sexta-feira, 13 de março de 2009

La Historia de España, un libro abierto

http://www.atlasache.es


La reina Sofía, durante la presentación del Atlas Cronológico de la Historia de España, en Madrid.- EFE

Ya no es necesario ser el más intrépido de los navegantes para sumergirse en el océano, unas veces tenebroso, otras cristalino, casi siempre con marejada o al menos marejadilla, de nuestra nación. Ahora, la travesía se antoja venturosa y bonancible gracias al ACHE, el Atlas Cronológico de la Historia de España.

Empecemos por el principio o, mejor aún, por el siglo XIII, días en los que se forjaba el destino del país. «Año 1212. 20-VI. Los cristianos salen de Toledo hacia el sur con una perfecta división en cuerpos: delante, los cruzados ultrapirenaicos que dirige Diego López de Haro; en el centro los catalanes, y los aragoneses de Pedro II; detrás, las tropas de Alfonso VIII». Sencillos, directos y didácticos. Así son los catorce mil hitos que como éste, referente a los prolegómenos de la batalla de las Navas de Tolosa, componen el citado ACHE (editado por SM). Un libro que recoge el caminar de nuestra Nación por el mundo, desde los remotos tiempos prehistóricos hasta las últimas elecciones generales del pasado año.

Durante meses, bajo la supervisión y la revisión de los académicos, han trabajado en él de forma exhaustiva expertos en todos y cada uno de los periodos de nuestra historia, hasta dar vida a una obra paradigmática y emblemática para la historiografía española.

La realización de ACHE no se ha guiado según las usuales clasificaciones por hechos culturales, económicos, sociales o políticos, sino siguiendo el desarrollo histórico, de forma que cuanto más cercanos son los hechos en el tiempo mayores son los detalles y más pormenorizado resulta el análisis y la información. Además, el Atlas incorpora documentación inédita de la propia Academia.

ACHE traza el itinerario de la vida española desde los primeros asentamientos prehistóricos en la Península hasta el presente. Al visitar la Prehistoria hablaremos de milenios, para tratar de siglos en la Edad Antigua, decenios para la Edad Media, años para la Edad Moderna, y apenas meses para la Edad Contemporánea.

Precisa cronología

Tal y como señalan sus creadores, ACHE tiene como objetivo primordial, «fijar una cronología precisa y localizar en el espacio, con la mayor exactitud posible, aquellos aspectos que resulten críticos para entender el devenir de nuestro pasado histórico». Para ello, el Atlas alberga catorce mil hitos históricos, que en su versión informática pueden ser consultados mediante búsqueda por temas, tiempo, personaje y lugar. De esta forma, ACHE se convierte en una herramienta imprescindible para todos aquellos que por necesidad profesional o simple curiosidad ansían acercarse a nuestra historia contada desde un prisma definido y preciso de datación cronológica y plasmación en el ámbito espacial.

ACHE recoge el testigo (y llega a meta) de los osados ilustrados que en el año 1735 pusieron las primeras piedras y cimientos de la Real Academia de la Historia. En concreto, ACHE es la materialización de tres de los trece tratados que en que originariamente los académicos concibieron el «Diccionario Histórico-Crítico Universal de España». Estos tratados son los correspondientes a Geografía Antigua, Geografía Moderna y Cronología. Por lo tanto, esta obra, como de nuevo subrayan sus creadores, «establece una cronología histórica capaz de presentar los acontecimientos de una manera razonada y que además de situarlos en el tiempo los referencia en el espacio. ACHE contiene los hitos de los que se tiene constancia y que la investigación histórica permite fechar. Las fechas que se recogen en la obra se establecen como normas». España, su historia, sus paisajes, sus figuras, son ahora un libro abierto.

