sábado, 18 de outubro de 2008

Con su permiso...

Con su permiso, Señoría, me apresuro a ofrecerle mi modesta ayuda. No tengo mala memoria. La he ejercitado durante toda mi vida con la Poesía. Luís María Anson me gana, pero pocos más. Y creo recordar que Franco murió en noviembre de 1975. Por lo menos, así me lo hicieron creer. No espere, señor juez Garzón, la respuesta que usted ha solicitado al Registro Civil. Le aseguro, y no me mueve otro propósito que colaborar con Su Señoría, que Franco falleció en el mes y año previamente consignados, y si me apura, me atrevo a decirle hasta el día. El 20 de noviembre. Me acuerdo como si fuera ayer, pues de lo contrario no me atrevería a darle pistas, sobre todo sabiendo como se las gasta Su Señoría con quienes le dan pistas falsas. No obstante, y no es para ablandar su caritativo corazón, me propongo decirle públicamente que usted es un hombre extraordinario, sagaz y como tienen que ser los hombres extraordinarios y sagaces. Porque el suyo ha sido un golpe inesperado. Todos creíamos que Franco había muerto hace ya 33 años, y Su Señoría, que no traga con ruedas de molino, va y se lo pregunta al Registro. Y yo insisto, señor juez Garzón, en que sí, que murió en el hospital de La Paz y que dos días después de su muerte -o quizá tres, que ahí me pierdo-, fue enterrado en el Valle de los Caídos ante el ministro de Justicia y Notario mayor del Reino, señor Sánchez Ventura, que previamente había solicitado a los Jefes de la Casa Civil y Militar del finado la confirmación de que el cuerpo que descansaba en el ataúd que iba a ser colocado bajo tierra era el de Franco. Y ellos asintieron. Y si ellos, que tan bien lo conocían, dijeron que sí, que era Franco, se me antoja una impertinencia no creer en su palabra. De todos modos, como usted es bastante tiquismiquis e instruye tan divinamente las causas -al final, uno de cada cien de sus procesados es considerado «culpable» por los tribunales-, me parece no bien, sino requetebién, que se fíe tan sólo del Registro, por si las moscas.

No obstante, y con todo el respeto que me merece todo juez o magistrado, le quiero advertir de que en la calle la gente piensa mayoritariamente que su proyecto es una majadería. Creo que sus compañeros de la Fiscalía y la Judicatura hacen cola en las consultas del urólogo por haber experimentado en sus organismos un cuadro de expulsión incontrolada de orina por causa de la hilaridad. Hay jueces y fiscales que le están preparando una broma. Se lo adelanto, Señoría. El 28 de diciembre, van a darle recuerdos de Carlos, y cuando usted pregunte «¿De qué Carlos?», le van a responder que «el de los pelos largos». Y algún magistrado, más atrevido aún, le va a anunciar que ha fallecido Lucas, y cuando usted se interese mediante la cuestión «¿Qué Lucas?», la va a contestar que «el de las pelucas». Otros, la mayoría, menos arriesgados en las bromas, sólo intentarán pegarle en la espalda monigotes de papel, cuyo resultado, si se hace medianamente bien, provoca bastante risa. Y es que Su Señoría, con su «Causa General», su petición al Registro de la confirmación de la muerte de Franco y su exculpación de Carrillo en la matanza de Paracuellos, les parece un cachondo, y no se pueden creer que se tome en serio semejante bobada.

Por mi parte, y de nuevo recurro a mi memoria, creo que sí. Es más, me quemo las nalgas y le aseguro que Franco murió hace 33 años.

Alfonso Ussía
www.larazon.es

Um comentário:

Anônimo disse...

Fallecimiento del General Franco = Hecho Notorio

 
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