sábado, 14 de março de 2009

Epidemia de cristianofobia en Europa

En la vieja Europa cristiana, creer en Cristo se ha convertido en algo arriesgado. En muchos de sus países, incluida España, los cristianos sufren marginación en distintos grados por vivir o hablar según su fe. Acaba de denunciarlo la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)

Parece una verdadera epidemia. Los casos se multiplican últimamente. El 1 de febrero pasado, por ejemplo, el diario británico Daily Telegraph explicaba que una enfermera de religión baptista, Caroline Petrie, fue suspendida de su trabajo, en el Centro de Atención Primaria de North Somerset, por ofrecerse a rezar por una paciente, a pesar de que ésta no había expresado queja alguna.

El 12 de febrero, la BBC y varios periódicos ingleses informaban sobre el caso de una niña de cinco años, de Devon, que rompió a llorar porque su maestra le riñó por hablar de Jesús en clase. Lo grave del asunto fue que su madre podría perder su puesto de trabajo, como recepcionista a medio tiempo en la escuela, porque envió un mensaje de correo electrónico a sus amigos de la iglesia para pedir oraciones por la situación que afrontaba su hija.

En Francia, la Fundación Service politique presentó, el pasado mes de febrero, un estudio a partir de entrevistas a tres mil padres de familia, en buena parte católicos practicantes, sobre su experiencia respecto a la libertad de religión en la escuela de sus hijos. Ante la pregunta: 

¿Las escuelas públicas respetan la libertad de conciencia de sus hijos?, el 67% respondió que no. Y ante el interrogante: ¿Sus hijos son víctimas de críticas a causa de su religión en las escuelas públicas?, el 20 por ciento dijo que sí.

En Holanda, el Gobierno retiró, a inicios de año, la subvención de 50 mil euros que ofrecía a la fundación cristiana de ayuda Onze Weg, por el hecho de que la institución considera que la homosexualidad es algo que puede ser superado.

En Bruselas, en la noche entre el 11 y el 12 de diciembre pasados, fue quemada la parroquia greco-melquita (confesión cristiana en unión con Roma) de San Juan Crisóstomo, situada en la Rue de l’Orient. La destrucción no fue total porque el párroco, que vivía en el edificio adjunto, logró contener el fuego, aunque los daños fueron considerables. Los medios, sin embargo, pasaron por alto la noticia. Quizá si hubiera sido una mezquita o una sinagoga, el trato informativo hubiera sido distinto...
En Alemania, el año pasado, la Universidad Ludwig-Maximilians (LMU), de Munich, retiró el reconocimiento académico a un seminario en Gestión ética basada en fundamentos cristianos, pues sus contenidos violaban la corrección política y no hacían suficiente referencia al curso básico de ética en administración de empresas, enseñando más bien los diez mandamientos.

En España, es conocido el caso del magistrado don Fernando Ferrín Calamita, condenado, el pasado diciembre, a dos años, tres meses y un día de inhabilitación por el retraso en la adopción de una menor, solicitada por la compañera de su madre biológica, así como al pago de seis mil euros como indemnización a la querellante.

Una iniciativa sin precedentes

Esta epidemia de cristianofobia, que se está extendiendo por el continente, se ha convertido en un fenómeno tan evidente que algunos lo comparan con el antisemitismo, o la islamofobia. El pasado 4 de marzo, por primera vez en la Historia, la oficina de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR), organizó una mesa redonda en Viena dedicada especialmente a los riesgos que hoy experimenta el derecho a la libertad religiosa de los cristianos.

Algunos de los casos expuestos anteriormente fueron presentados en el debate, en el que destacó la intervención de Mario Mauro, Vicepresidente del Parlamento europeo que, además, desde el 15 de enero pasado, es representante personal de la presidencia de la OSCE contra el racismo, la xenofobia y la discriminación. «Los ejemplos que hoy se han expuesto -dijo el eurodiputado italiano- demuestran que las discriminaciones contra los cristianos no sólo se verifican en los países en los que los cristianos son una minoría, sino también en aquellos países en los que representan una mayoría, sin contar las persecuciones que golpean a estas comunidades fuera del área de la OSCE». Mauro denunció que existen varios tipos de discriminaciones: «intencionales, cuando la discriminación es motivada por una hostilidad manifiesta contra los cristianos; e involuntarias, algo que sucede cuando algunas reglas de Gobiernos aparentemente neutras producen una desigualdad en el trato a los cristianos».

