Las elecciones primarias de la oposición, realizadas el 25 de abril, son un triunfo de la libertad: la lucha es por la libertad del país frente a la servidumbre a la Cuba castrista, y de los venezolanos frente al despotismo de Hugo Chávez. |
La lucha democrática es el medio para reconquistar la soberanía y la libertad de Venezuela, y las primarias de la oposición han demostrado que los ciudadanos quieren participar. Los venezolanos que no hemos cometido el trágico error de subordinarnos a este oprobioso régimen aspiramos escoger a nuestros dirigentes. En segundo lugar, las personas seleccionadas por el voto del electorado salieron fortalecidas de cara al país. Tercero: las primarias fueron una escuela que va a permitir construir redes, afinar mensajes e insertarse en las comunidades con miras al futuro.
Ese día pude visitar, en compañía de unos amigos, a Oswaldo Álvarez Paz en la prisión de El Helicoide. Lo encontramos lleno de fuerza moral e inquebrantable espíritu de lucha. Oswaldo es un político de principios y convicciones, y la arbitrariedad de este oprobioso régimen contribuye a ratificar su apego a los valores que conducen su vida. Su familia y amigos, la Venezuela democrática, estamos con él.
Los factores políticos de la oposición debemos redoblar nuestros esfuerzos dirigidos a liberar a los presos políticos; en tal sentido, exhorto a los candidatos recién electos, a los partidos políticos y a los medios de comunicación a proseguir de manera incansable el combate por nuestros compañeros y compañeras presos por Chávez y sus secuaces. Es necesario movilizar a la opinión pública mundial y a los organismos internacionales competentes, para que aumenten sus denuncias y presiones sobre el gobierno venezolano.
Deseo mencionar en particular a María Corina Machado, electa en la zona donde vivo. Me alegró la victoria de una mujer que ha luchado con tesón y perseverancia por la libertad, que ha demostrado coraje y que representa un verdadero ejemplo de lo que es capaz la mujer venezolana en el combate por la recuperación del país. Me ha llenado de legítimo orgullo seguir la trayectoria de María Corina hasta su reciente triunfo, y estoy seguro de que ella y muchos otros darán renovados bríos a la conducción política de la oposición.
Estos avances llevan muy malas noticias al régimen despótico que nos desgobierna. De ahí que debamos esperar un recrudecimiento de sus prácticas represivas, así como acciones propias del delirio comunista y hunde a Venezuela en cada día más espesas sombras. Y de ahí que debamos redoblar nuestra voluntad de lucha democrática.
Admito que en ocasiones me invade un cierto desaliento al observar los desmanes ejecutados por compatriotas que en lugar de trabajar por la unión de la sociedad y su prosperidad se empeñan en copiar el infierno castrista. Pero son breves momentos. Al final se impone la esperanza. No la perderemos jamás.
© AIPE
ANÍBAL ROMERO, profesor de Teoría Política en la Universidad Metropolitana de Caracas.
http://exteriores.libertaddigital.com
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