Las dos medidas contra la crisis más audaces de Zapatero, el aborto y la eutanasia, estarían inspiradas en Darwin, que cumple doscientos años.
El darwinismo es una aplicación a la Naturaleza de la teoría de la población de Malthus: en palabras de Russell, una libre competencia global en la que la victoria recae sobre los animales que más se parecen a los capitalistas afortunados. El fenómeno se denomina «supervivencia del más apto». ¿Cabría, pues, calificar de darwinista a un gobierno como el de Zapatero, que parece de cámara oculta?
Sabemos que los progres se dicen darwinistas sólo por devolverles un capón a los curas. Y si a Huxley, el más pesado de los darwinistas, lo llamaban el «bulldog» de Darwin, a Zapatero, siendo el más ligero, podríamos llamarle el galgo de Darwin. Un galgo ventajista, como aquel «Cigüeño» del Séneca que, en vez de correr tras de las liebres, las esperaba en la zarza lobera que les servía de perdedero. Pero un galgo.
Un galgo -Romero de Torres tenía uno junto al brasero para los pies de su amante- siempre es un lujo «snob». En esta España de zombis parados, no hay lujo más «snob» que ese comité de expertos aborteros a las órdenes, por la cosa del ay, ay, ay, de la ministra Aído, ex directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, que es la música, decía Pemán, de los que no saben solfeo. Aído y sus expertos piensan que en la vida, si vas marcha atrás, te lo explicas todo, y que en eso consiste el darwinismo.
Antes del aborto, que es lo prescrito por el zapaterismo rampante, la «marcha atrás» era el anticonceptivo más a la mano y nadie sabía de Darwin sino lo que sale en la pegatina del Anís del Mono. ¿Hay ciencia en la «marcha atrás»? La misma que en la teoría de Darwin.
Traducidos por José Miguel Guardia, propietario de uno de los dos «blogs» que le permiten a uno mantener la fe en la especie -el otro es el del genial Pepe Cerdá-, he aquí unos resultados de laboratorio sobre la marcha atrás:
-Si miras «Tiburón» marcha atrás, verás una película en la que un tiburón vomita gente hasta que abren una playa.
-Marcha atrás, «Viernes 13» es una película sobre un jugador de hockey mágico que cura a unos adolescentes para que puedan irse a casa desde el campamento.
-«Superman» marcha atrás es alguien que vuela por ahí y que después de poner a gente en situaciones difíciles va y se esconde.
Un equidistante Espada sostiene que lo del aborto considerado como un crimen es cosa de «la derecha sin paliativos», pero, si diéramos marcha atrás, nos encontraríamos a un rojo sin paliativos, Largo Caballero, presumiendo de una España más civilizada que Alemania, que mataba a los niños (aborto) y a los ancianos (eutanasia) sólo porque estorbaban a su prosperidad material.
-Eso, aunque se tengan muchos museos y bibliotecas, es de salvajes.
Ignacio Ruiz Quintano
www.abc.es
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