A juicio del Vicepresidente del Parlamento europeo, estos casos muestran que la libertad religiosa está en peligro en Europa. «Considero que la libertad de religión -afirmó- es el termómetro que sirve para tomar la fiebre a todas las demás formas de libertad existentes y, por tanto, al nivel democrático en un país. Por eso, recomiendo reforzar las actividades de seguimiento de estas formas de discriminación y favorecer, en virtud de los resultados obtenidos, una auténtica campaña en los medios de información orientada a promover la comprensión y el respeto de los cristianos, superando prejuicios infundados y manipulaciones facciosas». El embajador Janez Lenarcic, Director de la Oficina de la OSCE para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR), explicó que «se ha puesto claramente de manifiesto, en este encuentro, que la intolerancia y la discriminación contra los cristianos se manifiestan de varias formas en el área de la OSCE».
Según explica un comunicado emitido por la misma OSCE, en este encuentro se han expuesto «casos en que se producen imágenes inadecuadas de la identidad y de los valores cristianos por parte de los medios de comunicación y de la política, que llevan a malentendidos y prejuicios».

En virtud de un malentendido principio de libertad de expresión, películas de cine, programas de televisión, artículos de prensa, publican o emiten afirmaciones falsas, en ocasiones calumniosas, contra las Iglesias y comunidades cristianas, o sus fieles, según se constató. Ya no hablamos sólo de libros y películas como El Código Da Vinci, o las repetidas ridiculizaciones que hace la pequeña pantalla de los cristianos con frecuencia en España y en otros países, sino que esto se ha convertido en algo rutinario en los grandes medios.

Si algo así ocurriera con las creencias, prácticas, o el culto de otras religiones, ¿qué sucedería?, fue una de las preguntas planteadas en la mesa redonda de Viena. Se habló también acerca de la necesidad de potenciar el diálogo interreligioso, dado que muchos de los desafíos que afrontan los cristianos son compartidos por los miembros de otras comunidades religiosas de la región OSCE. Además, según el comunicado final, «los participantes en el encuentro pidieron una recogida más precisa de datos sobre crímenes contra los cristianos, la adopción de leyes religiosas en línea con los compromisos internacionales, y la asistencia a los Estados y a la sociedad civil para aumentar la conciencia en estas cuestiones».

¿Pero por qué la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se preocupa ahora de los derechos violados de los cristianos? La respuesta se comunicó en la misma mesa redonda, al recordar que las manifestaciones de odio e intolerancia no sólo afectan a la seguridad de las personas, sino incluso a la seguridad y la estabilidad de los países. Por este motivo, la Organización ha decidido, en los últimos años, intensificar los esfuerzos para contrarrestar estos fenómenos de discriminación cada vez con mayor eficacia.

Jesús Colina. Roma

Cristianofobia

Cristianofobia es un neologismo formado por los términos cristiano y phobos, que significa miedo irracional. Por tanto, nos encontramos ante el fenómeno de un miedo o una animosidad irracional contra los cristianos o el cristianismo en general.

El término cristianofobia fue utilizado por primera vez por el profesor judío Joseph Weiler. Fue introducido en las instituciones internacionales en diciembre de 2004, después de que el Parlamento europeo rechazara la candidatura a comisario europeo del italiano Rocco Buttiglione, que había defendido la noción del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y manifestara su convicción, como creyente, de que las prácticas homosexuales constituyen un pecado. A raíz de aquellos hechos, algunos diplomáticos presentaron propuestas en las Naciones Unidas para que emita directivas contra la cristianofobia, así como las ha emitido en el caso de la islamofobia y del antisemitismo. La Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, ahora habla de «antisemitismo, islamofobia y cristianofobia».

Preocupaciones por la libertad religiosa en España

En los últimos años, han suscitado preocupación algunos fenómenos que ponen en riesgo la libertad religiosa en España y que han sido denunciados por la última edición del informe sobe la Libertad religiosa en el mundo, editado por la asociación de derecho pontificio Ayuda a la Iglesia Necesitada. De entre las propuestas de ley promovidas por el actual Gobierno, a las que se han opuesto los principales credos religiosos, «la que ocupa el primer lugar es la de Educación para la ciudadanía -afirma el informe, el único de esta categoría, independencia y autoridad en el mundo-. La asignatura supone una intromisión del Estado en la educación moral de los alumnos, silencia las tradiciones religiosas, la existencia de Dios y la trascendencia de la vida humana como factor conformador de la ética de muchos ciudadano».

