terça-feira, 10 de março de 2009

Las mujeres de ZP

La propuesta gubernamental sobre el aborto libre ha coincidido con uno de esos eventos actuales, esta vez el día de la Mujer Trabajadora, convenientemente adelantado, por cierto, para que todas pudieran descansar el domingo, que es cuando cae el dichoso evento. Rodríguez Zapatero aprovechó la tétrica ocasión para declararse feminista. 

Su ministra Bibiana Aído, por su parte, dio todo un recital de cuál es la consideración que le merecen las mujeres cuando se lanzó a hacer el repertorio de la diversidad femenina, que por lo visto incluye a las abuelas, las madres, las hijas, las inmigrantes, las cuidadoras, las mujeres con discapacidad, las rurales, las heterosexuales y las lesbianas. Parece un remedo postmoderno e identitario de la famosa lista del Don Juan de Mozart. Como todas las listas, resulta algo cómica (¿qué será eso de «las rurales»?, ¿quizá un apunte autobiográfico?), aunque será mejor dejar este juego a la imaginación del lector. 

En cambio, lo que ha quedado claro es para qué sirve el Ministerio de Igualdad, que en apariencia era un capricho propagandístico. La ministra es la punta de lanza de un proyecto ideológico de transformación de la sociedad española. De este proyecto, el aborto libre es pieza fundamental. A su vez, el aborto libre conlleva la incitación a la falta de responsabilidad, a la ruptura de la solidaridad familiar, a la desaparición de cualquier papel del padre, convertido en mero espectador de lo que la mujer, propietaria soberana de su cuerpo y del niño que lleva dentro, decida hacer con ellos. Por eso el feminismo de Rodríguez Zapatero no es, en realidad, tan pintoresco como pudiera parecer. 

La feminización de la sociedad que preconiza nuestro feminista está dejando a las mujeres solas y en buena medida rotas, a la sociedad sin las redes de apoyo y sociabilidad que son creación de las mujeres, y a los varones sin papel alguno, ni siquiera el de padre. En el fondo, se diría que Rodríguez Zapatero quiere bastante poco a las mujeres. ¿Estará satisfecha la ministra de Igualdad del proyecto al que está sirviendo?

José María Marco
www.larazon.es

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