En relación a las distintas reacciones del partido en el poder respecto a la defensa de la vida hecha por un amplio grupo de científicos e intelectuales y por la Iglesia, querría puntualizar alguna de sus más disparatadas opiniones. Dice el señor Chaves que «la cúpula de la Iglesia va en contra de los tiempos, del progreso de la sociedad y de lo que piensa, y del sentimiento de la mayoría de los ciudadanos». ¿Hay mayor ataque al progreso que interrumpir el desarrollo de algo, y no digamos si ese algo es un alguien, una vida? ¿Es ir en contra del progreso decir que no son lícitas las prácticas eugenésicas -vuelvan la vista al nazismo- y alentar la investigación con células madres adultas que se están mostrando eficaces frente a las embrionarias, que no lo son y sobre todo suponen la destrucciones de miles de embriones? ¿Qué unidad de medida utiliza el señor Chaves para calcular mayorías y minorías? Bonito procedimiento es ignorar miles de firmas, como ocurrió con la ILP en defensa de la familia en el año 2007, o ahora con el Manifiesto de Madrid, avalado por un elevadísimo número de científicos.
En cuanto a José Blanco, respecto a su afirmación de que «La Iglesia es hipócrita, camina hacia atrás y defiende posiciones rancias y antiguas», señalar que el señor Blanco tiene la costumbre de hacer afirmaciones que no argumenta. Habría que preguntarle: ¿no es más hipócrita decir que se defiende a los débiles y eliminar a los más indefensos, el niño en el seno de su madre o el anciano o enfermo? ¿No es más hipócrita ser paladines de la democracia y tratar con paternalismo a los ciudadanos, a los que se les adoctrina sistemáticamente y se les niega el derecho de discrepar? ¿Camina hacia atrás la Iglesia cuando defiende la vida o, más bien, caminan hacia atrás el señor Blanco y su partido cuando defiende prácticas que se daban ya en Esparta?
Mª Soledad Cosmen García
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