Brasil está de moda, incluida su economía, que rebota con fuerza. Allí están ya un buen número de empresas españolas, con buenos resultados, y otras estudian inversiones o esperan obras y concesiones que exigirá el propio crecimiento, el Mundial de Fútbol y las Olimpiadas.
En situación similar de crecimiento están ya otras economías emergentes, incluidas las grandes de los BRIC, especialmente China e India, destino también sugerente para nuestras empresas y productos. En fuerte contraste con los nubarrones que ahora vienen de Oriente medio -Dubai...- y de la propia UE, con Grecia en la cuerda floja por su alto endeudamiento y su déficit público, o con la amenaza de rebajar el ráting a España -solo S&P de momento-. Y aunque se lo merezcan otros también, las agencias de rátings sólo se ceban con los más débiles de la UE, los despectivamente llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España).
Por el contrario, Brasil acaba de anunciar que creció en el tercer trimestre el 8%, cifra que espera repetir en el cuarto. Su apuesta hasta 2014 es crecer en torno al 5%, a lo que contribuirán las bien acogidas medidas del Gobierno de Lula para estimular la economía con incentivos fiscales a la inversión en algunos sectores y bienes productivos.
También contribuirán las fuertes inversiones del Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de Río de 2016.
La inversión exterior allí coloca la de las empresas españolas en los últimos años entre las tres primeras, y con buenos réditos, que compensan las penurias de otros mercados. Están entre otros Telefónica, Santander, Repsol, Endesa, BBVA, Iberdrola, Abengoa, FCC, Pescanova, Barceló, Abertis, Acciona, CAF, Grupo Antolín, Pescanova... El último en ir allí, a la que añade Alemania, con su tradicional buen criterio, es Esade que bajo la batuta de Carlos Losada abre centro en Sao Paulo y Munich. Por algo será.
Amancio Fernández
www.abc.es
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