Su presentación se realizó el pasado 12 de febrero de 2009 en la Real Academia de la Historia, elaborado por esta institución y la editorial SM. Los editores consideran que ésta es una "obra de referencia de carácter normativo". En un comunicado, la Academia de la Historia dice: "Para la redacción de esta obra única se ha contado con distinguidos especialistas de cada etapa histórica, pertenecientes a distintas universidades y centros de investigación repartidos por toda la geografía hispana, y supervisada por la Real Academia de la Historia. Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, director de la Real Academia de la Historia, celebró que 'la Academia, en estos últimos años, haya podido cumplir dos de los compromisos contraídos en los años fundacionales, cuando formuló el proyecto de Diccionario histórico-crítico universal de España: el Atlas Cronológico que se publica ahora y el gran Diccionario biográfico español, ya terminado, y que comenzará a publicarse enseguida, en cincuenta volúmenes de unas ochocientas páginas cada uno'. Respecto a la elaboración de ACHE, Gonzalo Anes destacó que se ha cuidado que el texto que acompaña a cada fecha sea 'escueto, y sin adjetivos', para que así los lectores puedan informarse sobre lo acontecido 'sin la subjetividad que impregna las publicaciones sobre el pasado'. Así mismo, felicitó al grupo SM 'por la pulcritud con que ha cuidado la edición del Atlas, y por haber colaborado con la Academia en conseguir que esta obra alcanzase la perfección que tiene'. Los hitos cronológicos no se suceden según las clasificaciones convencionales al uso que los dividen en hechos económicos, sociales, políticos, culturales, etc. En esta obra impresa, las fracciones temporales establecidas varían en función del desarrollo histórico, haciéndose cada vez más pequeñas y, por tanto, planteando un análisis cada vez más pormenorizado". 

"A este respecto, Carmen Sanz, académica de número de la Real Academia de la Historia, afirmó que “ignorar la cronología y hacer historia sin fechas, sin periodizaciones y sin una construcción de estratos temporales sucesivos en los que situar los acontecimientos, es condenarse a confundirlo todo y a no comprender nada”. Sanz destacó la importancia de “la elección de ilustraciones y mapas históricos como complemento pedagógico imprescindible para enriquecer el resultado”.

Durante su discurso, Sanz también alabó que este volumen contenga “la clave para acceder a la información en Red, donde los límites materiales tradicionales ya no son una dificultad insalvable”, ya que “si bien el tiempo cronológico y el tiempo histórico no son lo mismo, las nuevas tecnologías incorporadas a esta publicación permiten acercar el uno al otro de manera que la simultaneidad propia del tiempo histórico resulta más tangible”.

La obra cubrirá un vacío en la producción historiográfica española, ya que actualmente no existe en el mercado una obra de referencia de este estilo que, como afirmó durante la presentación Javier Cortés, director general del Grupo SM, se trata de un instrumento que ha sido creado con “exactitud y creatividad” y que “va a crear nuevos adeptos a la mirada histórica y a permitir situar las grandes coordenadas del pasado compartido”.

Cortés también destacó que el ACHE se pueda consultar en soporte digital, ya que “constituye una apuesta decidida por la innovación y manifiesta que lo importante es la voluntad de comunicar aprovechando todas las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación”.

Con esta obra, la RAH continúa el camino ya marcado hace años de ampliar su presencia en la sociedad al renovar su compromiso de responsabilidad social con la investigación histórica y la difusión de los conocimientos alcanzados, mediante la publicación de obras de referencia que contribuyan a aumentar el nivel de conocimientos culturales, en general, e históricos, en particular, de la ciudadanía.

En definitiva, ACHE recoge acontecimientos históricos significativos; su historicidad se considera la misma, independientemente del área de conocimiento o la esfera de la vida social a las que remitan.

Una obra de referencia también en Internet

http://www.atlasache.es

El proyecto se completa con documentación inédita de la Academia; siendo un vehículo de difusión y divulgación de la importante colección documental que la RAH posee actualmente. Lo mismo sucede con la ilustración, que permite dar a conocer la riqueza de los fondos de arte de la Academia.

Además, ACHE es un proyecto que encaja perfectamente dentro de las necesidades de la sociedad de la información y del conocimiento por su dimensión tecnológica, ya que, además de la obra impresa, se podrá acceder de manera remota a la información vía Internet mediante motores de búsqueda que permitan la recuperación lógica de la información por tema, nombre, fecha y espacio.

