domingo, 31 de janeiro de 2010
Artistas en la Capilla Sixtina
Lost in translation
¡Pues que se condenen...!
En el año 1592, se reunieron en Madrid las Cortes para enfrentarse con las dificultades financieras de Felipe II, piadoso rey de España. No era la situación fácil y pronto quedó de manifiesto que los procuradores se dividían entre los totalmente imbuidos de la necesidad de sostener la causa de la Contrarreforma y los que favorecían el realismo político.
Así, el procurador murciano Ginés de Rocamora sostenía con vehemencia que España debía tener como misión ineludible la de derrotar a los herejes flamencos, conquistar Inglaterra para la iglesia católica, vencer a Francia, iniciar una nueva cruzada para recuperar los Santos Lugares e incluso someter al Gran Ducado de Moscovia. Dado que aquel programa de política internacional no era grano de anís, Rocamora señalaba que su cumplimiento era posible porque Dios, que había elegido a España para tan altas tareas, le proporcionaría recursos suficientes mediante, por ejemplo, el descubrimiento de nuevas minas semejantes a las de Potosí.
Fue entonces cuando un procurador madrileño llamado Francisco Monzón pidió la palabra. Monzón dejó claro que, desde luego, no podía dudarse del amor especial que Dios sentía por España, pero que, con todo y con eso, el reino tenía problemas internos de considerable envergadura que resultaban prioritarios. Por lo que se refería a los herejes, concluyó Monzón, «si se quieren condenar, que se condenen».
La anécdota, que tiene su punto gracioso, resulta esencial para comprender la desaparición del imperio español. Francia, otra monarquía católica cuyo rey era considerado Cristianísimo, no comprometió sus intereses nacionales por cuestiones ideológicas. Incluso con un cardenal a la cabeza del estado, pactó con los protestantes para derrotar al imperio hispano.
El papel de idealista en quiebra quedó así reservado para España. Durante los siglos siguientes, nuestra nación quebró económicamente tres veces en el s. XVI y otras tres en el s. XVII gracias a su empecinamiento en ser la espada de la Contrarreforma. Durante el s. XIX, las quiebras fueron nueve y sólo dos se debieron a causas casi inevitables como la lucha contra el invasor francés o los independentistas americanos. Las restantes estuvieron relacionadas con las guerras contra los enemigos del estado liberal empeñados en mantener encendida la hoguera de la Contrarreforma en España. Es revelador que España se acerque nuevamente a la posibilidad de una bancarrota nacional bajo uno de los gobiernos más sectarios e ideologizados de su Historia.
Mientras se bajan las pensiones y los servicios públicos empeoran, nuestros recursos se van en sostener a los diversos e infinitos gastos de los nacionalismos como las embajadas catalanas en el extranjero o la compra de lanzas jíbaras por un millón de euros, a la ideología de género, al lobby gay, a manifestaciones «artísticas» de ínfimo valor, a la lucha contra el inexistente calentamiento global, a unos sindicatos que sólo se representan a sí mismos, a las organizaciones de la memoria histórica, a los disparates urbanísticos de Tutangallardón, a unos ayuntamientos con servicios sociales suecos y a un largo etcétera absurdo y parasitario, eso sí, cubierto todo ello con las consignas del progreso y de la redención planetaria. Recuperemos la sensatez porque no podemos seguir ese rumbo de redención mundial a menos que deseemos a medio plazo caer en la quiebra. Y en cuanto a todas esas causas… abandonémoslas. Si los herejes se quieren condenar, que se condenen.
César Vidal
www.larazon.es
Tiranía - Chávez contra Laureano Márquez
Dirijo esta columna al presidente del Gobierno de España. La razón es muy sencilla. Tendrá que defender de las ignominias, mentiras y calumnias de un régimen totalitario a un ciudadano español. Si no lo hace, cargue sobre usted toda la vileza de su socialismo y la de su correligionario, en Venezuela, Hugo Chávez. Lea, pues, la siguiente y entenderá, al final, mi solicitud.
Me llama escandalizado Claudio Nazoa, el grandioso humorista venezolano, para advertirme de que nuestro común amigo Laureano Márquez está siendo acosado otra vez por la dictadura de Chávez. La causa de esta persecución no puede ser más humana: la risa. Por hacer reír a los venezolanos, sólo y exclusivamente porque Laureano les hace pasar unos ratos alegres a los esclavizados habitantes de Venezuela, ha sido acusado de los peores delitos. Todo el país está pendiente de estas amenazas. No quiero ni pensar qué podría pasar si a los venezolanos les roban la risa. Pero, aunque cueste creerlo, Chávez propondrá la próxima semana: "Prohibir la risa".
