza de que Obama no vendría corría por círculos diplomáticos de la Castellana madrileña desde la semana pasada. Si de verdad el Gobierno sostuvo de buena fe hasta la tarde noche del lunes que la cumbre con la presencia de Obama seguía en la agenda, horas después de que «The Wall Street Journal» informara extensamente que no vendría, sólo cabe hablar de incompetencia. Porque este Gobierno ha creído que agendando la cumbre se forzaría a Obama a acudir. Nunca un presidente norteamericano había faltado a una cumbre bilateral con la UE desde que éstas comenzaron en 1991. Ergo, si se celebraba una, vendría. Faltó, eso sí, amarrar el asunto con la Casa Blanca. Cuando el pasado otoño Diego López Garrido hizo una gira de Washington para presentar la Presidencia española, la pregunta más común entre sus interlocutores tras cada presentación era «Where´s the beef?». Y con esos mimbres no se hace un cesto. Phillip Gordon lo dejó claro: nunca estuvo en los planes de Obama venir.
La semana anterior, en el Foro Económico de Davos, Zapatero logró sentarse con los que van en el furgón de cola de la UE. El Foro, que es un negocio particular del profesor Klaus Schwab, ha alcanzado el éxito y repercusión que tiene, gracias a haber mimado a todos sus invitados. Si el presidente del Gobierno español sólo logra la compañía de Grecia y Lituania la primera vez que va es porque no se hizo adecuadamente el trabajo previo. Y si no se consiguió nada más, lo que hay que hacer es no ir.
Si de lo que hablamos es de incompetencia, ¿qué grado hay que acumular para que alguien dimita?
Ramón Pérez-Maura
www.abc.es
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