sexta-feira, 22 de maio de 2009

(Bibiana Aído) De aquí, al Nobel

El feto de un elefante, ¿es para doña Bibiana Aído un elefante o un ser vivo con trompa? El feto de una jirafa, ¿es para doña Bibiana Aído una jirafa o un ser vivo con el cuello muy largo? El feto de un mandril, ¿es para doña Bibiana Aído un mandril o un ser vivo con el culo pelado? Su descubrimiento de que un feto humano a las trece semanas de gestación es un ser vivo pero no humano, ha causado gran expectación en la Ciencia. Se habla del Nobel. 

La gran científica de Alcalá de los Gazules se tenía muy bien guardado su espectacular hallazgo. Tan sólo se atrevió a decírselo a doña Trinidad Jiménez, la eminente doctora que asume la Cartera de Sanidad, y a don José Luis Rodríguez Zapatero, el formidable humanista, lector de Suso de Toro y Gamoneda. Contento está el ánimo viajero de Mario Benedetti con Gamoneda, que ha aprovechado la muerte del poeta uruguayo para decir que era un petardo. El petardo, Gamoneda, con todos mis respetos. 

Pero me escapo del asunto. La eximia científica de Alcalá de los Gazules nos ha dicho que un feto humano de trece semanas no es humano. Pero nos ha ocultado cuál es, según su sabia opinión, el momento exacto de la transición de ser vivo a ser humano, de cosa con vida a niño preparado para nacer. Estoy seguro de que la eminente científica de Alcalá de los Gazules aliviará pronto la angustia que nos ha producido su excesiva prudencia, y con todos los datos que guarda en su poder, podrá sacarnos de la duda. 

¿A las veinte semanas es sólo un ser vivo y a la vigésima primera es ya un ser humano? ¿El cambio se produce a las quince? ¿Acabar con la vida del ser vivo a las catorce semanas es un simple acto de destrucción de un vegetal o entra de lleno en el terrorismo autorizado? Porque el terrorismo no es más que eso, una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. ¿Sienten terror los seres vivos no humanos cuando son arrancados de las entrañas de sus madres? ¿Puede asegurarnos la extraordinaria científica de Alcalá de los Gazules que no lo sienten? ¿Cuándo el feto incorpora a su vida las reacciones y reflejos de los seres humanos? ¿Cuándo siente placidez, sosiego, inquietud, miedo, terror o dolor? ¿Por qué los seres vivos no humanos de doña Bibiana Aído, con apenas diez semanas de vida, protestan, patalean, se acomodan y anuncian su presencia en el vientre de sus madres? ¿Sonríen por vez primera cuando son seres vivos no humanos o cuando a la científica de Alcalá de los Gazules le sale de las narices concederles la condición de personas? ¿Sabe la escrupulosa científica que se contarán por millones los seres vivos no humanos y los seres humanos asesinados por una Ley que no respeta el derecho fundamental de la naturaleza, que es el de vivir? Se frotan las manos las clínicas abortistas, los mejores negocios del sector médico. 

Terminaremos por levantar un monumento al doctor Morín. Y siempre tendremos la duda que la científica Aído, la doctora Jiménez y el humanista Rodríguez Zapatero nos alimentan con su silencio. ¿Cuándo pasamos de seres vivos a seres humanos? ¿A partir de qué semana nos asesinan legalmente? ¿Por qué los hijos del hombre y la mujer no adquieren su condición de ser humano con la misma facilidad que acredita que es elefante el hijo de una elefanta y jirafa el hijo de una jirafa? ¿Somos menos que los mandriles? Queremos saberlo.

Alfonso Ussía
www.larazon.es

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