Obama quiere enseñar a rezar a Zapatero. Sarcástica frase que circula por los ambientes diplomáticos de Madrid, a propósito del famoso «Desayuno de Oración». Patente queda también la prisa con que Moncloa se ha anticipado a La Zarzuela para sacar la foto del presidente antes que la de los Reyes, unos días después. Aquí, la agenda la marca el Gobierno, y punto. Mientras, Zapatero ensaya su discurso y gestos ante el cónclave cristiano más influyente de Estados Unidos.
Alfonso Osorio, uno de los políticos que mejor conoce las entretelas de la derecha española, acompañante de Hernández Mancha en su encuentro con «La Familia», comentaba la popularidad que le dio aquella foto al sucesor de Fraga, hasta entonces un desconocido. Tal vez, nuestro actual jefe del Gobierno desea un baño de fama americana, ante los líos que tiene en casa. Y por mucho que se escude en el mensaje de sus defendidas Alianzas Cívicas, nadie le quita las plegarias e invocación al Dios de las Sagradas Escrituras. Por cierto, muy presentes en la Constitución y hasta en la moneda estadounidense.
Políticos muy bien relacionados con el exterior, como Gustavo de Arístegui, y líderes no católicos, como el Rey de Jordania, han asistido al «Desayuno de Oración». Nunca se armó tanto revuelo, porque todos fueron respetuosos con las creencias y no militantes del laicismo. Ahora, ZP antepone la foto al crucifijo. De momento, que aprenda a rezar. Al menos, para quedar bien.
Alfonso Osorio, uno de los políticos que mejor conoce las entretelas de la derecha española, acompañante de Hernández Mancha en su encuentro con «La Familia», comentaba la popularidad que le dio aquella foto al sucesor de Fraga, hasta entonces un desconocido. Tal vez, nuestro actual jefe del Gobierno desea un baño de fama americana, ante los líos que tiene en casa. Y por mucho que se escude en el mensaje de sus defendidas Alianzas Cívicas, nadie le quita las plegarias e invocación al Dios de las Sagradas Escrituras. Por cierto, muy presentes en la Constitución y hasta en la moneda estadounidense.
Políticos muy bien relacionados con el exterior, como Gustavo de Arístegui, y líderes no católicos, como el Rey de Jordania, han asistido al «Desayuno de Oración». Nunca se armó tanto revuelo, porque todos fueron respetuosos con las creencias y no militantes del laicismo. Ahora, ZP antepone la foto al crucifijo. De momento, que aprenda a rezar. Al menos, para quedar bien.
Pilar Ferrer
www.abc.es
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