domingo, 2 de maio de 2010

Todos contra Israel

De pronto se ha levantado la veda contra Israel, ¿no le parece? Mientras los gobernantes yihadistas de Irán continúan con su empeño de conseguir armas nucleares, mientras Siria manda miles de misiles a Hizbolá, mientras los líderes de la Autoridad Palestina glorifican a terroristas islamistas, el New York Times encuentra "estimulante" que el presidente Obama tenga ganas "de desafiar a Israel".

Los editorialistas del New York Times agregan que "La pregunta es si el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu es capaz o quiere liderar a su país para alcanzar un acuerdo de paz". ¿Es ésa la pregunta?

Mientras tanto, el Centro Simón Wiesenthal está construyendo un "Museo de la Tolerancia" en Jerusalén. ¿Quién podría criticar un proyecto así?, excepto quizá si tomamos en consideración que la mayor parte de los que viven en Jerusalén o pasan por allí ya valoran la tolerancia. Por el contrario, un Museo de la Tolerancia podría ser una novedad, digamos en Riad (donde iglesias y sinagogas están proscritas) o en El Cairo (de donde los judíos egipcios han huido y donde se oprime cada vez más a la comunidad cristiana) o en Teherán (donde los bahai están entre las minorías religiosas más brutalmente perseguidas).

No obstante, el fraudulentamente llamado Consejo de Derechos Humanos de la ONU afirma que el museo se está construyendo en suelo musulmán sagrado. No importa que el terreno esté en el sector occidental de Jerusalén, no en la parte "árabe" en Jerusalén Este, y tampoco importa que éste haya sido utilizado durante décadas como aparcamiento municipal por automovilistas judíos, musulmanes y cristianos por igual y sin que las autoridades religiosas musulmanas hayan expresando objeción alguna.

Pero lo más cruel en los últimos días ha sido lo que dijo la secretaria de Estado Hillary Clinton que invitó a Israel "a continuar construyendo la atmósfera para un proceso integral de paz demostrando respeto por las legítimas aspiraciones de los palestinos, deteniendo la actividad de los asentamientos y atendiendo las necesidades humanitarias en Gaza". Ella rogó a los líderes israelíes que se "abstengan de acciones y declaraciones unilaterales que pudieran socavar la confianza o perjudicar el resultado de las conversaciones".

Para descubrir las trampas ocultas de este razonamiento diplomático empecemos con esta pregunta: ¿Qué "atmósfera para un proceso integral de paz" podría tener Clinton en mente si tomamos en consideración que, desde que el presidente Obama asumió al cargo, no hay líderes palestinos de alto rango dispuestos a sentarse en la misma mesa con líderes israelíes, cuando sí lo habían hecho en el pasado?

En cuanto a las "aspiraciones legítimas" de los palestinos, en el año 2000 y nuevamente en 2008, líderes israelíes les hicieron un gran ofrecimiento: un Estado palestino independiente en toda Gaza, más del 95% de Cisjordania y que Jerusalén Este fuese su capital. A cambio, los israelíes sólo pedían el fin del conflicto y garantías de una seguridad futura. Los líderes palestinos rechazaron de plano el ofrecimiento israelí.

Luego también están las referencias de Clinton a las "necesidades humanitarias en Gaza", un territorio gobernado por Hamás que es una organización terrorista según el Gobierno de Estados Unidos y muy aliada con los teócratas de Teherán. Los líderes de Hamás han dicho en repetidas ocasiones y de forma inequívoca que se proponen utilizar todos los medios para exterminar a los israelíes. Ellos creen que es su obligación religiosa. A pesar de ello, Israel suministra combustible, alimentos y medicinas a la gente de Gaza. ¿Qué otra nación ha hecho alguna vez algo semejante por una organización que ha emprendido una guerra genocida contra esa misma nación?

Para finalizar, Clinton habla de que los israelíes están socavando la confianza. ¿Sobre qué base deben los israelíes confiar en gente que dice querer matarlos y que lo hacen cada vez que tienen la ocasión? En cuanto a Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Palestina, su facción política "moderada" Fatah continúa homenajeando a terroristas yihadistas como no hace mucho vimos que lo hicieron con Dalal Mughrabi, secuestradora del autobús que masacró a 37 civiles israelíes, 13 de los cuales eran niños. La televisión del Gobierno de Abbás difundió recientemente un sermón llamando a los judíos "enemigos de Dios y de la humanidad". Y el sermón continuaba así: "El Profeta dice ‘Tendrás que luchar contra los judíos y matarlos... Así, esta tierra sólo será liberada con la yihad...’".

Cuando Clinton era senadora de Estados Unidos por Nueva York, daba la impresión de comprender la amenaza existencial a la que los israelíes se enfrentan día tras día. Cuando ella era candidata a la presidencia por el Partido Demócrata, daba la impresión de comprender, como cuestión de principios y política, que Estados Unidos necesita hacerle frente a sus enemigos y defender a sus aliados.

Pero como la secretaria de Estado del presidente Obama, Clinton ha llevado la diplomacia de Oriente Medio de una forma que se podría describir en el mejor de los casos como incoherente. En el peor de los casos –parafraseando al académico Bernard Lewis– ella está ayudando a que Estados Unidos parezca "inofensivo como enemigo y traidor como amigo". ¿Cómo puede resultar algo bueno de todo eso?

Puede que los editorialistas del New York Times no entiendan esto. A menudo, piensan que están adoptando una posición cuando simplemente están haciendo una pose. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU tiene su propia agenda que es evidentemente antiisraelí y antiamericana. Pero una mujer tan lista y con los pies sobre la tierra como Hillary Clinton debería saber que eso no se hace.

©2010 Scripps Howard News Service
©2010 Traducido por Miryam Lindberg

Clifford D. May, antiguo corresponsal extranjero del New York Times, es el presidente de la Fundación por la Defensa de las Democracias, institución investigadora dedicada al estudio del terrorismo.

http://www.libertaddigital.com

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