Si a los servicios de seguridad de Copenhague se les coló en la cena de gala el de Greenpeace que se tiró de espontáneo con esmoquin y pancarta, es mucho peor lo ocurrido en Madrid. En la inauguración de la presidencia europea de turno de España gracias a nuestros grandes méritos en el orden alfabético, nadie desplegó una pancarta recordando el numero de parados y la millonada que van a fundirse en esta tontería semestral: 100.000 euros sólo en corbatas para los gachós y pañuelos para las gachís. Fue peor. El ecologista Visa Platino español que se coló en Copenhague no suplantó a nadie, pero en Madrid se les ha colado Mister Bean otra vez, se ha puesto donde ZP, y nadie se ha dado cuenta. Y esta vez no se ha colado de pirata en la página de Internet, que eso está tirado cerrarlo: se llama a un juez amiguete y en cuatro días te la clausura, mientras que el Estatuto Catalán está muerto de risa en el Constitucional hace dos años y a un inquilino moroso que no paga ni quemado no te lo desahucia ninguna señoría ilustrísima en menos de tres años, toma, jódete, por tener propiedad inmobiliaria, so facha capitalista, y no propiedad intelectual, como nuestros compañeros los progres artistas del Sindicato de la Ceja, que son rojos Carolina Herrera.
Mister Bean se les ha colado esta vez en persona, suplantando a ZP. Y también se les ha colado César Cadaval, el Moranco, suplantando a Durao Barroso. Total, como César y Durao son igualitos, igualitos, y los guardias ya no se acuerdan de quién se fue de rositas en la foto de las Azores aun siendo el huésped de la reunión de Bush con Aznar y Blair, no repararon que era el Moranco quien estaba allí. Así que el único auténtico en los fastos inaugurales era Van Rumpuy, ese belga que tiene nombre de centrocampista de fichaje de invierno y pinta de obispo de provincias de la Conferencia Episcopal.
Sólo así, con estos dos cachondos en el papel de ZP y en el papel de Durao Barroso, se explica la Charlotada Europea de Madrid. Si hubiera sido el verdadero ZP, sin suplantaciones, como es una persona sensatísima y nunca dice ninguna tontería, jamás se le habría ocurrido, con cuatro millones de parados a sus espaldas, anunciar que España va a arreglarle a Europa la crisis, ay, que me meo de risa, que diría Marujita Díaz. Si hubiese sido el verdadero ZP y no Mister Bean suplantándolo, conocedor y causante de nuestro déficit público, no habría contado ese chiste tan bueno: España multará a los Estados europeos que no cumplan los objetivos económicos de la Unión, ay, Marujita, que me vuelvo a mear, ¿dónde está el baño?
Esto por lo que respecta al cachondo de Mister Bean. En cuanto al cachondo del moranco César Cadaval, a él seguramente se le ocurrió llamar a María Pagés para que se echara un bailecito y convertir la presidencia española en la Feria de la Tapa, en connivencia con algún trincón bajito de la Real Academia de Gastronomía que yo me sé. Pero no sabía yo que el Moranco se dedicara al humor negro: «Ponle aquí a estos señores lo que quieran tomar y apúntalo en mi cuenta». Es de humor negro que en la España donde los comedores sociales no dan abasto y hay listas de espera en Cáritas dar un festorrón a base de salpicón de marisco gallego, chupito de salmorejo cordobés, escalibada con queso de cabra de Madrid, bacalao al ajo arriero, caldo de sopa castellana, croquetas de ibérico, buñuelos de merluza del Cantábrico, arroz con setas y perdiz a la toledana, así como quesos de La Peral, Roncal, Manchego, Torta del Casar y Mahón, y jamón de Huelva, Los Pedroches, Guijuelo, Dehesa de Extremadura y Sierra de Sevilla, loncheado por una orquesta de violinistas-cortadores profesionales, dirigida por el embajador mundial del jabugo, Florencio Sanchidrián, que es el Von Karajan de la pata negra. Tendremos la Presidencia Europea del Canapé. Lo ha dicho el Moranco Durao Barroso: «Que no farte de ná». Y en junio comentarán en Bruselas: «Ha sobrao de tó». Sobre todo, parados y déficit público.
Antonio Burgos
www.abc.es
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