sábado, 1 de maio de 2010

El Caganer Party

Cuando nuestra izquierda no está ocupada buscando dobermans, franquistas y ultras, aquí, en España, se entretiene con la misma tarea fuera. En los últimos tiempos, muy especialmente en Estados Unidos con el Tea Party, ese movimiento de rebelión contra la fiscalidad y el Estado excesivo que nos retrata la prensa socialista como si del mismísimo diablo se tratara.

De tanto buscar franquistas o Tea Party Patriots, que así se llaman los americanos, no les queda un minuto para los Tea Party nacionales, o los Coffee Party nacionales, la respuesta americana de izquierdas a los del Tea. Como los Caganer Party, una denominación que me parece más nuestra, más catalana y más acorde con las peculiaridades de nuestro movimiento extremista.

Un movimiento más preocupante que el de sus colegas de rebelión antiestatal americana. Bien es verdad que aquellos retratan a Obama sobre una bandera de la antigua URSS y el eslogan ¡Es el enemigo! Pero al menos no propugnan la desobediencia a las leyes y la insumisión contra el Gobierno federal. Se movilizan contra los impuestos y el gran Estado, pero mantienen el respeto a la ley y se mantienen dentro de la ley.

Lo que no es el caso de esa amalgama de nacionalistas y socialistas catalanes que se rebelan contra la Constitución y, sobre todo, amenazan con incumplir la sentencia del Constitucional. Las palabras del portavoz de CIU, Francesc Homs, según las cuales, entre la Constitución y la «democracia de Cataluña», ellos escogerán la «democracia de Cataluña», son toda una declaración de guerra a la propia democracia y al Estado al lado de la cual la rebelión de los Tea Party parece de risa.

Y los socialistas siguen tan callados y complacientes con su Caganer Party como los republicanos americanos con los de su Tea. No vaya a ser que se pierdan votos en Cataluña por unos escrúpulos extremistas.

Edurne Uriarte

www.abc.es

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