domingo, 31 de janeiro de 2010

Pío XII y el holocausto

Este no es un tema popular pues se da por supuesto que el Papa Pío XII no hizo lo suficiente para evitar la matanza de seis millones de inocentes por el hecho de ser judíos, gitanos u homosexuales. Judíos como lo eran Jesucristo, la Virgen María, los doce apóstoles o San Pablo, por ejemplo. Ahora también está de moda entre algunas personas ridiculizar a Benedicto XVI porque de niño vistió el uniforme de las juventudes nacional-socialistas, como si eso hubiese sido un acto decidido por su propia voluntad.

Bernard-Henry Levy publicó hace unos días un luminoso artículo en el que, saliendo al paso sobre lugares comunes, defendía a ambos papas. Levy recordaba, entre otras cosas, que Pío XII «fue coautor de la encíclica Con viva preocupación, que sigue siendo, aún hoy, uno de los manifiestos antinazis más firmes y elocuentes».

Nuestra Iglesia Católica ha cometido muchos errores, incluso excesos, a lo largo de sus casi dos mil años de historia. La predicación de las cruzadas, los tiempos de los gobiernos teocráticos, la Inquisición romana y la española, la persistente acusación al pueblo judío como pueblo deicida, en fin, hechos que como católicos de hoy nos pueden sonrojar y atormentar.

Pero desde el pontificado de Juan XXIII todo cambió y aquellos a quien se miraba con recelo desde el catolicismo, el pueblo judío, se convirtieron en nuestros hermanos mayores en la fe. Hoy navegamos en la misma nave «e la nave va». Todo ha retornado al origen de nuestras comunes doctrinas.

Pio XII era un hombre de extraordinaria cultura y sensibilidad. A mi no me cuadra que «no hiciese lo suficiente» para evitar el Holocausto. El último «príncipe» que ha tenido la Iglesia de Roma hizo lo que pudo y, a medida que se van conociendo datos de esos años, iremos cerciorándonos de que la historia no es como algunos pretenden que fue.

Jorge Trías Sagnier

www.abc.es

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