Perseguido, sí, por hacer reír a los venezolanos, Laureano ha tenido que pagar recientemente una sanción injusta, consiguió con la ayuda de sus compañeros, casi todos cómicos y humoristas, reunir una suma significativa de dinero para pagar una multa al fisco que controla Chávez; también por escribir una sencilla misiva pública de carácter jovial a Rosinés, hija menor de Chávez, Laureano fue sancionado con una multa multimillonaria por la dictadura, que nuestro héroe logró pagar con la ayuda de las donaciones anónimas de millones de venezolanos. Nadie soportaba ver en la cárcel al hombre que les daba la risa. La vida. Laureano, a pesar de todo, resiste estoicamente para que sus compatriotas no pierdan la risa.
La cosa ahora, según me informa un consternado Claudio Nazoa, ha ido más lejos. El régimen chavista acusa a Laureano de "incitación al magnicidio". Claudio no cesa de preguntarse: ¿Cómo un medio tan inocente como la risa puede estimular a un delito tan grave?, ¿cómo podemos entender tanta desmesura dictatorial?, en fin, ¿qué podemos esperar de esta dictadura que no sea la sustitución del humor por la oscuridad y el horror? Claudio me despide torpemente por teléfono. Me corta la comunicación. No se consiente ninguna debilidad. Es otro estoico risueño y jovial. No da tregua a la melancolía y al sollozo. Es un vocacional del humor. Jamás se perdonaría a sí mismo no haberme arrancado una sonrisa.
Claudio, en efecto, me corta la comunicación, pero no consigue hacerme imaginar en sus ojos otras lágrimas que no sean las surgidas de las risas felices y liberadora de su inteligencia y maestría. La conversación me hace pensar. Veo con claridad que en Venezuela ya no hay nada, excepto la risa de sus cómicos. La dictadura ha matado cualquier tipo de oposición. A Chávez sólo le resta asesinar la risa. Laureano es su máximo representante. Él solo ha conseguido aunar la crítica que le correspondería a los poderes de la oposición. La risa ha traspasado la comedia de costumbres para cumplir su bendita función pública de denuncia. Ha asumido, como en tiempos de Aristófanes, la crítica del poder. La sátira de Laureano es la única esperanza, la utopía política de los venezolanos. La sátira de Laureano es la imaginación de lo mejor: la libertad.
Lean aquí la sátira de Laureano. Reirán a mandíbula batiente a la par que conseguirán ver la más completa pintura histórica del régimen de Chávez. Por eso, precisamente, el dictador quiere matar el humor que trae la libertad. Se niega a que los venezolanos sean libres a través de la risa. Trata el dictador de superar a Cuba. Pronto, muy pronto, el país más triste del mundo dejará de ser Cuba. Su puesto lo ocupará, por desgracia, la bella Venezuela. La reacción del régimen contra Laureano es brutal. Nunca hasta ahora, sí, hasta la sátira que Laureano ha hecho de Esteban –así conocen popularmente los venezolanos a Chávez: "este bandido que nos gobierna" (Esteban)–, en el periódico Tal Cual, había reaccionado el régimen chavista con tanta furia.
Eso significa algo terrible: Chávez no tiene otra oposición que la risa. Por eso, quiere matarla. Si el miedo falla y llega la risa, como dice un inteligente comentarista de esta noticia, el régimen de Chávez se derrumba. El problema, sin embargo, no sólo lo tendrá Venezuela, sino también España, porque el cómico que ataca los vicios públicos de la república de Venezuela es también español. Español, sí. Entiende, señor Rodríguez Zapatero, porque le decía al comienzo que llegase hasta el final de esta columna. No lo dude, señor presidente del Gobierno, cualquier cosa fea que le sucediera a la risa en Venezuela recaería sobre sus espaldas.
Laureano Márquez, sí, es tan venezolano como español. Por lo tanto, si algo le pasara al Aristófanes venezolano, sepa, señor presidente del Gobierno de España, que usted tendría serias responsabilidades.
Agapito Maestre, Catedrático de Filosofía Política en la Universidad Complutense de Madrid
www.libertaddigital.com
¿Fornica satisfactoriamente la Trini?
