El regio «¿Por qué no te callas?» ha servido de eslogan para la oposición, desataba la caja de los truenos verbales bolivarianos y, tal vez, instaló en el inconsciente colectivo la idea de que a Chávez se le podían parar los pies con una frase, con una palabra, con un simple adverbio: No. Después, Chávez fracasaría al pretender politizar la OPEP y en el intento de liberar a los rehenes en manos de la guerrilla colombiana de las FARC.
«Enfrentarse con España y con Don Juan Carlos no es un buen negocio en Iberoamérica», apunta un experimentado observador de la zona. La figura de Su Majestad es comunmente respetada por los mandatarios del Hemisferio, que tienen en la Transición por él encabezada un referente para sus procesos políticos. De hecho, los ataques de Chávez al Rey no fueron secundados por ninguno de sus aliados en la región. Y en medios diplomáticos americanos se reconoce que el Monarca le dijo a Chávez lo que muchos mandatarios se han quedado con las ganas.
Nervioso ante unas encuestas que no le resultaban favorables, y con objeto de azuzar a su favor el sentimiento nacionalista, el caudillo bolivariano intentó -sin éxito- desprestigiar al Soberano equiparándolo con Fernando VII, tratando de vincularlo con el supuesto apoyo del Gobierno de Aznar al golpe de abril de 2002: «El Rey dirige la política exterior de España», llegó a sostener, entre otros disparates como que el Jefe del Estado «caza osos en los jardines de La Zarzuela».
Chávez tampoco parece haber acertado con sus amenazas a las empresas españolas instaladas en Venezuela (BBVA, Santander, Repsol, Movistar...). Sus empleados, y los de las empresas subsidiarias que trabajan con ellas, difícilmente verían con buenos ojos pasar a manos de un Estado que se manifiesta como un pésimo gestor.
En esa línea, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) resaltaba ayer en su boletín informativo la «importante» labor del Rey en defensa de los intereses empresariales españoles en Iberoamérica. La patronal destaca en el editorial de su publicación que los empresarios han manifestado «en numerosas ocasiones» su reconocimiento a la «impecable» tarea que desarrolla la Corona en favor de la estabilidad, la unidad y el progreso de España.
Respecto al incidente de la Cumbre Iberoamericana de Chile, la CEOE se declara orgullosa «de tener un Rey como el que tenemos, que sabe estar a la altura de las circunstancias cuando la ocasión lo requiere». Don Juan Carlos es, «sin duda», su «mejor embajador», por lo que estan «verdaderamente» agradecidos ante su «gran labor».
M.M Cascante, desde Caracas, Venezuela.
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