quinta-feira, 1 de abril de 2010

Curiosidades

¿Sabe usted de dónde viene la palabra "quilate", que se usa habitualmente al hablar del peso de las piedras preciosas o de la pureza del oro y la plata?

La palabra quilate deriva del término griego keration, que quiere decir "algarroba". Las semillas de la algarroba suelen tener un peso relativamente constante, de unos 0,19 gramos, así que en la antigüedad se usaban semillas de algarroba para "pesar" las piedras preciosas. De ese modo, cuando alguien decía que un diamante era de 40 quilates, lo que estaba diciendo es que pesaba lo mismo que 40 semillas de algarroba, es decir, 40*0,19 = 7,6 gr. En la actualidad, el peso del "quilate" se ha redondeado, y ahora se lo considera equivalente a 0,2 gr. Por ello, 40 quilates modernos son equivalentes a 8 gr de peso.

Los árabes adoptaron el término keration empleado por los griegos, transformándolo en "quirat", que en español dio lugar a "quilate" y en francés a "carat".

En relación con el oro y la plata, el término "quilate" tiene un significado bastante distinto. A diferencia de lo que sucede con las piedras preciosas, el "quilate" del oro y la plata no es una unidad de peso, sino que indica la "pureza" del metal. El oro puro tiene, por definición, 24 quilates, mientras que el oro con impurezas tendrá un número de quilates menor. No existe oro ni plata de más de 24 quilates, por la sencilla razón de que 24 quilates representan la pureza total.

¿Y de dónde viene ese uso del término quilate, tan diferente del uso que se hace al hablar de piedras preciosas? Pues, de nuevo, el origen es la misma palabra griega "keration", pero con unas vicisitudes históricas distintas.

En la época del Imperio Romano, se adoptó esa unidad griega de peso llamada keration, equivalente a 0,19 gr. y que se utilizaba en todo el Mediterráneo oriental, aunque en latín se le dio a esa unidad de peso el nombre de "silicua". El emperador Constantino el Grande, como parte de sus reformas, definió la moneda de oro denominada "sólido áureo", cuyo peso debía ser de 24 silicuas (es decir, 24 quilates de peso). Y, con el paso del tiempo, ese número de "24 quilates" perdió su significado de "peso" para pasar a ser usado como expresión de la pureza relativa del oro.

Por cierto, para aquellos que se pregunten de dónde sacaron los ingleses un sistema de división monetaria y un sistema de medidas de peso tan absurdos como los que tenían antes de adoptar el sistema métrico decimal, la respuesta es muy sencilla: los ingleses conservaron los sistemas tradicionalmente empleados en Roma. La libra (como unidad de peso o como unidad monetaria) y la onza (un doceavo de libra) se usaban ya en tiempos de los romanos.

Luis del Pino

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m

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