El informe también alude a los anuncios de modificación de la vigente ley de libertad religiosa. «El Gobierno entiende que la religión es para vivirla dentro de los templos y en la vida privada, mientras que la Iglesia católica centra la cuestión en el derecho de la persona humana a la libertad religiosa, derecho manifestado en su vivencia personal y social, que incide ineludiblemente en todos los espacios de existencia tales como el matrimonio, la familia, la enseñanza, los servicios sociales, etc.»

Cristianofobia, el último prejuicio socialmente aceptable en Europa

La discriminación de los cristianos en Europa se manifiesta de diferentes maneras entre el Este y el Oeste del continente. En el Este, sobre todo en las antiguas repúblicas soviéticas (algunas forman más bien parte del continente asiático), los creyentes sufren problemas, sobre todo, a la hora de poder registrar legalmente sus comunidades, lo que en caso negativo puede llegar a implicar molestias como la irrupción de la policía en sus encuentros de oración. Por el contrario, en Europa occidental los cristianos experimentan hoy diferentes formas de negación de sus derechos, así como exclusión o marginación.

A esta conclusión llegó la mesa redonda que organizó, en Viena, el pasado 4 de marzo, la Oficina de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR). Los trabajos se organizaron en dos grupos separados. Uno de ellos fue moderado por la austriaca Gudrun Kugler, que ha creado la plataforma www.christianophobia.eu. Kugler ha recogido para Alfa y Omega una síntesis de las conclusiones de la discusión, y ha destacado estas manifestaciones de la negación de los derechos que sufren los cristianos en Europa occidental:

* «Negación de la libertad de conciencia: por ejemplo, cuando el personal médico cristiano se ve obligado a realizar operaciones que considera contrarias a la ética».

* «Negación de la libertad de expresión: por ejemplo, corre peligro con la legislación que prohíbe comentarios críticos de la homosexualidad o el aborto en algunos países».

* «Negación de la libertad religiosa: por ejemplo, la ley laboral que exige a los cristianos contratar a personas que no comparten los principios propios de la misión específica de estas instituciones».

* «Negación del derecho a la libertad de educación: cuando los padres no tienen la posibilidad de que sus hijos no sean sometidos a enseñanzas en la educación pública que van contra sus creencias, como sucede, por ejemplo, en el caso de los niños cristianos turcos que se ven obligados a participar en la educación religiosa musulmana».

Pero los cristianos no sólo ven sus derechos negados; en ocasiones, la libertad religiosa se ve en peligro a causa de la «exclusión social y la marginación», constataron los expertos, como explica la señora Kugler, mostrando sintéticamente cómo este fenómeno tiene también sus propias manifestaciones:

* «Exclusión de los cristianos de la vida pública: cuando los políticos cristianos son atacados por sus creencias, o porque sus posiciones éticas no son aceptadas».

* «Creación de prejuicios contra los cristianos, presentando imágenes de ellos estereotipadas». 
* «Atacar los símbolos cristianos, por ejemplo los de Navidad (retirar árboles de Navidad o nacimientos)».

* «Oposición agresiva ante los cristianos en sus manifestaciones públicas, por ejemplo, las duras manifestaciones contra el Christival (un festival cristiano) en Alemania, o las manifestaciones agresivas contra las actividades favorables a la vida cristiana».

En definitiva, constata Gudrun Kugler, «el prejuicio contra los cristianos parece haberse convertido en el último prejuicio socialmente aceptable en Europa». En este sentido, este encuentro de la OSCE «constituye el primer paso hacia la tolerancia de todas las personas, también de los cristianos practicantes».

Kugler, quien ha formado parte también de la comisión organizadora del encuentro, explica que, «entre las razones de la intolerancia y de la discriminación de los cristianos en Europa, se encuentran la secularización, formas radicales de corrección política, así como algunos aspectos de las leyes antidiscriminación».

http://www.alfayomega.es
Nº 632 / 12-III-2009

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