Federico Jiménez Losantos y César Vidal analizan hoy la batalla de Teruel que se produce en un momento en el que la guerra "se podía acabar muy pronto". Estamos en noviembre de 1937, con el norte de España bajo control del ejército nacional tras las tomas de Vizcaya, Santander y Asturias, el ejército republicano derrotado en las batallas de Brunete y Belchite y con Franco trasladando hombres y material a las cercanías de Madrid para lanzar una gran ofensiva sobre Guadalajara y la capital de España y acabar así con la guerra.
Sin embargo, para evitar esa ofensiva Indalecio Prieto decide lanzar una contra Teruel. Para ello, según César Vidal, "contaba con cuarenta mil hombres, artillería comprada poco antes y blindados, frente a siete mil soldados del ejército nacional".
"Como los servicios de inteligencia republicanos sabían que Franco atacaría Madrid el 18 de diciembre deciden hacerlo ellos una semana antes, sin embargo una huelga de maquinistas de ten en Barcelona retrasó la ofensiva unos días, produciéndose finalmente el día 15", relata Vidal. Un día más tarde, Teruel está cercado y entorno al 25 "había dos pequeños focos de resistencia: uno en el Seminario y otro en el Gobierno Civil bajo el mando de los coroneles Barba y Rey D´Harcourt". Federico recuerda que en el seminario se encontraba su abuela.
La ofensiva ha sido un éxito y "el gobierno republicano piensa que ya ha ganado la batalla" apunta César. Sin embargo, "el día 22 de diciembre – prosigue - Franco firma una directiva para liberar Teruel y el 28 se desencadena la contraofensiva que es tan tremendamente dura que los cercados piensan que los van a liberar". De hecho, "iba a ser así porque los republicanos se habían retirado pero de repente dos grupos reaccionan y vuelven a la ciudad: los anarquistas de la 25 división y los carabineros de la división 40".
Las fuerzas republicanas entran de nuevo en la ciudad y "deciden acabar con la resistencia produciéndose la rendición de Rey D´Harcourt el 5", afirma César. El ejército republicano da por segunda vez ganada la batalla.
Pero la alegría en el bando republicano duró poco. César cuenta que "Franco el 17 de enero vuelve a dar la orden de atacar y se da la maniobra de Alfambra". El 6 de enero "se produce la impresionante carga de caballería con 3.000 caballos, la última de Europa occidental". Para el director de Es la Noche... la carga "se podía haber parado emplazando algunas ametralladoras, pero la imagen de 3.000 caballos avanzando es apabullante". El 21 "la ciudad es reganada".
César destaca que "en Teruel se produce un fenómeno que se repetirá hasta el final de la guerra: una gran ofensiva del ejército popular con una gran resistencia de un ejército nacional en inferioridad de condiciones, y una contraofensiva nacional que obtiene la victoria final".
Mentiras de la historia: La cobardía del Rey D´Harcourt
Federico considera que el coronel Rey D´Harcourt ha sido tratado de forma injusta, especialmente por su propio bando. El 5 de enero la guarnición que mandaba el coronel "estaba aislada en un sótano con varios cientos de civiles a su cargo, entre ellos el jefe de la Cruz Roja local y el obispo de Teruel, Monseñor Polanco", explica César.
El militar "pide permiso para trasladar a los heridos, cosa que le conceden a la vez que le exigen la rendición", algo que se produce finalmente. César asegura que "aguantó heroicamente, no podía seguir resistiendo". El 6 y 7 de enero el bando republicano lleva a Valencia a los prisioneros y "comienza en la prensa nacional un aluvión de críticas a Rey D´Harcourt". César destaca que "incluso durante la post guerra sigue produciéndose su denigración, "Franco llegó a impedir a la viuda la limpieza de su nombre".
"Hasta 1972 no se permitió el traslado de los restos mortales de Rey D´Harcourt a un panteón familiar a Logroño, hicieron que los familiares lo tuvieran que llevar en el maletero de un coche", indica César Vidal.
Como muestra de la honestidad e integridad de Rey D´Harcourt, César cuenta que "cuando estuvo prisionero le llegaron a ofrecer 3 millones de pesetas y su libertad, la de su mujer e hija, a cambio de unas declaraciones favorables a la República". Pero el coronel se mantuvo firme y finalmente fue fusilado junto con el obispo de Teruel y más de 40 personas más el 7 de febrero del 39, a punto de acabar la guerra, justo en los límites de la frontera con Francia. "Fue un asesinato injustificado, un crimen de guerra", apunta César Vidal que añade que "no había motivos ya para hacerlo".
Recomendaciones bibliográficas
César Vidal nos recomienda esta semana:
- Título: "ADRIANO"
- Autores: ANTHONY BIRLEY
- Edita: GREDOS
- Nº de páginas: 479
"Para muchos Adriano es conocido por la famosa novela de Yourcenar pero la verdad es que fue uno de los grandes emperadores romanos que manifestó un notable interés por la cultura a la vez que mostró notables dotes de estadista y de militar". Como en el caso de Marco Aurelio, "es fácil caer en la tentación de ver en Adriano a un hombre preocupado por cuestiones filosóficas". La realidad es que la continuidad y estabilidad del imperio ocupaban en su corazón y en sus acciones un espacio mucho mayor.
http://www.esradio.fm/es-la-manana-de-federico
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