quinta-feira, 29 de maio de 2008

Retorciéndose en el infierno

Lo que faltaba. Ahora nos enteramos de que esos facinerosos de las FARC planeaban un atentado en Madrid.

Navegar por el ordenador del abatido Raúl Reyes, es como pasearse por el averno. No sólo aparecen mensajes como ese de Alfonso Cano, jefe supremo de los malvados desde que el viejo Tirofijo se retuerce en el infierno, instando a «elaborar un proyecto» para asesinar a personalidades colombianas en la capital de España.

Hay en el disco duro decomisado por el Ejército, documentos que prueban que los mismos que mantienen desde hace seis años encadenada a un árbol a Ingrid Betancourt, financiaron la campaña presidencial del ecuatoriano Correa. También, que reciben armas y dinero del venezolano Chávez.

Y no es lo peor. Estremece leer ese mensaje, enviado en junio del año pasado, poco después de que acribillaran a balazos a 11 diputados, a los que la narcoguerrilla mantenía secuestrados desde hacía cinco años. En el correo, el Cano, tras reconocer que sus carceleros abatieron a los cautivos, insta a sus sicarios a culpar al Ejército de la carnicería y sugiere que una «buena estrategia» sería atraer a las tropas al lugar de la masacre.

Todavía me produce estupor que España -junto a Suiza y Francia- propusiera en su día convocar la Comisión de Encuesta de la ONU, para esclarecer la muerte de esos parlamentarios.

No se si se trata de perversión, ignorancia o simple estupidez. El caso es que siguen proliferando los imbéciles que cubren con un manto de dignidad a los torturadores y etiquetan como «guerrilleros» a quienes no son otra cosa que voraces narcoterroristas.

En estos asuntos no hay equidistancia posible. El CPI es un tribunal de justicia internacional, cuya misión es juzgar a quienes han cometido crímenes de genocidio, guerra o lesa humanidad.

Y si de vez en cuando juzga a un hutu ruandés con aficiones vampirescas o manda a prisión a alguno de los que hace 15 años perpetraron tropelías en la antigua Yugoslavia, ¿qué razón hay para no sentar en el banquillo a los de las FARC y a quienes colaboran con ellos? La lista podría ser enorme: Cano, Chávez, Correa, Ortega...

Alfonso Rojo
www.abc.es

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