En buena parte de los países del mundo se están celebrando las navidades, una época de paz, de armonía y, sobre todo, de reconciliación; muchas personas olvidan traiciones, maldades y engaños y aprovechan esta hermosa festividad para perdonar. También en política. Es justo en esta época cuando los presidentes suelen aprovechar para dejar en libertad a presos políticos, traidores a la patria o personas que, pese a su conducta ejemplar, han sido mantenidas en prisión. Desde el punto de vista político este clima de alegría es bueno para todos. Amigos lectores, ¿que mejor época que la Navidad para estar en libertad y pasar tiempo con la familia?
Desgraciadamente, parece que el presidente Chávez no quiere celebrar así estas fiestas. Ya les conté que, después de perder el primer asalto en su intento de perpetuarse en el poder, el presidente venezolano mostró su cara de dictador llamando "victoria de mierda" al triunfo de la oposición venezolana y negándose a reconocer en la práctica los resultados, al decir que va a proponer otra vez la reforma pese a que la Constitución lo impide. Pero eso son sólo palabras. Hugo Chávez sabe que tiene que hacer algo para poder frenar, desprestigiar o simplemente hacer desaparecer a los dirigentes de la oposición, y la mejor forma que ha encontrado es convertirlos en presos políticos.
Durante estos años de dictadura militar en Venezuela el presidente ha ordenado encarcelar a más de cuarenta dirigentes políticos, periodistas o líderes de opinión que estorban a sus ansias de poder. Entre ellos hay casos muy conocidos como los del estudiante Nixon Moreno y el general Francisco Uzon, quien pese a haber cumplido su condena aún no ha sido liberado. Estas cuarenta personas actualmente siguen privadas de sus libertades, y parece que la lista va a seguir creciendo.
Los resultados del referéndum en el estado de Miranda le mostraron al dictador Chávez las grandes debilidades que padece en este importante sector del país, ya que la propuesta de reforma constitucional perdió con una diferencia de más de 100.000 votos. Para el mandatario venezolano el culpable de esta derrota fue Enrique Mendoza, ex gobernador del estado, que durante años ha visitado sus pueblos y cuidado de su gente, algo que sé de primera mano porque he trabajado con él en sus giras por el estado.
Tres días después del anuncio oficial de los resultados, el presidente comenzó la represión y ordenó la captura de Mendoza, acusándolo de cosas como instigación al odio. El ex gobernador ha decidido esconderse, ya que ni sus abogados ni nadie ha podido tener acceso al expediente en que se detallen las acusaciones exactas por las que se dictó el auto de detención, violando todos sus derechos y prohibiendo que sea el próximo candidato para las elecciones de gobernadores en octubre del 2008. Porqueeste gobierno transitorio sabe que Mendoza obtendría un rotundo triunfo.
Enrique Mendoza no debe entregarse hasta no saber exactamente de qué se le acusa, por más que haya declarado que se entregará. Tan sólo es culpable de lograr que los mirandinos se dieran cuenta de que la reforma no solucionaba los problemas de nadie y, por tanto, era innecesaria.
Esta es la primera de muchas persecuciones políticas que se sucederán a partir del próximo año. Con este caso en particular, Chávez ha intentado que una parte importante de los políticos se mantenga alerta y no disfrute del gran triunfo obtenido el 2 de diciembre. Ha demostrado a quien quiera verlo que todo aquel que se interponga en sus ambiciones será castigado. El presidente no ha podido superar la derrota que lo dejará fuera del poder en el año 2013, por eso la batalla planteada por Chávez es ahora de desmotivar, hacer infeliz al contrario y desviar la atención internacional.
Por ello los venezolanos debemos mantener nuestros principios democráticos en un clima de esperanza, paz y reconciliación nacional, sin prestar atención a los insultos, pero sin olvidar a los perseguidos y presos políticos, a los que hay que defender y a quienes no se debe olvidar.
El presidente Chávez debería recordar lo que hicieron con él. Después de dar un golpe de Estado con decenas de muertos el 4 de febrero de 1992, sólo dos años después se le concedió el indulto y fue liberado; ahora es presidente de Venezuela. Chávez debería liberar a los presos políticos, haciendo con ellos lo mismo que hicieron con el. Eso sí, con la diferencia de que estas personas son inocentes y Chávez era culpable.
Los venezolanos tenemos derecho a disfrutar de unas navidades como deben ser, en paz y sin discriminación política, ya que ésta es una violación a los derechos humanos. Por ello invito a Venezuela y a al mundo a disfrutar de una feliz Navidad.
Andrés Ayala - Portavoz de Manos por la Libertad, movimiento estudiantil de Venezuela, y dirigente nacional de las Juventudes de COPEI.
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