Estoy seguro de que las liberadas señoras y progresistas caballeros del gobierno fornican a todo tren y llevan una vida sexual de lo más pimpante y satisfactoria, lo cual por otra parte, no me importa lo más mínimo. Pero como ellas y ellos están, más que interesadas /os, empeñadas /os en regular a su modo las actividades y relaciones íntimas de todos los ciudadanos y ciudadanas, me veo obligado a hacer algunas observaciones, por un deber igualmente ciudadano. En tiempos más retrógrados, los gobiernos no se ocupaban de estas cosas, que serían denominadas como una especie de alcahuetería generalizada. También se habrían visto como cosa deshonrosa los robos institucionalizados de los políticos, sus chivatazos y connivencias con los asesinos (incluso la actual AVT parece ir por esa honorable vía, bien orientada por el PP) o su identificación -- por ley, además-- con los chekistas de antaño. Pero en estos tiempos de progresista inversión de los valores, tales ocupaciones se han convertido en un auténtico deber de todo político que se precie.
Pío Moa
http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado
Concerto for four violins in B minor / Il Giardino Armonico
- Concerto for four violins in B minor, RV 580
I. Allegro
II. Largheto
III. Allegro
Il Giardino Armonico
Conducted by Giovanni Antonini
En los cimientos de la Paz
Un milagro imposible
(Falso) terremoto en España
Los gorilas del «Gran Gorila Rojo»
¿Gili... integral? No lo parece...
Pío XII y el holocausto
El panóptico por los aires
Cuando don Juan Carlos I estampó su sello en la Ley de Amnistía de 1977, mi madre, tras cuarenta años de exilio en Francia, se instaló en un piso de cuarenta metros cuadrados en Carabanchel, no muy lejos del antiguo panóptico, pero tampoco muy cerca. Afortunadamente para mí, sigue viviendo allí, tranquila, con su vida anómala y sus recuerdos que pesan pero que ha aprendido a aligerar también. Es lo que aconseja la prudencia. Es lo que tiene la inteligencia. |
Se ha concedido una licencia que tiene unas condiciones y que quien esté ejecutando el derribo está cumpliendo.
Para salvar la memoria, el gobierno de la nación quiere instalar el Centro Internacional de Paz de la ONU.
El Colegio de Arquitectos de Madrid lamenta profundamente la desaparición material de la cárcel de Carabanchel y aun más la forma en que el Gobierno central ha llevado a cabo el derribo, sin la posibilidad de haber mantenido el que quizás sea el elemento más representativo, como era la cúpula que cubría el espacio central panóptico.
El Colegio de Arquitectos de Madrid entiende que técnicamente era viable la conservación de la cúpula y acusa al Ejecutivo central de obviar cualquier solución participativa, transparente, consensuada y democrática sobre el patrimonio arquitectónico y urbanístico.
Vacunagate
Ahora sí. Ahora los medios de comunicación más progresistas han decidido por fin ejercer de cuarto poder y, ante las sospechas de que la gripe A fue una amenaza inflada por algunos intereses económicos inconfesables, se lanzan al cogote de la víctima doble página en ristre. |
De peregrinación al Bulli
El anuncio de Fernando Adrián de que cerrará el mítico restaurante El Bulli durante dos años ha desatado el lógico entusiasmo en ese oscuro aunque nutrido grupo de personas que acude a un restaurante de nueva cocina con la absurda pretensión de comer. Eso se hace en la casa de uno, en el ventorrillo de la esquina o en la pizzería, pero no en un local que aspira a figurar en la Guía Michelín. |
El feto siente dolor más agudamente que un niño que ya ha nacido
La neonatología avanza. El feto no es una agregación de células en letargo sino una nueva vida que siente y reacciona. Descubrimientos actuales demuestran que éste siente dolor más agudamente que un niño que ya ha nacido, pues hasta ese momento no se han generado nuevas estrategias para evitarlo. Thomas Verny, afirma que en el 5º mes de embarazo, el niño se tapa los ojos o los oídos para protegerse de una luz potente cercana o del volumen de música elevado.
El Dr. Bellieni constata que percibe olores, sabores, sonidos y puede soñar. Un estudio de V. J. Collins y S. R. Zielinski evidencia que antes de finalizar el 2º mes “hay una clara respuesta del feto a los estímulos y las ondas del EEG revelan que su cerebro está funcionando”. Algunos médicos abortistas abandonaron su actividad cuando el mismo feto que iban a abortar, abría la boca en lo que se conoce como ‘el grito silencioso’. El académico J. Noonan dice: “En cualquier método abortivo, los niños fallecerán pasando por una agonía mortal. A pesar de sus limitadas capacidades cognitivas y sensitivas, sienten la desintegración de su ser y el fin de sus capacidades vitales”.
La causa está en que entre la 8ª-10ª semana, el centro del dolor (tálamo) ya funciona. “Los receptores sensoriales nerviosos están en la piel antes de la 9ª semana de gestación”, afirma el documento titulado ‘Evidencias científicas del dolor que sufre el feto al ser deliberadamente abortado’.
María Ferraz
http://www.diarioya.es