La casa de subastas Christie’s pone a la venta el día 22 de este mes una calavera urna que pertenece a la elitista sociedad secreta Skull and Bones, de la que forman parte George W. Bush y John Kerry. Esta es la historia de un puñado de huesos con demasiado poder (simbólico).
No es una secta, pero actúa como si lo fuese. Tiene sus códigos, sus ritos, su dosis de misterio, sus personajes poderosos y también sus símbolos. Hablamos de Skull and Bones, una sociedad secreta fundada en 1832 con sede en la Universidad de Yale, en New Haven (EE UU). El próximo día 22 sale a subasta en Nueva York su insignia, una calavera que perteneció a esta misteriosa e influyente cofradía, en la que militan George W. Bush, John Kerry y otras personalidades influyentes de la vida de Norteamérica.
La calavera, que está acompañada de dos huesos cruzados, fue utilizada como urna en los encuentros secretos que mantuvieron los miembros de Skull and Bones durante muchos años. Ahora, un coleccionista europeo ha decidido venderla. El precio de salida es de 7.000 euros, aunque los directivos de Christie’s piensan que puede duplicarlo. “Es un artefacto macabro que tiene detrás una historia intrigante relacionada con la vida de Estados Unidos”, asegura Margot Rosenberg, directora del departamento de artes decorativas de Christie’s.
Sus miembros se hacen llamar caballeros y el resto de los mortales, bajo su visión del mundo, son sencillamente bárbaros. Se reúnen periódicamente en la “tumba de los Bones”, una antigua construcción en New Haven, y reclutan a sus miembros entre los alumnos de Yale un año antes de su graduación. La leyenda dice que para ser director de la CIA hay que ser miembro de Skull and Bones. Más allá de especulaciones, lo cierto es que jueces que han presidido el Tribunal Supremo han militado en sus filas, donde se cuentan importantes hombres de negocios.
En su lista figuran nombres como los de Morrison Remick White, presidente del Tribunal Supremo a finales del siglo XIX, y el de William Maxwell Evarts, secretario de Estado entre 1877 y 1881. Tanto George W. Bush como el que fuera aspirante democráta a la Casa Blanca John Kerry no quisieron desmentirlo cuando fueron preguntados al respecto en diferentes entrevistas. “Es tan secreto que no podemos hablar de ello”, respondió Bush a un periodista de MSNBC en 2004.
En torno a esta sociedad revolotean datos siniestros, como que ciertos miembros cenaban todo tipo de manjares en una vajilla de Hitler en la “tumba de los huesos” o que siempre llevan adelantado el reloj cinco minutos, como muestra de su posición avanzada en el mundo. Otros rituales consisten en confesar secretos sexuales y besar una calavera. Desde 1833 usan la bandera de la Russell Trust Association, compuesta por un cráneo y dos fémures cruzados que contiene la inscripción 322, un número que se corresponde con el año que en murió el orador griego Demóstenes.
Se cree que la calavera, que posee la inscripción “Thor”, perteneció a Edward T. Owen, quien se graduó en Yale en 1872, para después convertirse en profesor de francés en Wisconsin. “Thor” sería un sobrenombre de Owen o de uno de sus compañeros. Junto a los huesos también sale a la venta un libro con las fotos y los nombres de 50 personas que formaron parte de la sociedad entre 1831 y 1871, entre ellos el del presidente de los Estados Unidos William Howard Taft.
El cine ha alimentado el misterio y la popularidad de esta organización con películas como "The Skulls: sociedad secreta" (2000) protagonizada por Joshua Jackson y Paul Walker con sus secuelas, y "El buen pastor", en la que actuaban Angelina Jolie, Matt Damon y Robert De Niro, inspirada en las peripecias de James Jesus Angleton, miembro de Skull and Bones y agente de la CIA.
El año pasado, un nieto del indio Jerónimo denunció a Skull and Bones por haber profanado la tumba de su abuelo en 1918 o 1919 para robar los huesos. Su objetivo era recuperar la reliquia. No pudo ser.
Javier García
www.larazon.es
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