La obra impresa, de gran formato, irá acompañada de una tarjeta exclusiva, en la que figurarán las claves para que el usuario pueda acceder -de forma libre y gratuita- a la consulta en red de la base de datos, con la posibilidad de realizar una selección personalizada de la información.
De esta manera, el proyecto se convierte en sí mismo en macroproyecto y en herramienta para la selección y consulta personalizada de la información histórica que se precise".

El acto celebrado en la Academia de la Historia fue presidido por Su Majestad la Reina Doña Sofía.

Datos

Según la Academia de la Historia, "ACHE es un atlas único. Sus 446 páginas y su extensión web recogen, con un enfoque cronológico, los acontecimientos más importantes acaecidos en España desde la Prehistoria hasta las elecciones generales de 2008.

ACHE ofrece:

* Más de 14 000 hitos, más de 300 mapas creados en exclusiva y más de 600 imágenes.
* Estructura cronológica de los hitos para facilitar su consulta.
* Rápidas búsquedas on-line por nombre, localización, personaje, tema o período, o combinando estos criterios.
* Sello de garantía de la Real Academia de la Historia.
* Documentación inédita de los fondos de la Real Academia de la Historia".



Gonzalo Anes es el timonel de un viejo pero nada antiguo navío, la Real Academia de la Historia, un buque que surca desde 1735 las aguas a veces sombrías, otras veces luminosas, pero siempre bravas de nuestra Historia, que arriba ahora a un nuevo puerto con la publicación de este Atlas. «Cuando se hace un trabajo como éste -explica el Director de la RAH-, con estos resultados, siempre se queda uno tranquilo». Tranquilidad que nace de un trabajo hecho a fuego lento, con minuciosidad y exhaustivas revisiones por parte de los académicos, de forma que tal como subraya Anes «nos ha dejado a todos satisfechos pensando que se trata de una obra muy útil que nos va a servir a todos, tanto a los investigadores y especialistas como al gran público».

Este Atlas es el puerto de atraque de una travesía comenzada en 1735, cuando un grupo de ilustrados dio los primeros pasos de lo que sería la Real Academia de la Historia. Primero, apenas si fueron una tertulia, pero en poco tiempo su número creció y también sus necesidades. Pasaron de reunirse en un piso particular a hacerlo en la Real Biblioteca, y pronto vieron la necesidad de ponerse al amparo del Rey, Felipe V, y solicitar su «regia protección». El Monarca así lo hizo, y el 18 de abril de 1738, aquella tertulia pasó a denominarse Real Academia de la Historia, cuyo fin era dar vida a un «Diccionario Histórico-Crítico Universal de España», del que se esperaban «grandes utilidades en beneficio común», y se indicaba también que «la vasta obra», además de poner en claro «la verdad de los sucesos» habría de desterrar «las fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia».

«Un trabajo inabarcable»

Durante años, los académicos se aplicaron a la tarea, pero el trabajo se acumulaba, máxime cuando a la Academia, como Cronista de Indias, también se le encargó realizar una Historia de América. «Llegó un momento -cuenta Gonzalo Anes-, en el que la cantidad de trabajo era inabarcable y, finalmente, tanto la Cronología como el Diccionario, quedaron aparcados durante los siglos XVIII, XIX y XX». Ahora, casi trescientos años después, «por fin hemos podido concluir el Atlas Cronológico, con lo que la Academia cumple con un compromiso secular, contraído cuando se fundó».

ACHE nace, pues, con vocación de rigor y de objetividad, o como le gusta decir a Gonzalo Anes, «sin adjetivos». «Sí, eso es cosa mía», sentencia el director de la RAH. «Uno de mis maestros fue don Ramón Carande, y recuerdo que él siempre me decía en tono de queja lo mucho que tardaba en poner en limpio las cuartillas que escribía a mano para sus grandes libros. Yo, sabedor de sus grandes cualidades literarias, le preguntaba sobre el porqué de aquel retraso, y él me decía: «Mire usted, porque no quiero escribir con adjetivos, y por lo tanto tengo que buscar sustantivos que califiquen. Así que cuando comenzamos el Atlas, me dije, adjetivos ni uno, y menos aún, adverbios».

Anes defiende que «de todas las épocas, la más difícil de entender es siempre la más cercana. ¿Por qué? Porque hay intereses mucho más vibrantes en quienes estudian e investigan, que les hace no ser todo lo objetivos que debieran de ser». ¿Estamos, entonces, ante la malicia y la ignorancia contra la que querían revelarse los académicos del XVIII? «Como alguien me ha dicho, ahora, en vez de malicia «o» ignorancia, tal vez debamos hablar de malicia «e» ignorancia». Malicia, ignorancia y también el vicio tan actual de «mirar el pasado con la lupa de hoy, de forma que no se puede entender nada. El pasado no se puede contemplar como una película con buenos y malos, aunque eso pueda resultar gratificante para los que sólo quieren que en la Historia «ganen» los suyos».

Algo de lo que precisamente huye este Atlas, que nace, como vuelve a subrayar Gonzalo Anes, «sólo como información, vaciado de contenido ideológico y como un conjunto vertebrador y válido para todos los españoles. Finalmente, no puedo dejar de agradecer la profesionalidad con que la editorial SM ha hecho realidad este viejo proyecto de la Academia».

Manuel de la Fuente, www.abc.es
http://www.tiempodehistoria.com

Um comentário:

Emilio Guzmán disse...

Oswaldo, no es oro todo lo que reluce. Te dejo esta reseña de la obra en cuestión
Obra que me ha hecho pasar de la ilusión a la decepción en un par de horas. Cuando hace unas semanas me enteré de que salía a la venta el Atlas realizado por la Real Academia de la Historia no pude menos que ponerme contento, ya que hace años vi en la prensa que se preparaba dicho proyecto. Había otras cronologías en las librerías y bibliotecas, pero la Academia es la Academia. Ante las expectativas me apresuré a por un ejemplar el sábado; sí me dolió tener que pagar 100 euros, pero como esperaba rentabilizar haciéndome con una obra que al exterior es muy voluminosa y colorida, pues me hice con el preciado ejemplar.

A las pocas horas de analizar el libro y la web asociada (comprando el libro se accede a su web), ya me había defraudado lo suficiente. La obra, como cronología, consiste en un listado de acontecimientos presentados de manera excesivamente escueta, año por año, en 500 páginas y con muchas láminas. La redacción en su conjunto es bastante floja y el aspecto de la obra, con sus mapas y fotos, es muy infantil, sobre todo teniendo en cuenta que parte de la Academia de la Historia. Ayuda muy poco a la reflexión histórica, ya que no se puede seguir la evolución de un acontecimiento y mezcla temáticas. Llegado a este punto, tomé conciencia de que, al fin y al cabo, es una cronología y, a estas alturas y por mucho que la Academia la presente como algo original, nada tiene de novedoso ni de vanguardista; en el mercado las hay mejores y más económicas.

Respecto a la utilidad didáctica, partiendo de que es una obra difícil de seguir y parece incompleta, me hace recordar lo que me decía un profesor de la facultad «no aprendan nombres ni fechas sin comprender su contexto; no hagan el viejo y antididáctico ejercicio de aprender el listado de reyes godos». A eso me recuerda ACHE, al temido y soporífero listado de reyes godos. No veo en qué puede servir para padres, hijos o profesores ya que no es obra para hacer una lectura continuada.

La web, a la cual se accede previo pago del libro, es similar. Pone en la web «ACHE es la primera obra que recoge la cronología exacta de los acontecimientos más destacados de la Historia de España», entonces ¿otros autores mentían o erraban? Parece muy pretencioso, a no ser que hayan inventado la máquina del tiempo. Tan pretencioso tenía que haber sido a la hora de sacar una obra de mayor calidad, acorde con lo que se puede esperar de una institución como la RAH. En décadas, siglos, no han realizado una cronología y por eso, cuando diesen el paso, se podría esperar un producto más completo y ambicioso. Los guardianes del templo de la Historia nos deben ofrecer algo más.

 
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